En tela de juicio las pensiones a incapacitados
El partido más popular de Suiza sostiene que existen muchos ‘falsos discapacitados’ que se aprovechan del dinero del seguro de invalidez.
La organización de apoyo a las personas con deficiencias, Pro Infirmis, responde a esta “campaña de difamación”.
Pro Infirmis indica que la actual cruzada de la Unión Democrática de Centro (UDC), en relación con los beneficiarios de las pensiones por invalidez, tendrá consecuencias nefastas para la ya complicada integración de los incapacitados en el país.
En opinión de Rita Roos, presidenta de Pro Infirmis, los argumentos de la UDC son sólo polémicos, afectan a los más indefensos y no proponen soluciones.
Pero el partido en mención, que ahora atrae mucho más atención en los medios helvéticos tras su demostrado incremento de adeptos en las elecciones federales del 19 de octubre pasado, no tiene miramientos.
Con su conocido tono combativo asegura la existencia de “falsos inválidos”, es decir, personas que, a su juicio, abusan de esta prestación.
Más control, reclama la UDC
“El problema de fondo reside en el aumento drástico del número de falsos inválidos. Las cifras son claras: 160.000 personas percibieron las pensiones del seguro de invalidez en 1990, mientras que ahora son 260.000; es decir, se registró un alza del 60%. Y en ese periodo se incrementaron los costos del seguro de 4 a 10 millones de francos aproximadamente”, indica Christoph Mörgeli, diputado federal por Zúrich de la UDC, en un texto que enmarca la campaña de su partido.
Para la UDC es evidente el potencial de abusos que puede observarse en las estadísticas del seguro de invalidez, en el que ha aumentado el número de pensionados por motivos psicológicos o por dolores dorsales, cefálicos o traumatismos en la colonia vertebral, indica a swissinfo, Yves Bichsel, portavoz del partido.
Al preguntársele si existen pruebas de esta afirmación, Bichsel responde que “hay médicos, funcionarios de la administración publica y las mismas estadísticas que lo demuestran”.
La dificultad central, opina, es que hay muy poca supervisión para controlar los abusos en la solicitud de las pensiones de invalidez.
Menos dinero
Una perspectiva totalmente distinta a la que se tiene en Pro Infirmis. Mark Zumbühl, su portavoz, subraya: “No conocemos personas que simulen incapacidades”. Además, indica, la autorización de las pensiones para los afectados de una discapacidad se controla mediante un estricto proceso.
“La afirmación de la UDC es tanto como decir que todos los automovilistas cometen faltas de tránsito o que todos los usuarios del tren viajan sin boleto”, objeta.
Lo único claro en este debate es que el número de afectados por incapacidades que reciben la pensión de invalidez va en aumento y hay menos dinero para cubrir su asistencia social.
Y todo esto en momentos en los que el Gobierno Federal quiere apretarse el cinturón, aunque, a juicio de Pro Infirmis, la dieta se perfila en el sitio equivocado.
swissinfo, Patricia Islas Züttel
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