Xi destaca la «estabilidad social duramente conquistada» en inusual visita a Xinjiang
El presidente chino, Xi Jining, instó este sábado a mantener la «estabilidad social duramente conquista» en una visita a la región de Xinjiang, donde Pekín es acusada de atropellos a los derechos humanos, según los medios oficiales.
Xi «subrayó que siempre debe darse la máxima prioridad al mantenimiento de la estabilidad social (…) y debemos utilizar la estabilidad para garantizar el desarrollo», informó la cadena de televisión oficial CCTV.
El dirigente, que viajó a Urumqi, la capital de la región, aseguró que era «necesario (…) combinar el desarrollo de la lucha antiterrorista y antiseparatista con el impulso para normalizar el trabajo de estabilidad social y el Estado de derecho», según la emisora.
Xi también instó a las autoridades a «promover más profundamente la sinización del islam y controlar eficazmente las actividades religiosas ilegales».
«Debemos ser más conscientes de las adversidades (…) y consolidar la estabilidad social que tanto nos ha costado conseguir», declaró, en lo que fue su primera visita a la zona desde julio, según CCTV.
Xinjiang es una vasta región del noroeste de China y su población es de mayoría musulmana.
Grupos de defensa de derechos humanos acusan a Pekín de haberse implicado desde 2017 en una represión sistemática contra los uigures y otras etnias musulmanas de la región, como los kazajos.
Acusan al régimen chino de haber recurrido a trabajos forzados y esterilizaciones forzadas y de haber encerrado a más de un millón de personas en campos de reeducación.
China rechaza estas acusaciones y explica que se trata de «centros de formación profesional» destinados a luchar contra el radicalismo islamista, tras los ataques atribuidos a los uigures.
Un informe de Naciones Unidas determinó el año pasado que las acciones del gobierno chino en la región podían constituir «crímenes contra la humanidad».