Pro Ticino, un pedazo de Suiza en el Perú
Eran tiempos de la masiva emigración suiza, también al Perú. Para acoger a los recién llegados en el país lejano y extraño, se creó Pro Ticino.
Hoy, la tercera generación de descendientes de aquellos tesineses mantiene sus raíces vivas a través de esta asociación.
Piazza, Ghezzi, Ferrini,Talleri, Quattrini, Giannoni… apellidos que para el común de los peruanos son italianos, en realidad pertenecen a ciudadanos suizos, a los pioneros emigrantes tesineses, cuyos descendientes fundaron la Asociación Pro Ticino.
La colonia suiza surgió oficialmente con la fundación de la Sociedad de Beneficencia ‘Helvetia’, en 1879 – más de medio siglo después de la independencia del Perú, como lo documenta ‘Presencia Suiza en el Perú’.
Esta publicación alude también a Pro Ticino. Según la monografía de Augusto Pedrazzini, la sección peruana de esta institución se fundó en Lima el 23 de diciembre de 1929, por iniciativa de Felipe Giovannoni, quien viajaba por negocios a América del Sur.
La colonia tesinesa de aquel entonces estaba formada por 207 personas que vivían mayormente en Lima, pocos en Arequipa y otras localidades.
Vinculada a la sección de Buenos Aires, Pro Ticino de Lima «se fortaleció con el apoyo de don Severino Marcionelli, Cónsul Honorario de Suiza, en cuya residencia se celebró por primera vez la fiesta nacional suiza», inscribe el documento.
Después de la primigenia asistencia a compatriotas recién llegados, Pro Ticino se dedicó a mantener las raíces tesinesas. Los domingo, sus miembros se reunían en el Club Suizo para jugar ‘boccia’ y en alta voz, con el ‘boccalino’ en la mano, comentar las mejores jugadas.
Historia de una familia tesinesa
Felipe Barclay Piazza, de 47 años, es el actual presidente de Pro Ticino en el Perú. Recibe a swissinfo en su oficina, desde donde la vista se deleita con los Lagos de la Molina, en Lima. Un panorama que nada tiene que envidiar a los más bellos lagos tesineses.
La historia de su familia está estrechamente ligada a Pro Ticino. Su abuelo fue Franco Piazza, «hombre de profunda sensibilidad y fe patriótica que ha sabido mantener viva la llama del amor al terruño, la admiración y la lealtad a la patria Suiza», describe Giovannoni.
Franco Piazza fue presidente de esta asociación durante veinte años. Su hija, Alida Piazza de Barclay, la presidió 10 años, hasta su muerte en 1999, cuando le sucedió su hijo Felipe. «Es casi un cargo hereditario», bromea Barclay.
«La familia Piazza era originaria de Olivone y vivía en Lugano cuando sus dos hijos – Walter y Roberto – emigraron en 1920. Tras la primera Guerra Mundial, la situación económica era nuevamente difícil en el Tesino. La primera ola migratoria salió en 1850», recuerda.
Los dos hermanos, prosigue Barclay, vinieron al Perú para labrarse un futuro en el comercio. Roberto, que trabajaba en un banco, se casó con una peruana y poco después fundó con su hermano Walter la distribuidora textil ‘Walter y Roberto Piazza’.
«Cuando llegó a Lima, mi abuelo Franco pasó a formar parte de esta empresa familiar y poco después se casó en Arequipa con Julia Roberts, peruana de ascendencia inglesa. De esa unión nacieron Alfredo, Doris, Franco y Alida, mi madre».
Fusión de razas y nacionalidades
Alida se casó con Percy Barclay, peruano de ascendencia escocesa. La pareja tuvo seis hijos: Peter, Alfredo, Ana, Felipe, Alida y Franco Barclay Piazza. «Soy un poco inglés, escocés, suizo, seguramente también español», dice el actual presidente de Pro Ticino.
Quizás, agrega, también tengo ‘de inga y de mandinga’, en referencia a que por sus venas corre sangre indígena y africana, aunque nada en su físico lo confirme. «Soy el resultado de la fusión de varias razas», expresa quien ha conservado sólo las nacionalidades suiza y peruana.
Barclay se identifica en primer lugar como peruano. «Es determinante el lugar donde uno crece, aunque tenga contacto con diferentes culturas. Me he acostumbrado al ‘día a día’, soy flexible, abierto».
Nunca he pensado emigrar a Suiza, tal vez uno de mis hijos (Daphne de 16 y Mathias de 14 años) quiera hacer algún día un postgrado en una universidad suiza, añade Barclay, casado con la peruana Jessica del Águila.
