Suiza rehúsa olvidar la guerra en Colombia
ONG suizas deploran la solución militar del presidente Álvaro Uribe y advierten que su política aniquila la apertura democrática.
Berna ratifica su postura de que una paz durable sólo podrá alcanzarse por la vía de la negociación y con la participación de todos los sectores implicados.
«El presidente Uribe ha utilizado las decepciones y los reveses que han acompañado este proceso de paz para propagar una solución militar y una política de cerrazón», subrayó Caroline Morel, del Comité Directivo de diversas ONG comprometidas con la paz en Colombia.
En conferencia de prensa convocada por esas organizaciones y por el Ministerio Suizo de Exteriores, recordó que durante el gobierno anterior (1998-2002) se introdujo el Programa Suizo para la Promoción de la Paz para Colombia (SUIPPCOL) de las Organizaciones de Ayuda y de Defensa de los Derechos Humanos.
«(Andrés) Pastrana (1998-2002) había iniciado un diálogo de paz con la guerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y le había dejado todo un territorio (…) En esa época nació en Colombia un movimiento por la paz digno del mayor crédito, que ejercía presión sobre los actores armados para que aceptaran una situación negociada», subrayó.
La también directora de Swissaid advirtió que, sin embargo, los afanes militares del actual presidente colombiano «estrangulan y aniquilan» la apertura democrática que había logrado ese movimiento pacificador. Denunció asimismo el apoyo diplomático, militar y financiero de Estados Unidos a la política de mano dura del presidente Uribe.
El encuentro con la prensa se produjo en vísperas de la sesión de primavera del Parlamento suizo (03 al 21.03) en la que se debatirá una nueva ley sobre «medidas de promoción civil de la paz y del fortalecimiento de los derechos humanos» y en el que el legislativo helvético podría otorgar un crédito especial para ese tipo de actividades.
Esperan nuevos recursos
Tanto los representantes del Ministerio de Exteriores, como las ONG confían en la obtención de esos recursos para el mantenimiento de sus actividades en el país sudamericano golpeado por más de cuatro décadas de conflicto.
El embajador Peter Maurer, responsable de la División Política por la paz, la seguridad, los derechos humanos, la política migratoria y la migración, y Janine Voigt, encargada de Colombia en la misma sección, hablaron de las tareas que la Confederación realiza en ese país americano.
A la espera de una paz justa y duradera, «hay que apoyar a la población civil, llamada a tener, en el futuro, un papel activo en los procesos, y protegerla de los ataques perpetrados por las partes en conflicto», subrayó Janine Voigt.
«Suiza permanece a disposición de los actores concernidos para misiones de facilitación, se esfuerza en asegurar una participación, lo más amplia posible en las negociaciones de paz, impulsa iniciativas ‘ad hoc’ de la sociedad civil y promueve la protección de las víctimas del conflicto contra las violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario», precisó.
SUIPPCOL
Dentro de los programas de apoyo a la sociedad civil colombiana instrumentadas por las ONG con el apoyo del gobierno suizo, sobresale el Programa Suizo para la Promoción de la Paz en Colombia (SUIPPCOL), concebido por la Acción de Cuaresma, Caritas, Eper, Helvetas, Swissaid, Amnistía Internacional y el Instituto de Etnología de la Universidad de Berna.
Entre las actividades de SUIPPCOL se encuentra el apoyo al movimiento de las mujeres por la paz.
«Las mujeres son afectadas de múltiples maneras por la guerra; como madres obligadas, en la mayoría de los casos, a entregar a sus hijos a los grupos armados, como sostén de la familia mientras el marido combate, como víctimas de violencias sexuales por los actores armados», explicó el coordinador del programa, Peter Stirnimann.
Asimismo, SUIPPCOL dispone de fondos que permiten encarar situaciones concretas y adaptarse a los cambios constantes del movimiento civil por la paz.
Derechos humanos
«Apoya particularmente actividades en el terreno de los derechos humanos en las zonas de guerra, proyectos para fortalecer organizaciones de las «comunidades para la paz», así como programas de educación», añadió.
Las actividades de esa estrategia comenzaron el primero de noviembre del 2001 y tienden a ayudar a la población colombiana a sortear la violencia.
«Eso llevará tiempo. Esta guerra es demasiado compleja para que pueda terminar mañana. La promoción de la paz debe poder trabajar a largo plazo», destacó Stirnimann para exhortar a los parlamentarios a aceptar la legislación que promueve la paz y que incidirá en favor de las víctimas de la guerra colombiana «una guerra que ha quedado olvidada».
swissinfo, Marcela Águila
Desde hace 10 años Swissaid mantiene programas de promoción de la estrategia alimentaria mediante la agricultura ecológica.
La organización busca reforzar la tenencia de la tierra y la participación de las comunidades locales, la defensa de los derechos humanos, la promoción de los derechos de los grupos desfavorecidos y la paz.
SUIPPCOL fue concebido por Acción de Cuaresma, Caritas, Eper, Helvetas, Swissaid, Amnistía Internacional y la Universidad de Berna.
En la financiación de la estrategia, puesta en marcha el primero de noviembre del 2001, participa el gobierno de Berna.
En el 2002, 14 de sus 32 proyectos habían sido financiados y siete concluidos. El monto de sus operaciones oscila entre 3 mil y 25 mil dólares.
El 07.02.03 un atentado en el Club El Nogal, de Bogotá, dejó 36 muertos y más de 200 heridos.
Una semana más tarde, en la ciudad de Neiva, la explosión de una casa causó la muerte de 18 civiles.
Las FARC cuentan con 17 mil efectivos.
Más de 3 mil secuestros se producen anualmente en Colombia.
En cuatro décadas de guerra, más de 200 mil personas han perdido la vida.
El conflicto permanente ha originado un desplazamiento superior al millón de personas.
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