Escuela Suiza de Barcelona: sinónimo de solidez
Comenzó en 1920 con 13 alumnos, ocho de parvulario y tres de primaria. Hoy tiene 660 estudiantes, 'Matura' homologada en España, una lista de espera y es un referente educativo.
Plurilingüe y multicultural, la ESB moderniza sus instalaciones y adapta sus programas de enseñanza a las exigencias de un mundo cada vez más global e interdependiente.
Nació en 1919 para facilitar la reintegración de los niños y niñas suizas en el sistema escolar helvético tras la permanencia de sus padres en la capital catalana, pero su oferta educativa fue convirtiéndola en internacional, tanto que ya en 1924 contaba con 154 alumnos de 13 nacionalidades.
Ese mosaico de procedencias, en el que los alumnos suizos constituyen hoy un 25%, refleja el espíritu de apertura y tolerancia que, además del enriquecimiento lingüístico, ratifica la confianza de los padres de familia en el sistema.
Unos 60 profesores de siete países, sobre todo suizos y españoles, comparten la responsabilidad de la enseñanza.
Apego a la pedagogía suiza
Tratándose de una fundación privada de carácter docente sin ánimo de lucro e independiente, laica y sustentada en el sistema de enseñanza helvético, la lengua alemana y la cultura suiza, se adecua a la legislación española y catalana.
El cantón de Berna patrocina el desarrollo de los planes de estudio suizos y el Gobierno federal de Suiza subsidia una parte de su funcionamiento. El financiamiento sustancial proviene de las mensualidades y matrículas de los padres de los alumnos y de las aportaciones de la Fundación Escuela Suiza.
«Tenemos un buen mercado y por suerte Barcelona, España y toda Europa están en una buena fase. La economía funciona y también la de los padres de familia», precisa el director del establecimiento Toni Wunderlin.
Su oferta va desde el Parvulario (Kindergarten para niños de 3 años) hasta el Gimnasio que prepara a los alumnos para la Maturität suiza y la Selectividad española. Los cinco idiomas aprendidos y manejados en la formación (alemán, español, catalán, francés e inglés) facilitan el ingreso a las universidades. El niño comienza a familiarizarse con el idioma alemán desde el Parvulario.
El director Wunderlin destaca por otra parte que España homologue la Matura de la escuela suiza y facilite el ingreso de sus estudiantes a las universidades. Suiza es el único país extracomunitario con un acuerdo de ese género.
Un poco de historia
Su certificado de creación emitido en 1919 proclama: «Dar en locales higiénicos y clases mixtas una enseñanza moderna. Admitimos niños y niñas de todas las nacionalidades y creencias, cuidando la escuela de enseñanza individual».
Tal espíritu sobre el que la ