Los líderes de Visegrado celebran un «club» que les hace «más fuertes»
Miguel Ángel Gayo Macías
Cracovia (Polonia), 17 feb (EFE).- Los líderes de los cuatro países del Grupo Visegrado, protagonistas de recientes enfrentamientos con otros socios de la Unión Europea y las instituciones comunitarias, celebraron este miércoles el trigésimo aniversario de un «club» que les hace «más fuertes».
Esa fue la expresión con la que Viktor Orbán resumió la función que considera cumple esa asociación dentro de la UE y el primer ministro húngaro aprovechó para reiterar que los de Visegrado se ven a sí mismos como grupo para defenderse de «ataques externos» y «aspiraciones internas».
Orbán, que en los últimos años ha provocado críticas con sus políticas tanto de sus socios en la UE como de las instituciones comunitarias, volvió a subrayar que el Grupo de Visegrado pretende «mantener la independencia de nuestras patrias y naciones» frente a las iniciativas de Bruselas.
Junto con los primeros ministros de Polonia, República Checa y Eslovaquia, todos conmemoraron en Cracovia (sur de Polonia) sus tres decádas de alianza dentro de la UE con la asistencia del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y, en plena pandemia, instaron a una «rápida y eficaz» campaña de vacunación.
Todos ellos se felicitaron por el largo camino recorrido desde el final de la Segunda Guerra Mundial. «Hemos regresado al lugar al que pertenecemos», dijo el polaco, Mateusz Morawiecki, quien en nombre de todo el grupo se congratuló por los logros conseguidos en términos de desarrollo económico.
Los jefes de gobierno discutieron sobre la coordinación de medidas comunes para combatir la pandemia de covid-19, así como las ayudas necesarias para la recuperación económica, asuntos de seguridad digital y energética y el fortalecimiento de las relaciones multilaterales.
La pandemia protagonizó la reunión y, así, Morawiecki se dirigió a Michel para pedirle que «el proceso de vacunación se desarrolle con normalidad», criticó a quienes están «incumpliendo» los compromisos adquiridos, en alusión a las farmacéuticas que fabrican las vacunas e instó a la Comisión Europea a usar la «potencia económica» de la UE para ejercer presión sobre ellas.
El Grupo de Visegrado que hoy conmemoraron en Cracovia fue fundado el 15 de febrero de 1991 en la localidad húngara que da nombre al Grupo.
Creado para hacer un frente común formado por unos países que compartían retos comunes, al comenzar su andadura se configuró como un foco regional pro europeo y que impulsó la integración de los cuatro socios (tres antes de la partición de Checoslovaquia) en organismos internacionales como la Unión Europea y la OTAN, así como el desarrollo democrático.
CONTRA EL PATERNALISMO Y LA DISCRIMINACIÓN DESDE BRUSELAS
Con la llegada al poder de Víktor Orbán, en Hungría, y del ultranacionalista y conservador Ley y Justicia (PiS) en Polonia, los gobiernos de estos países se han enfrentado repetidamente con Bruselas, a quien acusan de tratarles con paternalismo y discriminación.
La independencia judicial y de los medios de comunicación, las políticas de igualdad entre sexos y los derechos civiles de las minorías son algunos de los temas en los que el desacuerdo ha sido mayor y constante en los últimos años.
Jakub Jaraczewski, experto polaco en Derechos Humanos y estado de Derecho en la organización independiente Democracy Reporting International, asegura a Efe que, mientras que la población de estos países «comparte una opinión sobre la UE entre positiva y entusiasta, los gobiernos de Hungría y Polonia están cada vez más en desacuerdo con Bruselas en lo que respecta al estado de derecho y los derechos humanos».
«Budapest y Varsovia dicen que la UE es un proyecto puramente económico en el que no se contemplan otros valores», indica este experto, quien recuerda que la CE y algunos Estados miembros de la Unión «creen que bajo el pretexto de defender su soberanía y proteger los valores conservadores tradicionales, Hungría y Polonia están desmantelando el Estado de derecho y atacando los derechos humanos».
Zoltan Kesz, que fue diputado independiente en el Parlamento húngaro y además de fundar la Fundación Free Market (Mercado Libre) dirige el Civitas Institute de Budapest (una organización independiente que promueve los valores liberales), señala que los miembros del Grupo Visegrado no siempre han mostrado unanimidad en sus acciones.
UN GRUPO NO TAN COHESIONADO
«El V4 (como se conoce al Grupo) fue una buena iniciativa hace 30 años. Sin embargo, en la actualidad, en vez de cuatro (miembros) vemos que más bien se trata de dos más dos, o más bien dos más uno más uno en ciertos aspectos».
«Hace apenas un par de meses, durante el debate presupuestario de la UE, Polonia y Hungría jugaron el papel de villanos, mientras que Eslovaquia y Chequia se alinearon con el resto de Europa», afirma a Efe.
«Definitivamente existen grandes diferencias entre los dos subgrupos, ya que tanto los checos como los eslovacos están en camino de seguir una actitud más pro UE y pro Europa Occidental, mientras que Hungría y Polonia, en la última década, se han vuelto más autocráticos que democráticos», apunta.
Kesz opina que, sobre las relaciones del V4 fuera del contexto de la UE, «Polonia jamás se acercará a Rusia, sino a Estados Unidos y a otros países de la OTAN. Como oposición a esto se dice de Orbán que es el caballo de Troya de Putin en la UE. Y lo mismo ocurre con las relaciones de Hungría con China, absolutamente únicas comparadas con sus socios de la UE o la OTAN». EFE
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