Suiza reconoce la independencia de Kosovo
La Confederación Helvética reconoce a Kosovo como Estado soberano. Berna decidió entablar relaciones diplomáticas y consulares con Pristina.
El gobierno colegiado suizo hace eco a la propuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores y a las recomendaciones de las comisiones de política exterior del Legislativo helvético.
La decisión se produce este miércoles en la reunión semanal de las autoridades federales en Berna, luego de que la semana pasada las comisiones de política exterior de las cámaras Baja y Alta del Parlamento Federal se mostraran a favor de reconocer la independencia kosovar en el proceso de consultación sobre el tema.
«La clarificación del estatus de Kosovo es una condición para la estabilidad y el desarrollo económico y político de toda la región de los Balcanes occidentales», declaró el presidente suizo, Pascal Couchepin
No sienta precedente
El gobierno suizo saluda la voluntad de las autoridades de Kosovo para respetar íntegramente- incluidas la protección a las minorías y la supervisión de la independencia por una presencia internacional civil y militar-, las obligaciones derivadas de la proposición global del reglamento sobre el estatus de Kosovo del enviado especial de la ONU, Marti Ahtisaari.
Suiza establecerá relaciones diplomáticas y consulares con Pristina. Teniendo en cuenta las circunstancias específicas del caso de Kosovo, este reconocimiento no constituye precedente alguno para aceptar otro tipo de reclamos secesionistas en otros lugares, advirtió Couchepin.
Con este gesto, Suiza quiere expresar su voluntad de seguir su compromiso en el marco de los esfuerzos internacionales en la región de los Balcanes.
Las relaciones con Belgrado, de importancia paralela
El reconocimiento del nuevo Estado se sitúa en paralelo con la voluntad helvética de estrechar sus relaciones con Serbia y reforzar la muy buena cooperación entre Belgrado y Berna, insistió Couchepin.
La situación es particularmente delicada, en la medida que Serbia forma parte del grupo de voto de Suiza en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en el Banco Mundial. «Haremos todo para que Serbia siga sintiéndose a gusto en ese grupo», declaró el presidente suizo como respuesta a las preguntas de la prensa sobre un posible retiro de Belgrado de ese colectivo.
Por otra parte, el Consejo Federal tiene la intención de reforzar la ayuda a Serbia. «Hemos analizado esta mañana lo que haremos por ese país y hemos expresado nuestra voluntad de mejorar esos esfuerzos para amortizar el choque que constituye la independencia de Kosovo para los serbios», precisó Couchepin.
A favor de la estabilidad y del respeto a las minorías
El viernes pasado (22.02), la comisión de la Cámara Baja del Parlamento suizo decidió recomendar al gobierno el reconocimiento de Kosovo independiente, coincidiendo con la posición de la Cámara Alta anunciada un día antes.
El argumento para llegar a esta conclusión: «este reconocimiento contribuiría a la estabilidad de los Balcanes. La comisión demandó que Suiza se comprometa a poner el acento en que los derechos de las minorías sean respetados en el nuevo Estado.
Reacción serbia
En un comunicado, la Embajada de Belgrado en Berna declaró que «el reconocimiento unilateral» de la independencia de Kosovo sería «un ataque» contra la soberanía e integridad de Serbia y, según informa el primer consejero de la representación, Bozidar Jovanovic, el embajador Dragan Marsicanin fue llamado a volver a su país.
La comunidad serbia en Suiza también se dice decepcionada. «Estamos sorprendidos y muy decepcionados de la actitud de Suiza», declaró Dragana Kristic, miembro de la Asociación Cultural Serbia de Ginebra.
swissinfo y agencias
La comunidad albano-kosovar que vive en Suiza salió a las calles de varias ciudades helvéticas el 17 de febrero pasado para celebrar la proclamación de independencia de su provincia.
Entre 170 mil y 190 mil expatriados de Kosovo viven Suiza, es decir, prácticamente el 10% de la población de esa provincia de mayoría albanesa que hasta ahora reclama Serbia como parte de su territorio.
En Suiza, los albano-kosovares conforman la mayor comunidad extranjera después de los alemanes.
Una semana después, el 24 de febrero, varios miles de manifestantes se reunieron en Suiza para reclamar la declaración de independencia de Kosovo y para incitar a Berna a que ignorara esa escisión. En Ginebra, unas 4.000 personas se congregaron en la Plaza de las Naciones, frente a la representación europea de la ONU para reclamar a Kosovo como bastión serbio.
Suiza participa desde 1999 en la misión de paz de las tropas internacionales de la KFOR (Kosovo Force), bajo la batuta de la OTAN. (Berna mantiene 200 soldados en Kosovo).
Suiza forma parte de los principales países donadores de Kosovo. La Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) y la Secretaría de Estado de Economía (Seco) han previsto inyectar 13,9 millones de francos para proyectos en Kosovo en 2008.
El Ministerio de Asuntos Exteriores helvético también planea el envío de hasta 20 expertos en la misión civil de la Unión Europea (EULEX). El objetivo será que unos 2000 especialistas apoyen la construcción de un Estado de derecho en Kosovo.
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