España retrocede en igualdad de género
Los últimos doce meses han supuesto un fuerte descalabro en la presencia de las mujeres en los puestos clave del Gobierno español, concluye el Foro Económico Mundial. Y en las empresas, se avanza a cuentagotas.
“Por mi espíritu rebelde, rechazo las imposiciones”, afirmaba el año pasado Isabel Aguilera respecto a la introducción de cuotas femeninas en los consejos de administración de las empresas privadas.
Sus declaraciones forman parte de la entrevista que concedió a la edición andaluza del ABC, con motivo de la publicación de su primera novela La encrucijada de Carlota – Claves para conseguir el éxito profesional (Espasa, 2011).
Nacida en Sevilla y arquitecta de formación, Isabel Aguilera está considerada por la revista Fortune como una de las 50 ejecutivas más influyentes del mundo y Financial Times la cita entre las 25 mejores ejecutivas europeas.
Ha llevado el timón de Google España y de la filial de GE en su país, y en el citado libro narra la escarpada ruta que transita una mujer para llegar a la cima del poder empresarial.
Su visión se adelantaba a una directiva que hoy genera debate en el corazón de Bruselas.
Logros fugaces
En España -como en el resto de Europa- los discursos sobre las bondades de la igualdad de género ganan cada vez más adeptos, pero no siempre se traducen en hechos.
En 2009, cuando Madrid aceptó finalmente que para resolver una crisis era importante dejar de negarla, fue paradójicamente el ejercicio en el que España registró un equilibrio de género en el Gobierno que parecía sacado de un libro de texto.
El Instituto Nacional de la Mujer (Inmujer), en Madrid, confirma que las mujeres ocupaban la mitad de las 18 carteras que componían el Ejecutivo del socialista José Luis Rodríguez Zapatero en 2009. Muy lejos del 20% de 2002.
En noviembre de 2011, España acudió a las urnas y otorgó su voto de confianza a la derecha, el Partido Popular (PP). De los 13 Ministerios que conforman hoy el Gobierno de Mariano Rajoy, solo cuatro están mujeres al frente, menos de 30% del total.
Con respecto a las Secretarías de Estado, Subsecretarías y Direcciones generales, el porcentaje de mujeres oscila entre el 20 y el 25%, según datos del Inmujer.
Descalabro de 14 puestos
El Foro Económico Mundial (WEF), en Ginebra, subraya este retroceso en su Índice Global de Igualdad de Género 2012, en el que “España retrocedió 14 puestos”.
En un año pasó de la plaza 12 a la 26 dentro de un índice que comprende 135 países analizados por su capacidad para eliminar la brecha de género en materia económica, pero también en ámbitos como la política, la educación o los servicios médicos.
“España fue el país que enfrentó la caída más significativa a escala mundial en el porcentaje de mujeres en posiciones ministeriales”, destaca el documento publicado por los economistas Ricardo Hausmann, Laura D. Tyson y Saadia Zahidi.
El WEF hace énfasis en la importancia de evitar retrocesos abruptos en un tema clave como la equidad.
Para Isabel Aguilera las cosas son distintas en la férula pública y en la empresarial. “En una empresa privada las cuotas serían una interferencia, porque el capital es de otros y cada uno hace con su dinero lo que cree conveniente. Pero en la parte pública quizás tenga sentido, porque la política debe reflejar a la sociedad”, expresó en la citada entrevista de 2011.
Empresas ‘XY’
En España, la brecha en la equidad de género es más aguda en el sector privado que en la administración pública.
De acuerdo con cifras de Inmujer, en 2011 solo el 7,1% de los puestos de alto nivel de las empresas del IBEX 35 -índice que aglutina a las empresas que cotizan en la Bolsa española- eran ejercidos por mujeres.
Concretamente, había una sola presidenta de consejo (1,7% del total), dos vicepresidentas (3,4%) y 34 consejeras (8,2%).
Un dato que es todavía muy marginal, pero que duplica largamente el 3,3% de 2005.
Pese a la modestia de los resultados, España es uno de los pocos países de la UE con una Ley de Igualdad (2007) en vigor, que concedió a las empresas ocho años para lograr que sus consejos de administración sean equilibrados en materia de género. Su principal bemol, en opinión de sus críticos, es que la legislación no contempla sanciones.
Igualdad que no llega
En el Índice Global de Igualdad de Género 2012, Klaus Schwab, presidente ejecutivo del WEF afirma que “la clave del futuro de cualquier país o institución es su capacidad de desarrollo, de atraer y retener a los más grandes talentos. Y las mujeres constituyen la mitad del capital humano mundial”.
Para Ana María Llopis, presidenta del grupo de distribución Día y la única mujer que preside una empresa del IBEX-35, las cuotas femeninas en las empresas no solo son deseables, sino “imprescindibles”. Una posición que la directiva ha defendido en diversos foros porque, de lo contrario, “la paridad tardará 40 años más en llegar”.
Sobre la aplicación de leyes que obliguen al equilibrio, Isabel Aguilera considera que constituyen una solución temporal válida cuando se trata de fomentar cambios que tardan demasiado en producirse.
“Desigualdades mucho más graves, como la esclavitud, no se abolieron hasta que hubo una ley. Por lo tanto, viene muy bien fomentar el cambio. Lo de forzar es un exceso, pero a lo mejor es una fase necesaria para que las mujeres tengan el equilibrio natural y para que las mujeres representen más de 40% de los consejos de administración”, expresó.
Y hoy Bruselas debate cómo alcanzar ese objetivo: que al menos cuatro de cada diez miembros de los consejos de las empresas públicas y privadas pertenezcan al género femenino para los años 2018 y 2020, respectivamente.
En noviembre, la comisaria de Justicia de la Comisión Europea (CE) Viviane Reding propuso que el 40% de los consejos de las empresas privadas que cotizan en bolsa -con más de 250 empleados-, y de las empresas públicas, sean ocupados por mujeres. En el primer caso, la fecha límite sería 2020; en el segundo, el año 2018.
La CE dio luz verde a la iniciativa, pero el camino aún es largo.
Se requiere el respaldo del Parlamento Europeo y de una mayoría de los países miembros de la UE, y hay nueve gobiernos en contra, entre ellos Alemania y Reino Unido.
Actualmente, solo el 13,7% de los miembros de los consejos de las empresas privadas en la UE que cotizan en bolsa son mujeres, según la CE.
Algunos de los países europeos con legislaciones vigentes para reducir esta brecha son:
España:Ley de Igualdad. Su nombre íntegro es Ley Orgánica para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. Aprobada en marzo de 2007 recomienda, pero no obliga obligar, que las empresas del IBEX-35 incluyan en sus consejos un mínimo de 40% de mujeres antes del año 2015.
Francia: La Ley de Cuotas. Entró en vigor en 2011. Prevé que toda empresa de más de 500 empleados, o cuya facturación supere los 50 millones de euros anuales, cuente con un mínimo de 20% en su consejo de administración para el año 2014 y aumente al 40% en 2017.
Italia. Prevé que el 33% de los miembros de los consejos de empresas con cotización en bolsa empresas bursátiles está formado por mujeres para el 2015.
Holanda. El 30% de las empresas de más de 250 empleados debe ser femenino para el 2016.
1 Islandia
2 Finlandia
3 Noruega
4 Suecia
5 Irlanda
6 Nueva Zelanda
7 Dinamarca
8 Filipinas
9 Nicaragua
10 Suiza
13 Alemania
22 Estados Unidos
26 España
32 Argentina
Fuente: Índice Global de Igualdad de Género 2012, Foro Económico Mundial (WEF)
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