Una solución latina para la delincuencia juvenil
El cantón del Valais acaba de abrir un centro de detención para menores, primera etapa del proyecto para el manejo común de la delincuencia juvenil en Suiza.
Otros dos centros deberán abrir sus puertas en fecha próxima: uno para adolescentes (Neuchâtel) y otro para la detención preventiva (Vaud).
Destinado a los menores delincuentes (15-17) con un historial particularmente cargado, el centro educativo de Pramont (Valais) fue creado para afrontar el fenómeno de la delincuencia juvenil.
En diez años, el número de menores condenados en Suiza casi se ha duplicado, pasando de 8.000 a 14.000. Por otra parte, las infracciones son cada vez más graves y los autores cada vez más jóvenes.
Insuficiencia de lugares
«En algunos casos, el encierro total se hace necesario, y nosotros tenemos actualmente pocos centros cerrados en la Suiza de expresión francesa», observa Michel Lachat, presidente de la Asociación de Jueces para Menores de la Suiza Latina.
Hasta ahora, los menores delincuentes que cometían infracciones graves eran enviados a los tres centros cerrados existentes: Ginebra, Lausana y Prêles (BE). «Pero esos hogares siempre están llenos. Una vez pronunciado el veredicto, los jóvenes deben esperar semanas e incluso meses, para purgar su sentencia», añade Michel Lachat.
Otra posibilidad: la prisión. Una opción que ya no podrá contemplarse en el futuro. La nueva ley federal sobre la condición penal de los menores, que deberá entrar en vigor en el 2007, prohíbe, en efecto, internar a menores en prisiones para adultos.
La prisión, escuela del crimen
De todas maneras, la prisión «es el último recurso», estima el director de los centros penitenciarios del cantón del Valais, Christian Varone. Fragilizados, los adolescentes se encuentran de esa manera en verdaderas escuelas del crimen cuando lo que necesitan es un contexto adecuado.
El centro de Pramont tiene como misión, precisamente, responder a esos dos objetivos, paliar la falta de lugares en un medio cerrado y ofrecer una estructura adaptada a los menores delincuentes. El primero será de difícil consecución puesto que el hogar está completo. Para lograr el segundo, se ha hecho todo lo posible.
«Los jóvenes estarán bajo el cuidado de los educadores, los psicólogos y de responsables socio-profesionales. Podrán trabajar, seguir cursos y regularizarse en sus cursos escolares. Contrariamente a lo que sucede en la prisión, no estarán solos, encerrados entre cuatro paredes», precisa Michel Lachat.
Por otra parte, el hecho de mantener a los autores de infracciones graves y psíquicamente perturbados en una estructura separada permite también proteger a los delincuentes «ligeros». También en ese aspecto, se trata de evitar la construcción de escuelas del crimen.
Prisión para chicas
El Centro educativo de Pramont se inscribe en un largo proyecto intercantonal que busca el manejo común del problema de la delincuencia juvenil. En el 2007, el cantón de Neuchâtel deberá abrir un centro similar para las adolescentes.
«En efecto, hemos constatado que no había ninguna casa cerrada para las jóvenes en la Suiza de expresión francesa», subraya el presidente de la Asociación de Jueces para Menores de la Suiza Latina.
Tercera etapa del proyecto intercantonal: la construcción de un centro de detención, prevención y cumplimiento de las penas para menores en el cantón de Vaud. «Falta saber si las finanzas permiten que ese -muy costoso- proyecto pueda realizarse», agrega Michel Lachat.
Los tres centros (Pramont, Neuchâtel y Vaud) estarán abiertos a todos los cantones latinos que contribuyan financieramente a los proyectos. Esta manera de hacerse cargo, en forma común, de la delincuencia juvenil es una primicia en Suiza.
En lo que toca a la Suiza de expresión alemana, donde los cantones también se enfrentan, desde hace poco, a la falta de lugares en los hogares para menores, se pretende seguir el modelo latino. Sin embargo, de acuerdo con Michel Lachat, no hay todavía un proyecto concreto.
swissinfo, Alexandra Richard
(Traducción, Marcela Águila Rubín)
En 10 años la delincuencia juvenil casi se ha duplicado en Suiza.
El número de menores condenados pasó de 8.243 a 14.163.
El número de infracciones contra la integridad corporal cometidos por menores pasó de 811 a 1.375 entre 1999 y 2004.
El número de infracciones contra la integridad sexual subió de 157 a 254.
Los jueces de menores constataron también que los infractores son cada vez más jóvenes.
El proyecto para el manejo común de la delincuencia juvenil en Suiza comprende tres etapas:
Apertura del Centro educativo de Pramont para menores delincuentes con capacidad para 23 jóvenes (15 a 17 años) y 34 personas en total.
Centro educativo similar, paro las chicas, previsto por el 2007, en el cantón de Neuchâtel.
Centro de detención preventiva y de cumplimiento de las penas para menores, en el cantón de Vaud.
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