Barclay es administrador de empresas. Trabajó como agente de bolsa, representó a una compañía de seguros estadounidense, fue miembro del directorio de una aseguradora de pensiones peruana, director de otra compañía de seguros, es dueño de una compañía inmobiliaria, director de una empresa naviera…
Solidaridad, una tradición suiza
También es deportista. Su oficina está llena de cuadros que describen su deporte favorito: las velas. «En varios campeonatos he representado al Perú», dice sin ocultar su orgullo quien también es un apasionado del golf.
Entre 1999 y 2004, Barclay presidió la Liga Peruana de Lucha contra el Cáncer. «Era mi actividad preferida. Cuando desempeñaba ese cargo conocí en Perú a otro tesinés, Franco Cavalli, presidente de la Unión Internacional de Lucha contra el Cáncer».
Aunque ya no preside la Liga, Barclay apoya a la Fundación Peruana de Lucha contra el Cáncer. Y aquí considera que mantiene una tradición suiza: la solidaridad. Pero también se siente suizo de otras formas. «Trato siempre de ser puntual».
«Mi abuelo suizo mantuvo las tradiciones suizas y tesinesas en particular: comíamos Fondue, mucha pasta en grandes reuniones familiares, en su lancha flameaba una banderita suiza y en casa teníamos un ‘grottino’, un comedor-bar de madera. El Tesino estaba siempre presente».
«Somos suizos peruanizados»
El abuelo de Barclay también contribuyó al fortalecimiento del Club Suizo, donde se reúnen suizos de la parte alemana, francesa e italiana. ¿Y el ‘Röstigraben’? «No se ve, es un ambiente abierto, aún cuando los suizos de habla alemana son mayoría».
La comunidad suiza en Perú no es muy grande y en su opinión, no existen diferencias, celebran juntos el 1° de agosto y si hay algo que los une es que todos están contagiados del espíritu peruano, caracterizado por ser acogedor.
La cercanía es tal vez mayor entre los tesineses, reconoce Barclay. Entre nosotros, continúa, mantenemos las costumbres, el idioma, nos apoyamos unos a otros. Antes, cuando alguien viajaba por barco llevaba y traía noticias de Suiza.
¿Cómo se siente un tesinés de tercera generación cuando va a Suiza? «Estuve allá tres veces, de vacaciones, en la parte alemana y el Tesino, donde visité a mis parientes, con quienes mantengo contacto estrecho. Algunos han visitado el Perú».
En Suiza Barclay dice sentirse distinto, lo que no quiere decir que haya olvidado sus raíces. «Leo swissinfo en italiano a diario y sigo cantando ‘Fa mal y pé».
swissinfo, Rosa Amelia Fierro de visita en Lima, Perú
– Suiza también fue un país de emigración, que no garantizaba los fundamentos para una existencia mínima a todos sus ciudadanos, lo que obligó a algunos de ellos a dejar el país.
– La emigración estacional fue más marcada en el Tesino y el destino más frecuente era Italia.
– Otra forma de emigración era la definitiva. Más o menos la mitad de suizos emigrantes se estableció en los países vecinos.
– La emigración continental se produjo sobre todo a mediados del siglo XIX, especialmente hacia América.
– Pese a la vigencia de las severas ‘Leyes Indias’, que hacía casi imposible la llegada de no españoles, los primeros inmigrantes suizos desembarcaron en El Callao durante la Colonia.
– De Suiza, la mayoría de los emigrantes provenía de las regiones alpinas. Comunidades agobiadas por el apoyo a los pobres, los motivaban a emigrar.
– Por ejemplo, Airolo puso a disposición 25,000 francos para pagar el viaje a California de 50 personas dispuestas a emigrar.
– A diferencia de las comunidades y cantones, la Confederación asumía una actitud indiferente en cuestiones de emigración y a partir de 1870 una actitud mas bien negativa.
– En 1873, el suizo emigrante Albert Conus decía a aquellos que soñaban con tierras propias, que en Chile había suficientes prados como para producir fácilmente el queso Gruyère.
La asociación Pro Ticino en el Perú tiene actualmente cerca de 200 integrantes.
La mayoría de ellos vive en Lima. Algunas familias no mantuvieron la nacionalidad suiza.
Franco Piazza fue presidente de Pro Ticino durante 20 años. Su hija Alida, durante 10 años. Su nieto Felipe lo es desde 1999.
Los tres hermanos Piazza tuvieron en total 11 hijos. Una de las familias más prolíficas fue la de Franco: 42 bisnietos y 7 tataranietos. Excepto uno de ellos, todos viven en Perú.
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