Suiza quiere fortalecer su empeño en Líbano
Una delegación presidida por el embajador suizo en Beirut François Barras ha sido recibida este martes (25.07) por el primer ministro libanés Fouad Siniora.
Toni Frisch, jefe del Cuerpo Suizo de Ayuda Humanitaria (CSA) estuvo presente para informar sobre los proyectos de ayuda concreta que realiza la Confederación Helvética.
François Barras hizo referencia a «destrucciones increíbles» en Líbano. Un cuarto de la población quedó sin techo debido a la ofensiva que lleva a cabo el ejército israelí desde el pasado 12 de julio, señaló el diplomático.
Puentes, rutas y aeropuertos han sido dañados. Se trata de «una verdadera catástrofe» para un país volcado en el turismo como es Líbano, añadió el embajador.
Ayuda concreta
El embajador suizo se entrevistó con el primer ministro libanés Fouad Siniora, en presencia del jefe del CSA, Toni Frisch.
François Barras indicó que en el encuentro se habló sobre la ayuda concreta de Suiza. Varios proyectos ya han sido puestos en marcha para apoyar a las personas desplazadas. El CSA participa sobre todo en el abastecimiento a 67.000 personas en Chouf, al oeste de Beirut.
Esa gente proviene principalmente de los barrios del sur de Beirut, bombardeados por el ejército israelí. Desde este miércoles, el equipo del CSA (12 personas) se encargará -en colaboración con organizaciones asociadas-, de entregar colchones, mantas y utensilios de cocina.
El CSA considera igualmente su participación en la instalación de un campo que pueda acoger a varias decenas de miles de personas desplazadas en Beirut. Muchas de ellas están alojadas en escuelas.
Evacuación de suizos
Berna despliega además esfuerzos para ayudar a los ciudadanos helvéticos que desean dejar Líbano. Un barco fletado por Francia salió de Beirut en la noche de este martes (25.07) rumbo a Chipre con 26 suizos a bordo.
Un portavoz del ministerio suizo de Relaciones Exteriores (DFAE en su sigla francesa) precisó en Berna que menos de treinta suizos estarían aún en el sur de Líbano, teatro de violentos combates entre el ejército israelí y Hezbolá.
Algunos de ellos desean quedarse, dijo el portavoz antes de precisar que la embajada en Beirut mantiene el contacto con esas personas por si acaso cambiaran de opinión.
El martes, la representación diplomática debió cerrar temporalmente por razones de seguridad. Reabrirá en el curso de este miércoles.
Israel aumenta la presión
Israel afirmó este martes su determinación de neutralizar a Hezbolá, descartando así la esperanza de una tregua rápida en el conflicto desencadenado por el secuestro de dos de sus soldados por el movimiento islamista.
Paralelamente, el ejército intensifica sus operaciones terrestres contra las posiciones islamistas en el sur de Líbano.
La aviación y la marina israelíes siguieron bombardeando localidades y barrios en el sur de Beirut.
Una reunión de crisis tiene lugar este miércoles en Roma con la presencia de potencias occidentales y de países árabes, en un clima de profunda incertidumbre en lo concerniente a la estrategia a adoptar.
swissinfo y agencias
El 12 de julio, Israel lanzó sus ataques contra el Líbano tras el secuestro de dos de sus soldados por el movimiento islamista Hezbolá.
En total, por lo menos 390 personas, entre ellas 334 civiles, han perdido la vida en el Líbano desde el comienzo de la ofensiva y unas 800.000 han quedado desplazadas.
A semejanza de la Unión Europea, Suiza ha condenado la respuesta «desproporcionada» del ejército israelí en Líbano al tiempo de juzgar «condenables» las agresiones de Hezbolá.
También Berna ha pedido a las dos partes que respeten las disposiciones del derecho internacional humanitario.
La ayuda humanitaria suiza está comprometida desde el 18 de julio en Chipre, Líbano y Damasco, en Siria.
A los 30 expertos que allá se encontraban se han sumado una docena el martes.
Suiza ha girado 200.000 francos al Ministerio libanés de Salud para medicamentos y ha enviado a Beirut 800 kilos de equipo médico.
Berna ha girado al Comité Internacional de la Cruz Roja 1,5 millones de francos para los libaneses, víctimas de los bombardeos, y para los refugiados palestinos en los territorios ocupados.
Las organizaciones internacionales consideran que hacen falta 300 millones de dólares para responder a las necesidades inmediatas de la población.
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