Serenidad y humor en el tratamiento de la demencia
Nuestra sociedad envejece y con ello aumenta el número de personas con demencia que no pueden arreglárselas solas en la vida cotidiana. En Basilea, dos gerontólogos ingeniosos han abierto una ‘tienda para pacientes con demencia’ con el objetivo de romper el tabú de este trastorno de la conducta.
La ‘tienda de la demencia’ se encuentra en una zona conocida de la Basilea multicultural, al lado derecho del Rin, rodeada de cafés, restaurantes, salones de peluquería y del Ejército de Salvación.
En la vitrina se observa un par de hojas marchitas, diversas medios e instrumentos de ayuda para personas mayores como una lupa gigante, un teléfono con teclado de gran tamaño así como literatura especializada con títulos como ‘Demencia en el matrimonio’, ‘Cuando los padres necesitan cuidados’ o ‘La enfermedad de Alzheimer y yo’.
Una mujer mayor entra a la tienda. Pregunta por un reloj parlante porque su marido es casi ciego. La trabajadora social Kathrin Preiswerk busca en Internet por el artículo adecuado y ordena el pedido. Por día hasta diez clientes visitan la tienda.
«Las personas con demencia nos son tontas»
Beat Wyss es uno de los operadores de “la primera ‘tienda de la demencia’ en el mundo», como dice con orgullo. El historiador de 57 años de edad, carpintero y gerontólogo (científico que estudia el proceso de envejecimiento), aboga, junto con su socio de negocios, por una nueva actitud en el trato con las personas que sufren demencia.
Puesto que los seres humanos tienen cada vez mayor expectativa de vida, también cada vez más personas son afectadas por la demencia, que se caracteriza por una reducción del rendimiento, el raciocinio más lento y una tendencia a volverse olvidadizos. Para Beat Wyss, igualmente forma parte del envejecimiento el desgaste de las arterias, los órganos y los huesos.
“La demencia no es una condición, es un estado de ánimo que va y viene. Dependiendo de la reacción del entorno, los síntomas se acentúan o se atenúan. Se trata de una limitación cognitiva que hace que sea imposible hacer frente a la vida diaria de forma autónoma. ¡Pero las personas con demencia no son tontas!”.
«La vejez es nuestro futuro»
“Debemos apoyar a las personas mayores allí donde sea necesario, pero no incapacitarlas, aconseja el gerontólogo. «El cuidado que incapacita es frustrante y, por cierto, para ambas partes. Además la persona a cargo de la atención debe crearse una red para no asumir sola el cuidado.
De lo contrario, estará cada vez más aislada y excluida socialmente». Según Wyss, la demencia y la muerte siguen siendo un motivo de vergüenza, un tabú en nuestra sociedad.
Asimismo tiene mucho sentido integrar a las personas mayores, pero todavía fuertes, en el proceso de atención. Así uno mismo puede prepararse para el propio proceso de envejecimiento, agrega.
«Pues la vejez es nuestro futuro ¡También el suyo!. Además podemos aprender mucho de los conocimientos y la visión del mundo de las personas mayores”.
Con humor y fantasía
La ‘tienda de la demencia’ basiliense, que es financieramente independiente y no recibe ninguna subvención, es visitada sobre todo por especialistas y familiares de personas con demencia, pero también por directamente afectados. A menudo se formula la pregunta qué se podría hacer para no sufrir demencia.
„Entonces digo en cada caso: pueden tomar pastillas, hacer deporte, comer de manera saludable. En el mejor de los casos la demencia llegará más tarde» Y Wyss sugiere a los familiares y cuidadores hacer todo aquello que cause diversión: jugar con las personas mayores, dejar volar la fantasía y la creatividad. «Todo lo que es estimulante es bueno para mantener la vitalidad».
Si la comunicación verbal ya no es posible en el trato con las personas afectadas por demencia, uno debe comunicar con las manos, recomienda el experto. “Pues aun cuando uno ya no escuche o no entienda nada, no significa que no se diga nada».
Consejos y hechos
En la ‘tienda de la demencia‘ se dan no solamente consejos y trucos, también se muestra cómo se puede vivir bien, pese a la demencia. Por ejemplo, cómo se puede lograr un entorno agradable para la persona mayor y demente tan solo con pequeñas adaptaciones arquitectónicas e instalaciones.
Uno no tiene que edificar una urbanización para ancianos, sino construir una infraestructura apropiada a la vejez, señala Beat Wyss. “Los jóvenes también pueden vivir en casas adecuadas para los mayores”.
La tienda en Basilea también aspira a ser un punto de encuentro, donde la gente intercambie ideas y hable sobre sus preocupaciones. Una tienda de barrio que esté abierta a todos.
Y los operadores se ven además como tejedores de redes: Representantes de la Asociación Alzheimer así como de la Clínica de la Memoria han visitado ya la tienda. Junto con la Cruz Roja, las organizaciones privadas de asistencia domiciliaria (Spitex) y otras instituciones deben desarrollar servicios de atención. Además allí se ofrecen cursos.
«La creación de redes todavía está en su etapa inicial. Una red no se crea de la noche a la mañana” , dice Beat Wyss.
Ancianos son una ‘caja de sorpresas’
El gerontólogo basiliense llegó a su actual profesión recién en la década de 1990. Entonces acompañó a su madre afectada por el mal de Alzheimer hasta su muerte. «Tuve que construir una nueva relación con mi madre, porque la imagen del carácter de las personas con demencia cambia”.
Uno tendría que dejarse llevar, estar abierto y sin prejuicios. «Es una aventura, y por cierto, muy emocionante. Los ancianos son una caja de sorpresas. Y no se puede cambiar ni dar instrucciones a las personas con demencia. Mi abuela siempre decía que no hay que enseñar a una vaca vieja a comer la hierba».
Este centro existe desde el 21 de septiembre de 2010.
Es parte del Consultorio de Gerontología Aplicada de Beat Wyss y Helmut Mazander.
La primera consulta es libre de costos, las siguientes se ajustan a principios.
Los costos nos son asumidos por las aseguradoras de salud.
La ‘tienda de la demencia’ es independiente y no recibe subvenciones.
Existen más de 50 dolencias que se manifiestan de manera similar a la de Alzheimer.
Demencia es un término general para tales enfermedades.
En todas se presenta pérdida de la facultad de la memoria junto con otros disturbios funcionales del cerebro. Ambos factores llevan a la pérdida de la autonomía.
La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia.
El mayor riesgo de sufrir una demencia es la edad.
Se calcula que 8% de los mayores de 65 años están afectados por el Alzheimer u otra demencia.
Quelle: Asociación Suiza Alzheimer
El número de personas mayores de 65 años aumentará ostensiblemente en Suiza. Ello debido a que cada vez más nacidos en los años del ‘Baby-boom’ llegan a la edad de jubilación.
En los cantones de Obwald, Friburgo, Nidwald, Argovia, Schwyz y Turgovia, la cifra de personas mayores casi se duplicará.
La proporción de personas mayores de 65 años en la población suiza total se incrementará del 17% actual a más del 26% en 2035.
Quelle: Oficina Federal de Estadística
(Traducción, Rosa Amelia Fierro)
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