Zelenski empaña el regreso del presidente sirio a la Liga Árabe
Yeda (Arabia Saudí)/Beirut, 19 may (EFE).- El presidente de Siria, Bachar al Asad, participó hoy en su primera cumbre de la Liga Árabe tras casi doce años de aislamiento, pero su esperado regreso a la arena regional se ha visto empañado por una aparición sorpresa del dirigente ucraniano, Volodímir Zelenski.
El máximo mandatario sirio, estrecho aliado de Moscú, acaparó todos los flashes desde que anoche llegó a la ciudad saudí de Yeda (oeste) para tomar parte este mediodía en una reunión de alto nivel junto a jefes de Estado y líderes de los otros 21 miembros de la entidad panárabe.
La cita supone un bautismo de fuego para el Gobierno sirio, readmitido en la Liga Árabe hace dos semanas y que en los últimos tres meses se ha reconciliado con diversos países de la región, tras permanecer aislado desde 2011 por su brutal represión de las revueltas populares iniciadas aquel año.
Sin embargo, apenas dos horas antes de que Al Asad desfilase por la alfombra hacia la sala de ceremonias, Zelenski, enfrascado en una guerra con el principal aliado de Damasco, anunció una visita sorpresa a Yeda para «mejorar las relaciones bilaterales y los lazos de Ucrania con el mundo árabe».
OFERTA DE MEDIACIÓN
La cumbre arrancó con un ofrecimiento del príncipe heredero saudí y anfitrión, Mohamed bin Salmán, a mediar entre Rusia y Ucrania para «solucionar la crisis políticamente», una propuesta sobre la que la parte ucraniana todavía no se ha pronunciado.
Por su parte, Zelenski realizó una intervención centrada en la guerra que vive su país y durante la que la delegación siria, encabezada por Al Asad, se negó a «ponerse los auriculares de traducción», de acuerdo con la agencia oficial de noticias siria SANA.
«Lamentablemente, hay algunos en el mundo y aquí entre ustedes que hacen la vista gorda ante esas anexiones ilegales, y yo estoy aquí para que todos puedan mirar con honestidad. No importa cuánto intenten influir los rusos, todavía debe haber independencia», defendió el presidente ucraniano.
Siria reconoció hace un año la independencia de las autoproclamadas repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, y el propio Al Asad recibió en Damasco a una delegación mixta integrada por representantes de dichas regiones y de Rusia.
Moscú interviene militarmente en Siria en favor del Gobierno de Al Asad desde 2015 y su apoyo fue clave para que las tropas gubernamentales recuperaran el control de la mayor parte el territorio perdido durante los primeros años de la guerra civil en el país árabe.
Tras finalizar la cumbre, Bin Salmán mantuvo sendos encuentros bilaterales con los presidentes de Siria y Ucrania.
UNIÓN ÁRABE
Cuando le llegó el turno, Al Asad defendió el papel de la Liga Árabe como «plataforma original para abordar las diferentes cuestiones», y abogó por aprovechar el «ambiente positivo» creado por las recientes reconciliaciones entre países de Oriente Medio.
«Hoy estamos ante una oportunidad histórica para reorganizar nuestros asuntos con las menos intervenciones extranjeras posibles y esto implica reponer nuestro asunto en este mundo que ya está formado», afirmó el máximo mandatario sirio.
La mayoría de los jefes de Estado dieron la bienvenida al regreso de Siria durante sus discursos, mientras que el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, llamó a aprovechar esta «oportunidad» para abordar la crisis aún en marcha en esa nación en guerra.
«Hay una oportunidad que no debe perderse para abordar la crisis que sufre el país desde hace más de una década (…) La solución política sigue siendo la única forma de resolverla», señaló Abulgueit, en referencia a la necesidad de avanzar en un diálogo entre Damasco y la oposición siria.
La misma idea quedó reflejada en la denominada «Declaración de Yeda», emitida al término de las reuniones y en la que los asistentes se comprometieron a «continuar e intensificar los esfuerzos árabes destinados a ayudar a Siria a superar su crisis».
Los frentes de guerra permanecen prácticamente congelados desde hace más de tres años, con la mayor parte del país en manos de Damasco, el noreste controlado por las fuerzas kurdosirias y el noroeste gobernado de facto por una miríada de grupos insurgentes.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, hoy se registraron protestas en varios puntos noroccidentales y orientales de Siria contra la participación de Al Asad en el encuentro de Yeda, fuertemente criticado también por activistas y grupos de la oposición.
«La inclusión del criminal de guerra Bachar al Asad en la cumbre árabe es una aprobación lamentable de sus crímenes atroces contra la población siria. Menosprecia los sacrificios realizados por los sirios durante los últimos doce años», zanjó en un comunicado la Coalición Nacional, principal alianza opositora en el exilio. EFE
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