El modelo suizo podría evitar una guerra civil en Oriente Medio
Disturbios, ataques aéreos israelíes y cohetes lanzados desde Gaza: el conflicto entre Israel y los palestinos se recrudece. Un Estado federal basado en el modelo suizo, en lugar de la solución de dos Estados, podría evitar una guerra civil.
Al igual que las Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea, Suiza
apoya oficialmente Enlace externola solución de dos Estados para resolver el conflicto entre Israel y Palestina. Sin embargo, debido a los asentamientos israelís en Cisjordania, esta opción es de difícil realización desde un punto de vista territorial.
La solución de dos Estados es, por otra parte, extremadamente peligrosa ya que obligaría al desplazamiento de poblaciones, lo que haría inevitable una guerra civil.
Tal es la visión de Michael WolffsohnEnlace externo, historiador y publicista alemán nacido en Tel Aviv. “La solución de los dos Estados solamente puede lograrse al precio de un baño de sangre”, afirma. “El regreso de los colonos judíos instalados en Cisjordania desencadenaría una guerra civil judía. Lo mismo ocurriría con los árabes de Israel”.
Michael Wolffsohn proviene de una familia judía que huyó de Alemania a Palestina en 1939. Portador de la doble nacionalidad, cumplió su servicio militar en el ejército israelita entre 1967 y 1970. Prestó servicio, en particular, en los Territorios Palestinos.
Para Wolffsohn la única alternativa pacífica posible sería la de un Estado federal. “Para establecer la justicia tenemos necesidad de soluciones de paz, no de escenarios de guerra”. La historia suiza puede servir de ejemplo, afirma.
Israel-Palestina-Jordania, confederación de Estados
En Suiza, en 1847 se desató una guerra civil en la que se confrontaron protestantes liberales contra católicos conservadores. Solamente gracias a un federalismo basado en el equilibrio de poder entre las regiones -con diferencias culturales, lingüísticas y religiosas- se logró alcanzar una paz duradera.
Michael Wolffsohn quisiera aplicar el principio de “la paz a través del federalismo” incluso para los conflictos étnicos actuales. En su libro Zum Weltfrieden Enlace externo(Por la paz mundial) esboza, entre otras opciones, una posible confederación de Estados de Israel-Palestina-Jordania.
A diferencia de Suiza, este federalismo no sería de tipo territorial. “En particular en el norte de Israel, la estructura demográfica está muy fragmentada”, explica el historiador. “No es posible definir los Estados federales o los cantones desde un punto de vista territorial”. Se trataría, más bien, de conceder el derecho de autodeterminación a personas o grupos específicos.
En otras palabras, israelíes y palestinos podrían reglamentar sus propios asuntos internos y elegir representantes políticos. Solamente la política exterior y el ejército se mantendrían centralizados
Cuatro pueblos, lenguas y culturas
El abogado suizo Sami Aldeeb Enlace externose manifiesta también a favor de un Estado israelí-palestino, según la fórmula helvética, en lugar de la opción de dos Estados. “Todos hablan de la solución de los dos Estados, pero, ¿dónde se ubicarían?
Sami Aldeeb nació en Cisjordania, proveniente de una familia palestina cristiana. Actualmente es director del Centro de Derecho Árabe y Musulmán de Saint-Sulpice (cantón de Vaud) y profesor en diversas universidades de Suiza, Francia e Italia.
Con relación al argumento de que los israelíes y los palestinos constituyen dos pueblos distintos, Sami Aldeeb afirma: “Suiza tiene cuatro pueblos, cuatro lenguas y cuatro culturas”. Según su visión, el Estado debería ser laico y reconocer a todos los ciudadanos sobre un pie de igualdad. En otros términos, Israel dejaría de ser un Estado judío. Estado y religión estarían estrictamente separados. Además, para Sami Aldeeb, los refugiados palestinos expulsados en 1948 y en 1967 deberían poder regresar a sus territorios de origen.
¿Una solución realista?
¿Desean realmente israelíes y palestinos un Estado federal común basado en el modelo suizo? ¿Es realista una proposición de este tipo?
En respuesta a la pregunta de swissinfo.ch, Jacob Keidar, embajador de Israel en Suiza, escribe: “Lo que conviene a un país no siempre es factible para otro”. Cada país, afirma, tiene sus propias condiciones externas e internas, su política, su propia extensión, su composición social y su historia. La única vía por seguir, según el embajador, es regresar a la mesa de negociaciones.
Recuerda una entrevista con el primer ministro de Israel durante el Foro Económico Mundial de Davos en enero de 2018. Benjamin Netanyahu declaraba: “Israel mantendrá un control preponderante en materia de seguridad; por el resto, los palestinos serán libres de gobernarse a sí mismos (…)” Aunque no parece oponerse a una solución federal, Israel quiere conservar de forma exclusiva el control del ejército. Todo aquello que es exterior al país es riesgoso. Por otra parte, un Estado federal sin igualdad de derechos debilitaría la aceptación por parte de los palestinos.
Selon Geri Müller, presidente de la Asociación Suiza-Palestina, es muy poco probable que los palestinos acepten tal asimetría de poder. Una fusión de dos Estados constitutivos solamente sería factible si ambos dispusieran de los mismos derechos y obligaciones. “La presencia militar israelí es ya hoy insoportable para los palestinos”.
En Suiza también, luego de la guerra civil de 1847, los protestantes, a pesar de haber vencido, consideraron a los católicos como sus confederados y crearon un ejército común. Sin ese elemento, no se hubiera podido lograr la paz en Suiza, estima Geri Müller. Quien no expresa un gran optimismo: “sin presión internacional serían necesarias muchas décadas para alcanzar una solución federal paritaria en Israel”.
Suiza preconiza la solución de dos Estados
Pero volvamos a analizar otra cuestión: si la solución de los dos Estados podría desembocar en una guerra, ¿por qué la ONU, la Unión Europea y Suiza se aferran a esta idea?
“Todos piensan en términos de Estados-nación, a pesar de que los pseudos Estados-nación, sobre todo los creados en la mesa de negociación en el periodo poscolonial -pero también los de Europa, me refiero a España o al Reino Unido- se están desmoronando o dividiendo debido a tensiones internas o internacionales”, argumenta el historiador Wolffsohn.
Consultado por swissinfo.ch el Ministerio suizo de Exteriores, responde: “Suiza piensa que en la actualidad no existe ninguna alternativa realista a una solución basada en dos Estados que sería compatible con el derecho internacional y con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”.
De esta forma, Berna, como el conjunto de la comunidad internacional, continúa comprometida con la solución de dos Estados.
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