Rehenes de las FARC: discreta labor de Suiza
Micheline Calmy-Rey valoriza el trabajo "discreto" de Suiza en favor del rescate de las rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), una manera opuesta a la mediatización realizada por Francia.
Por su parte, las mujeres liberadas denuncian los métodos de sus raptores y acusan a la guerrilla de «crimen contra la humanidad».
Suiza preparó el terreno desde la sombra, señaló la ministra suiza de Exteriores, Micheline Calmy-Rey, en referencia a liberación de las colombianas, Clara Rojas y Consuelo González, en una entrevista publicada este sábado 12.01 por el diario ‘Le Matin’.
Precisa que su país ha mantenido contacto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxista) desde hace cinco años, seguida por Francia y España.
«Fuimos los primeros en tener pruebas de que los rehenes estaban con vida en 2003. Es claro que nuestra acción contribuyó a hacer avanzar» las cosas.
Un papel peligroso
El papel de ‘facilitador’ de Suiza no está libre de riesgos, destacó Micheline Calmy-Rey. «Fuimos hasta el mismo lugar, en la selva, donde están las FARC. El caso no se limita a discusiones entre cancillerías».
La ministra de Exteriores agradece la acción de los presidentes Hugo Chávez, venezolano y Álvaro Uribe, colombiano así como del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Las rehenes colombianas Clara Rojas y Consuelo González fueron liberadas el jueves (10.01) durante una operación supervisada por el presidente venezolano con acuerdo de Bogotá.
Una mediatización ‘negativa’
Micheline Calmy-Rey aborda también la mediatización alrededor de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, retenida aún por las FARC. Se pregunta si ese fenómeno «no tiene un efecto negativo», en la medida en que la rehén franco-colombiana «representa hoy el símbolo más evidente de las FARC».
Además, estima la ministra, «la presión de los medios de comunicación dificulta más la negociación».
«Esta no sería una operación mediática limitada a su propia gloria, porque va en ello la salud y la vida de seres humanos», estima. Alude a las divergencias de métodos con Francia. «Digamos que nuestros papeles son diferentes», dice, en referencia al presidente Nicolas Sarkozy.
Por otra parte, el objetivo no se ha alcanzado, concluye la responsable de la diplomacia suiza, al recordar que se trata de «lograr la liberación de todos los rehenes, de todos los prisioneros».
Seis años de calvario
Liberadas, Clara Rojas y Consuelo González narraron el viernes (11.01) su vida de rehenes en las manos de las FARC durante cerca de seis años, la dureza de sus condiciones de detención, las largas marchas en el bosque, el miedo de las incursiones aéreas…
La ex parlamentaria Consuelo González rindió homenaje a sus compañeros de detención, policías y militares, encarcelados después «de mucho más tiempo» y viviendo encadenados, sin cuidados médicos y comiendo casi exclusivamente arroz.
Clara Rojas contó, por su parte, el nacimiento de su hijo Emmanuel, el 16 de abril de 2004, engendrado con un guerrillero. Una enfermera de la guerrilla le practicó una cesárea improvisada, con un cuchillo de cocina, en la selva. Requirió 40 días para recuperarse.
swissinfo y agencias
Con Francia y España, Suiza participa desde diciembre de 2005 en la mediación destinada a resolver el conflicto civil en Colombia.
Los tres países propusieron la creación de una zona desmilitarizada de 280 kilómetros cuadrados para facilitar las negociaciones entre el gobierno colombiano y la guerrilla, especialmente para alcanzar un acuerdo humanitario en torno a los rehenes.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) luchan desde hace cuatro décadas contra el gobierno de Bogotá. Dispone de 17.000 combatientes y controlan más del 40% del territorio colombiano.
Reconocida como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, las FARC dicen representar a los campesinos pobres ante los ricos propietarios de ese país latinoamericano. Su financiamiento provendría de diversas actividades criminales como la extorsión, los secuestros y la participación –directa o indirecta- en el tráfico de droga.
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