Viajes en tren: los suizos, campeones del mundo
En términos de kilómetros recorridos anualmente sobre vías, ningún país en el mundo puede competir con Suiza. En cuanto a la frecuencia de los viajes en tren, sólo los japoneses superan a los descendientes de Guillermo Tell.
«Viajo en tren, viajo sereno», recita una publicidad de los Ferrocarriles Federales Suizos (FFS) a la cual los ciudadanos han respondido con un gran entusiasmo.
De hecho, los suizos aman subirse al tren y, más generalmente, a todos los transportes públicos, tal como afirman las estadísticas de la Unión Internacional de Ferrocarriles. Según dicho informe, cada suizo tomó un tren en promedio 47 veces a lo largo de 2007.
Gracias a este resultado, la Confederación se adjudica el primer puesto europeo con una notable ventaja respecto al segundo clasificado: Luxemburgo, cuyos habitantes toman el tren unas 35 veces por año.
A la cola de esta clasificación se encuentran los griegos, quienes apenas realizan un viaje anual sobre vías.
Confiable y puntual
A escala mundial, la primera posición está claramente en manos de los japoneses con 70 viajes en tren al año. Aunque en relación a los kilómetros recorridos, incluso los hijos del ‘Sol Naciente’ deben inclinarse ante los suizos.
De hecho, si se toma en cuenta la distancia recorrida anualmente por cada habitante, Suiza vence netamente en la competencia con Japón por 2.103 kilómetros y se adjudica así el título de ‘campeona del mundo’.
En los últimos años, el país alpino ha logrado ampliar más aún estas cifras, consolidando así su posición en lo alto del podio.
Según el Servicio de Información para los Transportes Públicos (Litra), este brillante resultado de Suiza es fruto de la combinación de una oferta atractiva combinada con un horario con excelente cadencia y coordinación.
A esos factores se suman buenas combinaciones, fiabilidad, puntualidad, un personal bien motivado, trenes modernos y un sistema tarifario directo.
Satisfacción en los Ferrocarriles Suizos
En suma: viajar en tren es simple, cómodo y, gracias a ofertas como el abono a mitad de precio o el abono general, decididamente conveniente. En el triángulo Berna–Basilea–Zúrich, los trenes circulan a intervalos de media hora.
Los Ferrocarriles Federales Suizos (FFS) no ocultan su satisfacción por los brillantes resultados obtenidos en las clasificaciones internacionales.
Según el portavoz de los FFS, Reto Kormann, son muy frecuentes las visitas de delegaciones de empresas de transporte extranjeras deseosas de hacerse una idea de la eficiencia de los ferrocarriles helvéticos.
Pero la ironía de la suerte para los FFS es que el éxito representa al mismo tiempo una pesada carga. Las capacidades del sistema han llegado ya al límite.
Especialmente en las horas punta, los trenes no pueden ofrecer ya más el confort y los servicios deseados. Por las mañanas, a pesar de la utilización de vagones de dos pisos, muchos viajeros de la línea Zúrich–Berna no encuentran sitio para sentarse.
La otra cara de la moneda
«Los ferrocarriles están, lenta pero inexorablemente, convirtiéndose en víctimas de su propio éxito», sostiene Kurt Schreiber, vicepresidente de Pro Bahn Suiza, la asociación que defiende los intereses de los usuarios del ferrocarril, autobuses y tranvías.
Según Schreiber, se deben mejorar tanto las infraestructuras como la capacidad de las vías.
Si no se hace nada para encontrar una solución, se corre el riesgo de sufrir una «hemorragia de clientes». «Dado que tengo que viajar de pie», admite Schreiber, «me pregunto si no haría mejor en coger el coche y escuchar Mozart, aún a riesgo de sufrir algún que otro taponamiento».
Los FFS son conscientes de esta espada de Damocles que pende sobre sus cabezas. En este sentido, el proyecto ‘Ferrocarriles 2003’ debería mejorar las infraestructuras y eliminar algunos «cuellos de botella», o embotellamientos, como el que se encuentra entre Zúrich y Winterthur.
Otra obra cuya realización es crucial cuanto antes es la tercera vía entre Ginebra y Lausana, aunque hasta el momento el Parlamento no ha aprobado los créditos necesarios.
Entre tanto, explica Kormann, los FFS intentan, a través de medidas puntuales, «exprimir aún más un limón que ya no da más de sí». En particular, se trata de inducir a los usuarios de los ferrocarriles a viajar en las franjas horarias en las que los convoyes no se encuentran completamente ocupados.
Gerhard Lob, swissinfo.ch
(Traducción y adaptación: Rodrigo Carrizo Couto)
Fundación: 1902
Viajeros en 2008: 322,6 millones (2007: 306,7 millones)
Longitud de la red ferroviaria: 3.011 km
Estaciones: 760
2008: venta de 2,2 millones de abonos a mitad de precio y 375.000 abonos generales
Puntualidad en el transporte de viajeros: 95,8 % (a destinaciones con un retraso inferior a 5 minutos)
Densidad de circulación de trenes en 2008: 93,7 convoyes al día por kilómetro de vías
El cálculo de los viajes y de los kilómetros recorridos por persona es proporcionado por las sociedades de ferrocarriles asociadas a la Unión Internacional de Ferrocarriles (UIC).
En casi todos los países se trata generalmente de las compañías ferroviarias nacionales o estatales. En Suiza, aparte de los FFS, son miembros también de la UIC la BLS Lötschbergbahn y la BLS Cargo.
Las estadísticas de la UIC no toman en cuenta los datos de todas las otras compañías ferroviarias que operan en Suiza (privadas, tranvías y funiculares).
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