El sida y la industria farmacéutica
Las empresas del sector, sobre todo las suizas y estadounidenses, centran sus esfuerzos en la investigación y el desarrollo de nuevos fármacos.
El objetivo es paliar el sufrimiento que causa la enfermedad y prolongar las expectativas de vida.
Los pronósticos dados acerca de la propagación del sida para el año 2002 hace 15 años, se han triplicado. El año pasado estaban afectados por esta epidemia más de 40 millones de hombres, mujeres y niños, de acuerdo con las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
95% de éstos vive en los países del Tercer Mundo y la mayoría en el Africa. Entre tanto, son los niños y las mujeres a los que, proporcionalmente, más afecta la enfermedad. El número de huérfanos que va dejando el sida sobrepasa ya los 15 millones.
Situación sociopolítica
La situación que hoy reina, especialmente en el Africa, es dramática. La inexistencia de una infraestructura adecuada, o sea la falta y deficiencia de carreteras, de hospitales, de personal médico, imposibilitan el combate y el tratamiento efectivos del sida.
Pero aún más grave parece ser el comportamiento de sus autoridades y las escasas medidas tomadas por éstas. La opinión de ciertos gobernantes africanos de que el sida no representa un problema para sus países es realmente grotesca.
Tales comentarios se pudieron escuchar durante la cumbre mundial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que se llevó a cabo a fines de 1991 en Doha.
La conducta inaceptable de muchos maestros de escuela que sin reparo alguno buscan el contacto sexual con sus alumnas, o la negación de usar preservativos, muestra la dificultad de combatir seriamente el sida.
Por otro lado, con la simple puesta a disposición de medicamentos, no se alcanza ningún beneficio para los que padecen la enfermedad.
La mejor forma de mejorar este enorme problema está en influir sobre la manera de pensar de gobernantes, personal médico y de la gente joven, tratando de imponer una responsabilidad seria y competente.
Los fabricantes de medicamentos no deberían limitarse a la venta o donación de fármacos. Igualmente importante es mejorar la infraestructura, tratando de beneficiar a toda la población, especialmente a la rural, que tiene mucha dificultad para acceder a tratamientos médicos y hospitalarios.
Medicamentos disponibles
En los últimos veinte años, la industria farmacéutica, especialmente la suiza y estadounidense, ha desarrollado varios medicamentos para combatir y aliviar el sido, prolongando las expectativas de vida de quienes han contraído el virus.
Se han desarrollado 18 medicamentos para tratar el sida: la empresa angloamericana GlaxoSmithKline dispone de 6 fármacos, la suiza Roche de 5, otras tres firmas estounidenses 2 cada una, y la alemanna Boehringer uno.
La mayor parte de estos productos son de fabricación estadounidense y suiza. Las farmacéuticas GlaxoSmithKline y Roche son las empresas más activas en el campo de investigación.
Inevitablemente ha surgido un problema en la distribución de los medicamentos en los países del Tercer Mundo. Siendo los precios de estos productos muy altos, varias empresas nacionales empiezan a producir genéricos (copias) muy baratos, violando así las patentes de los medicamentos originales.
La empresa de India Cipla ofrece sus productos hasta 70% por debajo del precio de los originales. Ante la gravedad de la epidemia, las empresas estadounidenses y suizas han tenido que aceptar la nueva situación y empiezan a bajar sus precios, lo que ha dado lugar a una movida competencia en el mercado.
Mientras que Abbott, GlaxoSmithKline o Roche no se limitan a la venta de sus productos, organizando cursos para el personal médico y tratando de mejorar la infraestructura necesaria para una terapéutica integral, las empresas que fabrican genéricos se dedican únicamente a vender sus medicamentos.
Aunque hoy se tengan suficientes medicamentos a disposición, ha nacido un problema nuevo en su aplicación. Cada vez más se constata que los medicamentos que se van usando desde hace varios años pierden su efectividad.
De ahí que la tarea de la industria farmacéutica de investigación tenga que seguir siendo muy intensa para desarrollar más y mejores productos.
Hoy parece que el mejor tratamiento se basa en la mezcla de dos o tres substancias activas, o sea un ‘coctel’ de varios medicamentos, que puede esquivar la defensa del VIH.
swissinfo, Luis Salinas, Basilea
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