Ginebra: Suiza al ritmo del mundo
La 'Ciudad del borde del Lago', la 'Ciudad de Calvino'... Ginebra, apéndice helvético en territorio francés, es una tierra de contrastes y, sin duda alguna, la más internacional de las ciudades suizas.
«Tuve que hacer allí una parte de mi instrucción militar. Y mis padres tenían miedo de que fuera a Ginebra, a esa ‘ciudad del pecado’. Su vida nocturna imponía entonces y tenía mala reputación en la Suiza germanófona de los años 50 y 60. Pero, bueno, ¡al final no pasó nada grave!», afirma el humorista Emil Steinberger.
Ginebra, ¿ciudad del diablo después de haber sido la ciudad del muy austero Calvino? Evidentemente, la anécdota es más que añeja. De todas formas, hoy todavía Ginebra es una ciudad ‘diferente’ en Suiza.
El mundo en una ciudad
«Ginebra, más aún que Zúrich, es una ciudad multiétnica. Y una urbe políticamente comprometida si pensamos en los Convenios de Ginebra», constata el cantante del grupo de rock Gotthard, Steve Lee.
La ciudad alberga 22 organizaciones internacionales, entre ellas la sede europea de la ONU, unas 180 ONG y 150 misiones diplomáticas… Con un palmarés de huéspedes internacionales de esa categoría es comprensible que Ginebra tenga un carácter particular. ¡El 45% de su población es extranjera, representando a más de 180 países!
«Con frecuencia me encuentro a diplomáticos que han dejado Berna para irse a instalar a Ginebra. Porque allí, junto a las organizaciones internacionales, hay más movimiento y se pueden hacer buenos intercambios», señala Jacques Hainard, director del Museo Etnográfico de la ciudad desde hace dos años.
Emil también intenta la comparación con la capital federal: «Me parece una ciudad interesante, con todos esos funcionarios de instituciones internacionales que le dan su imagen de marca. Son funcionarios distintos de los de Berna, tienen más dinero y eso se nota. En Ginebra, por ejemplo, ¡puedes encontrar muchas más mujeres elegantes!».
Es verdad que en algunos barrios de Ginebra el dinero corre en abundancia. Hecho que llama la atención del romanche Chasper Pult, quien nos recuerda que, no obstante, la apertura ginebrina hace referencia a otros valores. «Una ciudad abierta, cosmopolita desde hace siglos. Pensemos por ejemplo en el modo en que aceptó a los refugiados hugonotes. Por eso, para mí es hoy casi una contradicción que se hayan establecido en Ginebra millonarios, o incluso multimillonarios, que han colonizado una parte del lago y de la propia ciudad. Pero me siento orgulloso de que Suiza tenga una ciudad tan cosmopolita».
¿En Suiza?
La ‘diferencia’ ginebrina hace que para unos cuantos suizos, con una visión un tanto esquemática del espíritu helvético, Ginebra casi no sea una ciudad suiza. En ciertos círculos, ‘identidad nacional’ rima mal con ‘otredad’.
Sin duda que ese sentimiento es más frecuente en el norte que en el sur. «No es mi caso», dice Chasper Pult. «He dado muchos cursos de romanche en Ginebra. El hecho de que esta lengua sea enseñada aquí demuestra que Ginebra es sensible a los valores culturales suizos».
Para Steve Lee, cantante del grupo Gotthard, el ‘Röstigraben’ (denominación por la que se conoce la frontera lingüístico-cultural que separa la Suiza francófona de la germanófona) es una realidad, y especialmente en el medio musical en que se mueve. Sin embargo, el Tesino tiene afinidades particulares con la Romandía (Suiza francófona) en general y con Ginebra en particular. Y eso a pesar de que hoy día los tesineses emigran hacia la Suiza de expresión alemana.
Sea como sea, Jacques Hainard tiene su propia explicación al desajuste entre Ginebra y Suiza: «Creo que hay algo de cierto. Ginebra es una ciudad extraordinariamente orgullosa de sí misma, y preferiría que sus perspectivas internacionales no tuvieran que estar sujetas siempre a la política helvética. Esa Ginebra funciona en ciertas cabezas como una entidad, como un espacio que se distingue del resto. Es una característica que marca la calidad de Ginebra, una cultura que quiere ser a la vez local e internacional».
Múltiple
De todas formas, Ginebra es Suiza y muchos de sus rasgos así lo confirman. La ciudad está situada entre un lago (Leman) y unas montañas (Salève y Jura). Es el lugar de nacimiento de la industria relojera suiza. Tiene bancos por todas partes. ¡Y allí también se venden cucos!
En realidad, Ginebra es sobre todo la sorprendente yuxtaposición de varias ciudades diferenciadas. La elegancia del casco antiguo. Los imponentes edificios de la zona internacional y su Place des Nations. El futurismo del CERN (Centro Europeo de Física de Partículas), en la periferia. Las imágenes de tarjeta postal de sus muelles y el Chorro de agua. El caos simpático y abigarrado del barrio de Pâquis, hacia la estación de Cornavin.
«La presencia de tantos africanos y asiáticos en Ginebra da la impresión de que uno no está en Suiza. Cornavin et Cointrin son dos lugares que podrían estar en cualquier parte de este mundo globalizado», afirma Chasper Pult.
¿Y si al final Ginebra, en su diversidad, no fuera más que una imagen del mundo actual, Suiza incluida, con sus contrastes y diferencias?
swissinfo, Bernard Léchot, con la colaboración de Luigi Jorio y Marc-André Miserez
(Traducido del francés por José M. Wolff)
Ginebra, ciudad francófona, se encuentra situada en el extremo occidental del Lago Leman y constituye casi un enclave en Francia: el cantón de Ginebra (282 km2) comparte 103 km de frontera con Francia y sólo 4,5 km con Suiza.
En la actualidad la ciudad tiene algo más de 185.000 habitantes. En cuanto al cantón, se acerca a los 445.000 habitantes. La aglomeración ginebrina (Ginebra y otros nueve municipios) cubre la mayor parte del territorio cantonal.
El símbolo de la ciudad es su famoso Chorro de agua: proyecta 0,5 metros3 de agua a 140 metros de altura. Cuando el agua sale al exterior lo hace a una velocidad de 200 km/h.
El estadio de Ginebra, sede del FC Servette, fue inaugurado en 2003. Ubicado en una zona denominada La Praille, puede acoger a 30.000 espectadores.
En él se disputarán tres partidos de la primera ronda de la fase final de la Eurocopa 2008:
– Portugal–Turquía (sábado, 7 de junio de 2008, a las 20h45)
– Chequia–Portugal (miércoles, 11 de junio de 2008, a las 18h00)
– Turquía–Chequia (domingo, 15 de junio de 2008, a las 20h45)
Se instalará una ‘Zona oficial para aficionados’ (con capacidad para 80.000 personas) en la Plaine de Plainpalais, en el centro de la ciudad. En el Centro Deportivo de Bout-du-Monde, en Ginebra-Carouge, se instalará un ‘Fan Village’ (con capacidad para 20.000 personas) y un camping.
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