Vivir la experiencia de refugiado
Compartir una tienda de campaña con el presidente del gigante farmacéutico Roche, ambos simulando que somos refugiados provenientes de un país devastado por la guerra, no es una forma usual de comenzar la jornada. Antes de tener la oportunidad de conocer mejor a Christoph Franz, presencié cómo el directivo era tironeado por un guardia que le exigía confesar dónde había escondido sus armas.
Franz se zafó suavemente. En mi caso, alguien me arrebata bruscamente el trozo de pan que tengo en las manos y me obliga a sortear una serie de ‘cadáveres’ para dirigirme a una celda. Me van a encerrar por haberme rehusado a traicionar la identidad de mi líder. Aunque mi editor puede sentirse totalmente satisfecho con mi lealtad, la realidad es que fue muy incómodo permanecer de rodillas en la celda mirando a la pared.
Se trata de una experiencia irreal, pero existe un lado muy serio en la misma. Cada año, algunos de los más acaudalados asistentes al WEF, en Davos, se someten voluntariamente a la experiencia para sentir en carne propia lo que viven los desplazados y las personas que son víctimas de amenazas constantes.
Dicha simulación, que se llama ‘Refugee RunEnlace externo‘, es realizada por la fundación de caridad hongkonesa CrossroadsEnlace externo.
Nuestros guardias son, en realidad, exrefugiados y trabajadores humanitarios que han sido testigos de primera mano de las vivencias que atraviesan los desplazados. De forma abiertamente paradójica, el ejercicio tiene lugar en el sótano de un hotel de lujo en el pueblo de Davos. Y cuando salimos, lo que nos indican las pancartas es el camino para dirigirnos al spa del hotel.
El mensaje, no obstante, es totalmente real. Al principio de la simulación se nos informa que al final de la Segunda Guerra Mundial había 6 millones de personas desplazadas. Hoy son alrededor de 65 millones.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) estima que existen 4,8 millones de refugiados sirios que han abandonado su país debido a la guerra y otros 6,3 millones de desplazados dentro del territorio sirio.
Hemos grabado mi experiencia durante una hora como refugiado. En mi caso es una simulación, pero los funcionarios de la ONU dicen que esta vivencia puntual es una “versión pálida” de lo que sucede en la realidad…
Traducción del inglés: Andrea Ornelas
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