Ayuda suiza a Cuba
Mientras que los países de la Unión Europea dejan de lado su ayuda al desarrollo en cuestiones políticas y de derechos humanos en Cuba, Suiza se mantiene constante.
En Cuba se encuentran activas instituciones suizas gubernamentales y privadas.
Las bases de la Cuba socialista se vieron sacudidas tras el fin de la Unión Soviética y las transformaciones ocurridas en Europa del Este. El estado caribeño perdió de golpe en 1990 a su principal socio y se hundió en una crisis económica, social. asistencial y de objetivos.
En 1992 se creó la Asociación mediCuba, cuya meta se situó fuera de toda influencia o frontera ideológica, para apoyar a los sectores de la medicina, la escuela, la ciencia y la investigación. Actualmente mediCuba tiene alrededor de 1.500 miembros y cuenta con el apoyo de casi 4.000 donantes.
De acuerdo a su ingreso per cápita, Cuba es uno de los países más pobres en América Latina, no obstante, mantiene una infraestructura médica comparable a la de los Estados europeos.
Fuerte en el combate del cáncer
mediCuba ha apoyado en los últimos 14 años una gran lista de proyectos. El cáncer es, después de las enfermedades del corazón y del sistema circulatorio, la segunda causa de mortandad entre las personas de 19 a 49 años. Cada año, el cáncer se cobra la vida de entre 14.000 y 16.000 personas en ese país.
Además, mediCuba participa en las tareas de la Clínica Nacional de Cáncer (INOR) con el respaldo de 380.000 francos que se dirigen al sector de la asistencia de la medicina paliativa para los pacientes con cáncer. Con ello, alrededor de 1.000 enfermos se ven beneficiados. También reciben el apoyo de esta organización unos 800 médicos, asistentes, psicólogos y trabajadores sociales para acudir a cursos de perfeccionamiento profesional.
Aunque Cuba ha realizado grandes contribuciones en el sector de la biotecnología y la farmacología, también requiere de ayuda.
Además de otros proyectos y en el marco de un esfuerzo conjunto de una red europea, mediCuba financia la adquisición de materia prima para elaborar en la isla una gran gama de antibióticos. Para esta tarea se dedican unos 600.000 francos.
Maíz, arroz, agua y fríjol
Desde finales de 2000, la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) cuenta con oficinas propias en La Habana. La Confederación Helvética quiere ayudar a la sociedad cubana a través de diversos programas para que, a pesar de la situación en la isla, se pueda estimular el desarrollo del país de forma pacífica, participativa y bajo la salvaguarda de las conquistas sociales.
Anualmente la dirige un presupuesto de 4 a 5 millones de francos para los proyectos en la isla. De ese monto se colabora en la financiación de mediCuba.
La COSUDE se ocupa principalmente de tareas en la provincia y en las comunidades cubanas. De esta manera apoya, por ejemplo, un proyecto que permite optimizar el almacenamiento de maíz, arroz y fríjol.
En las provincias de Villa Clara, Holguin y Granma sostiene, a través de un programa de reforestación, la lucha contra la escasez del agua.
Regeneración del suelo
Se trata de un proyecto en el que se trabaja para regenerar la tierra afectada por años con el monocultivo de la caña de azúcar, a través de plantaciones de bambú. Esta planta conserva el agua en el suelo y produce muchas hojas que enriquecen la tierra de sustancias alimenticias.
La COSUDE también apoya esfuerzos del Programa de Naciones Unidas para la Alimentación y en la difusión internacional de noticias del Sur, a través del respaldo a la agencia de prensa IPS.
Adelante con el cine
En el sector cultural, la COSUDE apoya en La Habana a la Escuela Internacional de Televisión y de Cine (EICTV) y en Gibara, el Festival de Cine ‘Filmes pobres’. La EICTV impulsa a los realizadores cubanos y latinoamericanos y el Festival de Gibara es una plataforma para las producciones con reducido presupuesto, posibles gracias a la tecnología digital.
Cuba ha podido salir de la crisis conceptual y de abastecimiento con el apoyo político y económico de Venezuela. El intercambio de científicos e investigadores cubanos tiene nuevo respaldo en Europa.
Más intercambios científicos
Suiza no quiere quedarse afuera de esa tendencia. Charles Kleiber, el secretario de Estado suizo para la Formación y la Investigación, realizó en febrero pasado una visita a La Habana en la que buscó estrechar la colaboración entre Cuba y Suiza en el sector de la investigación biotecnológica. Siete solicitudes de becas de La Habana ya se han girado.
En una ponencia, Charles Kleiber aseveró que la mejor forma de combatir la fuga de cerebros, de la que también Cuba padece, es el intercambio internacional de investigadores y científicos.
Kleiber advirtió en La Habana que también Suiza no podría tener ninguna sociedad concentrada en el conocimiento sin los extranjeros. El 17% de sus estudiantes, el 35% de sus profesores y el 5% de sus egresados son extranjeros.
swissinfo, Edwin Dettling, La Habana
(Traducido del alemán: Patricia Islas)
En el verano de 2001, el suizo Mark Kuster creó, junto con otros interesados, la organización de ayuda infantil Chamaquito.
Este grupo trabaja en territorio cubano con la reconstrucción de edificios y de la infraestructura necesaria para los niños y jóvenes de la provincia de Camagüey.
La organización no distribuye dinero en Cuba, sino se implica directamente en una serie de proyectos.
Chamaquito se basa en la labor voluntaria y no paga salarios.
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