Suiza elogia la creación del Consejo de DDHH
Suiza aplaude que la Asamblea general de la ONU haya aprobado la creación del Consejo de Derechos Humanos, porque se trata de un paso adelante para la protección de las víctimas.
El nuevo organismo que remplazará a la actual Comisión de derechos humanos, con sede en Ginebra, fue adoptado pese a la oposición de Estados Unidos.
El nacimiento del nuevo Consejo de Derechos Humanos, a iniciativa de Suiza, recibió la luz verde en la sede central onusiana de Nueva York por 170 votos a favor, 4 negativos y 3 abstenciones.
Junto a Estados Unidos, Israel votó en contra, así como las Islas Marshall y Palau, dos pequeños archipiélagos del Pacífico. Las abstenciones surgieron de Bielorrusia, Irán y Venezuela.
Esa falta de unanimidad -inédita tratándose de la creación de un órgano de Naciones Unidas-, inquieta a Adrien-Claude Zoller, director de «Ginebra por los derechos humanos», una ONG activa en la formación de derechos humanos. «Eso crea un precedente peligroso», declaró a swissinfo.
Satisfacción en Berna
Comprensible el entusiasmo de Micheline Calmy-Rey. Apenas conocida la decisión en Berna, la ministra de Relaciones Exteriores de Suiza expresó su «profunda satisfacción» y la ponderó como «un gran avance». Recordó además que la idea del Consejo partió de Suiza en 2004.
«Es una victoria de la causa de los derechos humanos, pero también de la ONU, porque muestra su capacidad de reforma de sus instituciones; así como lo es de la diplomacia suiza», recalcó Micheline Calmy-Rey, quien también se alegra por la Ginebra internacional, revalorizada ahora como sede del nuevo Consejo.
La jefa de la diplomacia helvética dijo haber tomado conocimiento del voto negativo de Estados Unidos, pero considera que en vista de las explicaciones dadas por Washington, aquel país está dispuesto a cooperar.
El Consejo será una instancia más fuerte que la actual Comisión de derechos humanos gradualmente desacreditada, subrayó Micheline Calmy-Rey. Sus miembros serán elegidos directamente por la mayoría absoluta de la Asamblea general y se podrá suspender al Estado miembro que viole masivamente los derechos humanos.
La primera sesión tendrá lugar en Ginebra el 19 de junio. La elección de sus miembros se llevará a cabo el 9 de mayo. Suiza presentará su candidatura.
Críticas en Washington
En cuanto a Estados Unidos, su tono es diferente. El embajador John Bolton explicó que su país deseaba que los 47 países miembros del Consejo fueran elegidos por una mayoría de dos tercios y no por la mayoría absoluta de la Asamblea general.
Washignton proponía asimismo excluir a los países sometidos a sanciones de la ONU, sugerencia no aceptada. «Pudimos haber obtenido más», estima John Bolton.
«La creación del Consejo brinda a la ONU la posibilidad de un nuevo comienzo para proteger los derechos humanos en el mundo», afirmó por su parte el secretario general del organismo mundial Kofi Annan.
«El verdadero trabajo comienza ahora». «La verdadera prueba de credibilidad del Consejo será el empleo que hagan de él los Estados que serán sus miembros», precisó la máxima autoridad de la ONU.
Por su parte, Ian Levine, uno de los directores de Human Rights Watch de Nueva York, considera que la adopción hecha constituye una gran etapa para la protección de los derechos humanos. Pero anota asimismo: «No se trata de un primer paso. En realidad, el trabajo empieza ahora».
«Compromiso malo»
Robert Ménard reitera por su parte las críticas de su organización Reporteros sin fronteras: «Es un compromiso malo porque no impedirá que los Estados depredadores puedan sentarse en el seno del futuro Consejo», explica a swissinfo.
A diferencia de organizaciones grandes como Amenistía Internacional o Human Rights Watch, Robert Ménard piensa que las mejoras aportadas por el nuevo organismo son insignificantes, igual que los procedimientos especiales de la actual Comisión; es decir, las averiguaciones hechas por expertos independientes que deberán retomadas por el nuevo Consejo de derechos humanos.
«Nosotros siempre hemos sido más críticos que esas organizaciones y estamos orgullosos de haber sido excluidos un año del entorno de la ONU por haber criticado al presidente liberiano de la Comisión de derechos humanos en 2003», concluyó Robert Ménard.
swissinfo y agencias y Frederic Burnand en Ginebra.
Suiza propuso e impulsó en gran medida la creación del Consejo de Derechos Humanos, que deliberará en Ginebra y dependerá directamente de la Asamblea general de la ONU.
Remplazará a la Comisión de derechos humanos de la ONU, creada en 1946 y que sesiona anualmente durante seis semanas, entre marzo y abril, en Ginebra.
Estará constituido de 47 Estados elegidos por mayoría absoluta entre los 191 miembros de la Asamblea general.
El Consejo examinará periódicamente la situación de los derechos humanos en particular en sus propios países miembros.
Una mayoría de dos tercios podrá hacer que la Asamblea general suspenda a un miembro del Consejo que resulte culpable de graves violaciones de los derechos humanos.
El Consejo sesionará al menos tres veces por año, con la posibilidad de ser convocado a una reunión especial en caso de crisis.
En marzo de 2004, la ministra suiza de Relaciones Exteriores Micheline Calmy-Rey lanzó la idea de un Consejo de Derechos Humanos.
En marzo de 2005, el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, propuso a su vez la cración de tal Consejo.
En septiembre de 2005, la cumbre de la ONU consagrada a los Objetivos del Milenio adoptó el principio de un Consejo de Derechos Humanos.
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