Historia milenaria de Einsiedeln
El monasterio benedictino de Einsiedeln es el mejor ejemplo del barroco en Suiza, el punto principal de peregrinaje en el país y el origen de la ciudad cuyo nombre se deriva de la palabra en alemán, "einsiedler": eremita.
La guía de turismo de Einsiedeln, Gertrud Oggenfuss, nos introduce a la iglesia abacial, testimonio vivo de fe y legado artístico de gran belleza en esa ciudad del cantón de Schwyz.
Viajar hacia Einsiedeln resulta un placer, gracias a los excelentes caminos y rutas férreas de Suiza y ese paisaje helvético enmarcado por el lago de Zúrich y las verdes llanuras -en invierno bañadas de nieve-, por las que se asciende de Wädenswil a la sede del monasterio benedictino.
Apenas a 50 minutos en tren de Zúrich, esta ciudad, con sus 12.000 habitantes, aún conserva su sabor a provincia.
De la estación de tren local se llega a pie en cinco minutos a la plaza del monasterio benedictino, origen de este asentamiento del cantón de Schwyz, en la región central de Suiza.
Una escalinata conduce a la Abadía de Einsiedeln. A nuestro paso, las campanadas marcando la hora en punto nos reciben, acentuando, solemnes, la importancia cultural, arquitectónica y religiosa del recinto.
Se trata del punto principal de peregrinaje en el país.
«Como 6.000 personas»
En días de peregrinación, en días festivos, esta plaza se llena de miles de fieles. La comunidad más numerosa es la portuguesa. También la española llega para bailarle a la virgen negra, patrona de Einsiedeln.
«Miles y miles de peregrinos vienen aquí. Por ejemplo, cuando vienen los portugueses son como 6.000 personas. La gente viene desde hace siglos», asienta Gertrud Oggenfuss, guía en español de la Oficina de Turismo de Einsiedeln.
Oggenfuss inicia allí, en la plaza, su descripción sobre la edificación religiosa ante nuestros ojos, la sexta en la historia milenaria del monasterio.
«Estamos delante de este convento benedictino. Este edificio lo han comenzado en 1704. Han derrumbando el edificio gótico anterior y han construido un edifico barroco. En el año 1735 lo terminaron y unos años más tarde se hizo la plaza. Es un conjunto muy barroco, en 50 años han construido todo.»
El ejemplo más significativo del barroco en Suiza. El exterior es solemne y austero comparado con la rica decoración que nos espera en la iglesia ‘la Asunción de Maria’.
Contraste
«En aquella época han mostrado en la arquitectura lo contrario entre lo de afuera y lo de adentro (de la edificación), o lo de aquí, de esta Tierra y del Cielo, por eso se ve este contraste», advierte Oggenfuss.
Nuestra guía retrocede al siglo IX, cuando a estos bosques vírgenes llegó el monje Meinrad, quien había abandonado la abadía de Reichenau en busca de un sitio para retirarse, «para vivir solo», como indican los preceptos de San Benito.
«Lo ha encontrado en la colina cercana de Etzel, donde permaneció unos siete años, pero vino tanta gente a pedirle consejo que se retiró al bosque oscuro. Al encontrar una fuente aquí decidió construir una capilla».
La historia lo señala como el primer habitante de este lugar. Proveniente del lago de Constanza (Bodensee), entre Suiza, Alemania y Austria, Meinrad era un eremita, o dicho en alemán, «ein Einsiedler», de allí el nombre del lugar.
La fuente que se observa en la plaza, la ‘Marienbrunnen’ es en recuerdo de la que descubrió el monje ermitaño.
La leyenda de los dos cuervos
Meinrad «vivió en esta colina 26 años; no obstante, en el año 861 vinieron dos hombres, él sabía por una visión de Dios que venían a matarlo, pues querían robarle. Aquí comienza la leyenda. Se dice que dos cuervos que él habría criado persiguieron a sus asesinos».
Gracias a sus graznidos –se afirma- los malhechores fueron descubiertos y ajusticiados en Zúrich. Estos dos cuervos son el emblema de la ciudad y de la propia abadía, cuya primera construcción de estilo románico data del 934.
Continúa en Más sobre el tema con ‘La iglesia abacial de Einsideln, no sólo un monumento’
swissinfo, Patricia Islas Züttel
Einsiedeln, con sus alrededor de 9.000 habitantes, se ubica en el cantón suizo de Schwyz, uno de los primeros de la alianza que dio origen a la actual Confederación Helvética.
En el escudo del Monasterio (con fondo dorado) y en el de la comuna (con fondo rojo) aparecen los dos cuervos que han quedado en la historia del origen de Einsiedeln.
Año 835: Monje Meinrad llega del monte Etzel al lugar.
Año 861: Meinrad es atacado por dos bandidos.
Año 934: Fundación del monasterio benedictino.
Año 1073: Aparece por primera vez inscrito el nombre de ‘Einsiedelen’.
El Mercado de Navidad como todos los años viste de fiesta la plaza frente al Monasterio de Einsiedeln. Este 2006 aparece del 2 al 10 de diciembre con más de 120 puestos de curiosidades y delicias gastronómicas de varios puntos del mundo. Los pobladores de Einsiedeln son los protagonistas principales del ambiente festivo del mercado, el mayor de la región central de Suiza.
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