Locarno, ventana a las culturas del mundo
Entre el olor a pólvora de la fiesta nacional suiza, el Festival de Cine de Locarno abre su 55ª edición.
Locarno, puerto suizo de las orillas del Lago Maggiore en el cálido agosto del sur de los Alpes. Una pantalla gigante de 26 metros de ancho por 14 de alto implantada en la Piazza Grande de la ciudad.
Un espacio pintoresco de cortes lombardos convertido durante 10 días en la mayor sala de cine al aire libre del mundo, con sillas para más de 6.500 espectadores.
Así es el decorado excepcional del Festival Internacional de Cine de Locarno, uno de los 5 mayores encuentros cinematográficos del mundo, el más antiguo de Europa – después de Venecia, pero antes de Cannes – y el más importante de la veintena de encuentros cinematográficos que cada año tienen lugar en Suiza.
Programa
Aún en medio de los olores de pólvora y de fuegos artificiales de la fiesta nacional suiza del primero de agosto, Locarno inicia su 55ª edición. Hasta el 11 de agosto, entre más de 250 cintas que se proyectarán en las diferentes secciones, 22 filmes de 17 países compiten por los Leopardos de oro, plata y bronce que premian los nuevos talentos, los valores que se confirman y las nuevas expresiones libres.
Al pasar a la especialidad de festivales no especializados con concurso, por decisión de la Federación de Eventos internacionales de Cine (FIAPF en su sigla francófona) Locarno enriquece sus premios.
El Leopardo de oro será de 90.000 francos suizos, unos 60.000 dólares y el Leopardo de plata llegará a 30.000 francos, cerca de 20.000 dólares.
Una sola película latinoamericana figura en el concurso de este año. Se trata de «Tan de repente», del realizador argentino Diego Lerman. Otros dos títulos argentinos: ‘Cabeza de palo’ de Ernesto Baca, y ‘Todos juntos’, de Federico León, participan en los concursos para producciones en vídeo.
«Desafortunadamente muy pocas producciones de América Latina fueron presentadas al festival. La dramática crisis argentina tiene mucho que ver en ese sentido», confirma la directora del festival, Irene Bignardi
Memoria
Locarno conserva en su memoria imágenes de por lo menos la segunda mitad de la apenas centenaria historia del cine. Como plataforma para el lanzamiento de primeras obras, el festival de la Suiza de expresión italiana ha sido un descubridor de nuevos autores, nuevas cinematografías y grandes momentos del cine.
El neorealismo italiano, los cines del Este europeo durante la guerra fría, la nueva ola francesa, los cines independientes de América Latina y Estados Unidos y los cines asiáticos consiguieron consagración y fueron dados a conocer en Locarno.
Locarno también ha dado proyección al cine suizo y a sus realizadores. A finales de los años setenta, autores como Claude Goretta, Alain Tanner, Michel Soutter, Rolf Lyssy, Daniel Schmid, protagonistas de la modernización del cine suizo, adquirieron una audiencia internacional gracias al festival.
Este año, 2 películas suizas compiten en el concurso por los Leopardos de oro, plata y bronce: ‘Aime ton père’ (Ama a tu padre), de Jacob Berger, y ‘Oltre il confine’ (Más allá de la frontera) de Rolando Colla. Además, otras 50 producciones suizas participan en otras secciones.
Ventana hacia otras culturas
Destino turístico de renombre desde el siglo XIX, la Suiza de expresión italiana tiene en el festival de Locarno una de sus mayores atracciones artísticas y culturales. Porque el cine es para Suiza y para el cantón del Tesino una enorme ventana abierta a las culturas del mundo.
«Como minoría de lengua italiana estamos orgullosos de tener quizá el mayor evento cultural de Suiza, con importantes impactos económicos para la región. Esto tiene un significado político en los equilibrios entre mayorías y minorías dentro del país», explica a swissinfo Marco Solari, presidente del festival.
Competencia creciente
Con un presupuesto anual que hoy supera el equivalente en francos suizos de 6 millones de dólares, el Festival de Locarno ha venido creciendo en proporción a la competencia de encuentros que proliferan por todas partes y que le disputan la escasa producción para consolidar cada año su programa.
«Con el empleo de los sistemas digitales y del vídeo, todo el mundo se siente realizador y, a veces, se producen cosas francamente horribles. Sin embargo, Locarno, manteniendo su seriedad, consigue cosas bellas», afirma Irene Bignardi, directora del festival.
Buscar la diversidad y la calidad
Precisamente cuando, a partir de hoy, Suiza estrena una nueva ley del cine cuyo principal objetivo es reforzar y garantizar la diversidad en la producción y distribución de cine, la 55ª edición de la reseña de la Suiza de lengua italiana presenta una retrospectiva de 30 filmes producidos por la India en los últimos 25 años.
En colaboración con la agencia suiza de ayuda al desarrollo, COSUDE, Locarno se abrirá más a los autores de los países del Sur y del Este del globo.
En esa perspectiva, el 11 de agosto, como cierre del certamen, Locarno consagrará una jornada a la proyección de 110 kilos de películas salvadas de la destrucción en Afganistán.
Oscilando según los cambios, gustos y opciones de la producción, distribución y consumo de cine, confrontado con la multiplicación de eventos culturales y festivales de cine que pueden debilitar su importancia, el Festival de Locarno, como indica Marco Solari, «debe luchar por su afirmación en la calidad de los contenidos».
Jaime Ortega
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.