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Suiza vuelve la mirada sobre un deslucido pasado

8 de mayo de 1945: Lausana festeja el fin de la guerra. Keystone Archive

¿A 60 años del Armisticio, Suiza está en paz con su pasado? swissinfo plantea la interrogante al historiador Jean-François Bergier.

La rendición de la Alemania nazi puso fin a seis años de horror para Europa y fue un gran alivio para la neutral Suiza que pasó la guerra bajo el miedo de ser invadida.

Cuando la paz regresó a Europa, Suiza podía felicitarse de su neutralidad, que la había salvado de la destrucción, y podía sentirse orgullosa de su ejército, cuya formidable defensa había disuadido a los nazis de la invasión.

Pero en los años 90, surgieron incómodas revelaciones acerca del manejo, por parte de bancos suizos, de activos saqueados por los nazis y de la negativa de esas instituciones a proporcionar detalles sobre las cuentas inactivas de víctimas del Holocausto.

El escándalo obligó al gobierno a establecer una comisión independiente de expertos, dirigida por Jean-François Bergier, para investigar el comportamiento de Suiza durante la II Guerra Mundial.

El informe final, publicado en el 2002, derribó diversos mitos acerca de la historia del país en ese entonces. La Comisión Bergier halló que el gobierno y la industria cooperaron con los nazis y que Suiza rechazó a miles de refugiados que se encontraban en sus fronteras.

El documento también acabó con la idea de que la defensa suiza había salvado al país de la invasión nazi y destacó la difícil relación que mantuvo nuestro país con Alemania.

swissinfo.- ¿En dónde estaba usted cuando se anunció el armisticio?

Jean Francois Berger.- Recuerdo que había ido a caminar con un amigo por un bosque cercano a Lausana. Repentinamente escuchamos tañer todas las campanas de la ciudad. Supimos lo que significaba, supimos que el armisticio estaba por firmarse.

Corrí a casa lo más rápido que pude para anunciar que la guerra había terminado. Recuerdo muy bien la felicidad que sentimos ese día. La gente salió a la calle ondeando banderas de Suiza y de los países aliados. El alivio flotaba en el aire.

swissinfo.- Suiza era neutra y no participó en la guerra. ¿Podría usted comparar su situación con la de los países vecinos?

JFB.- No, no es comparable puesto que Suiza no fue ocupada. Los efectos de la guerra apenas se resintieron. No sufrimos destrucción -salvo por el bombardeo accidental estadounidense de Schaffhausen-, ni penas ni muertes. Entonces, usted no puede comparar nuestra situación con la de nuestros vecinos.

En Suiza teníamos miedo. Estábamos fuera del conflicto, pero al mismo tiempo estábamos rodeados por el conflicto. Fue un miedo que el término de la guerra ayudó a suprimir. Se acabó la amenaza contra nuestros valores tradicionales, contra la democracia.

swissinfo.- Muchas personas en Suiza dijeron que el informe de su comisión fue demasiado duro con el país, algunos manifestaron incluso haberse sentido traicionados. ¿Cuál es su opinión al respecto?

JFB.- No, en absoluto. Las personas se sitúan desde una perspectiva equivocada. En principio, se trata de un informe que sólo considera algunos aspectos críticos, no es una revisión total del comportamiento de Suiza durante la guerra. Tampoco todo fue negativo. Subrayamos que la neutralidad ayudó a salvar a las instituciones suizas y a proteger nuestros valores fundamentales contra todo.

Para lograrlo, se tuvieron que encontrar soluciones de compromiso y se cometieron algunos errores, como en nuestra política hacia los refugiados. Demostramos también que algunas veces la economía suiza fue más allá de lo que querían las potencias del Eje. Sin embargo, tenemos que admitir que para los dirigentes económicos y para las autoridades, a veces fue difícil saber dónde pintar su raya.

swissinfo.- Durante mucho tiempo los ciudadanos suizos pensaron que el país mantuvo su independencia por estrategia militar. ¿Qué tan cierto fue eso?

JFB.- Es muy difícil de saber. Se han dado muchas explicaciones al hecho de que Suiza no haya sido invadida. La política de defensa es una de ellas. Desde 1940 el Ejército suizo hizo creer que una invasión costaría muy caro a los alemanes.

Pero esa es sólo una explicación entre otras. Hasta 1943, Alemania pensó también que ganaría la guerra, Suiza era entonces un problema menor dado que no tenía valor estratégico.

Alemania también se beneficiaba con una Suiza independiente que contaba con su propio dinero. Los intercambios comerciales le permitieron hacerse de francos, la única moneda que podía ser utilizada a través del mundo.

swissinfo.- Hubo muchos suizos que ayudaron a los movimientos de resistencia de los países vecinos o que trabajaron a favor de la paz. ¿Por qué tomó tanto tiempo el reconocimiento a su labor?

JFB.- No se veía como algo correcto. Las personas que ayudaron o que colaboraron con los nazis fueron denunciadas, pero aquellas que trabajaron con los aliados o que simplemente ayudaron a la gente que se encontraba en necesidad nunca recibieron reconocimiento porque actuaron en contra de la neutralidad suiza.

Sabemos ahora que la neutralidad nunca fue completamente respetada por las partes en conflicto o por los suizos mismos, pero que esa situación fue mantenida en secreto para asegurar la consideración de la neutralidad como el valor supremo, aunque fuese sólo como instrumento político.

swissinfo.- Israel Singer, dirigente del Congreso Judío Mundial se refirió recientemente a la neutralidad de Suiza como un crimen. ¿Qué opina?

JFB.- Es absurdo. La neutralidad es lo contrario. Sin ella, Suiza hubiera entrado en la guerra y, probablemente, habría sido ocupada por Alemania. Hubiera podido ser el fin de los judíos suizos, incluyendo los refugiados.

swissinfo.- ¿Suiza está en paz con su comportamiento durante la guerra?

JFB.- Probablemente sea demasiado pronto para decirlo. No totalmente, eso es seguro. Hemos visto que muchas personas no aceptan la revisión de los archivos sobre las acciones suizas durante la guerra.

La imagen ligeramente deslustrada de Suiza simplemente no va bien con algunas personas, y no solamente las más viejas.

swissinfo.- ¿El Informe de la Comisión Berger tendría que ser enseñado en las escuelas?

Los jóvenes tienen que estar informados de los tiempos difíciles del país. La historia de un país no puede estar basada en la mitología elaborada en los últimos 50 años. Entonces, nuestra investigación debería formar parte del programa escolar, pero corresponde a otros expertos determinar de qué manera se puede hacer eso.

swissinfo, Scott Capper,
Traducción, Marcela Águila Rubín

Jean-François Berger nació en 1931 en Lausana.

En 1969 fue designado profesor de Historia de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich.

En 1999 fue seleccionado para presidir la Comisión Independiente de Expertos encargada de investigar el comportamiento del país durante los tiempos de guerra.

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