Una suiza con la medicina alternativa en Chile
En la cuna de la cultura mapuche, en el sur de Chile, la químico-farmaceútica suiza Solveig Schrickel aporta desde hace 15 años su experiencia a la medicina alternativa.
El fruto de ese trabajo y de sus conocimientos previos es la publicación de su primer libro sobre el tema: «La salud en nuestras manos».
La región de la Araucanía, en el sur de Chile, es una zona rica en tradiciones y costumbres emparentadas con el uso permanente de yerbas medicinales. Los campesinos y etnias originarias, principalmente mapuches, han usado sus propias fórmulas desde tiempos ancestrales .
La razón está en “la precaria situación que les ha afectado durante siglos y la generosidad de sus tierras que producen todo tipo de yerbas, yerbas que con el correr del tiempo han demostrado científicamente su efectividad, y se han traducido en el uso cotidiano y masivo”, estima la investigadora suiza.
15 años en la Araucanía
Solveig Schrickel, ingeniero comercial y asistente de laboratorio farmacéutico, es una suiza «criada en Berna, con estudios en Basilea» y asentada en la región desde hace quince años, tiempo en el cual ha transmitido a las comunidades mapuches su experiencia profesional sobre el uso y la aplicación de “la medicina no tradicional”.
La meta de su labor es “crear conciencia de que se puede evitar muchas enfermedades y, lo más importante, a cero costo, sin tener que trasladarse desde lugares alejados hasta la ciudad, porque la higiene y el consumo habitual de ciertas plantas medicinales crean anticuerpos en las personas”.
“Lo anterior tiene que ver con la prevención de enfermedades que pueden ser mortales si no se las atiende. Es allí donde estamos preparando monitores para que divulguen esta manera de protegerse de las enfermedades”, sentencia.
Secretos de la naturaleza
Solveig tiene 45 años, pero luce lozana y muy activa. “Son secretos de la naturaleza. Debemos mantenernos en contacto con lo que ella nos ofrece, por ejemplo con la gran variedad de plantas medicinales que tienen toda una gama de beneficios que ayudan a vivir mejor”.
Desde hace doce años acude periódicamente a diversas comunidades mapuches que se encuentran en lugares inhóspitos y de difícil acceso, especialmente en periodos de invierno.
Y es que, desde marzo hasta octubre, la lluvia, el viento y el frío en esta región producen trastornos no sólo en el ámbito de la salud, sino también en los caminos. Las comunidades mapuches quedan aisladas, sin comunicación con las ciudades.
Ubicadas entre la cordillera de los Andes y el océano Pacífico, hay comunidades mapuches que sobreviven de los frutos silvestres (piñón) cuyo árbol sagrado ofrece la araucaria. Este producto comercializado en las ciudades es el único alimento de los indígenas durante los meses de invierno.
Un nexo entre las culturas indígenas
Los recorridos de Solveig se han convertido en una especie de «nexo entre la diversidad de culturas de la región».
«Hoy, los campesinos y las diversas comunidades mapuches intercambian informaciones sobre las plantas que previenen o curan ciertas enfermedades. Eso es lo importante del proyecto”, dice a swissinfo la investigadora helvética.
Quienes viven en medio de la cordillera nevada y aquellos instalados cerca del mar saben cómo se deben cuidar y qué plantas se debe utilizar para proteger su salud.
“Nuestro trabajo es como la de un correo que lleva y trae no sólo yerbas, sino también información que les permite mejorar su condición de salud y prolongar su longevidad”, comenta.
El trabajo que desarrolla Solveig tiene sus raíces en el conocimiento de las ‘machis’, apelativo de las mujeres médicos que hay en cada comunidad mapuche.
Por otro lado, recurre a los textos traídos desde Suiza para dar el rigor necesario a sus averiguaciones científicas.
Ayuda a los marginados
Solveig considera que su trabajo es la continuidad de su propio aprendizaje enriquecido con la sabiduría mapuche, y con el saber que ella imparte a sus beneficiarios: los marginados de la sociedad chilena, aquellos que no suelen tener acceso a los cuidados médicos.
También trabaja en consultorios, hospitales y universidades. La acumulación de sus experiencias le ha permitido escribir un libro sobre la salud y las plantas medicinales. (Ver artículo relacionado en ‘más sobre el tema’).
Trabajo de formación
Para dar a conocer parte de su trabajo da cursos y charlas en las universidades sobre el uso de las plantas medicinales, sobre las enfermedades que más afectan a una región u otra, divulgando los nombres de las plantas con propiedades para prevenir o curar.
Hasta ahora, la investigadora helvética ha formado a cerca de 150 monitores cada año; eso significa que unas 4.000 personas se han beneficiado con este proceso de formación de agentes en salud a través de plantas medicinales.
Solveig Schrickel se prepara para asistir dentro de poco a un encuentro de medicina alternativa, en el que participarán alrededor de 150 profesionales de la salud.
En su libro «La salud en nuestras manos» se refiere a más de 90 plantas medicinales que tienen propiedades curativas y, por ende, son una verdadera alternativa a los medicamentos fabricados por la industria química.
(La entrevista sigue en ‘más sobre el tema’).
swissinfo, Nelson Muñoz, Araucanía (Chile)
Solveig Schrickel pasó su infancia en Berna y su formación profesional la realizó en Basilea.
Lleva 15 años viviendo en Chile, compartiendo su experiencia con las comunidades indígenas.
La publicción de su libro ha sido financiada por las comunidades de iglesias reformadas de Suiza.
Los recorridos permanentes de esta profesional suiza han permitido que quienes viven en medio de la cordillera nevada y aquellos asentados cerca del mar compartan conocimientos sobre cómo deben cuidarse de las enfermedades.
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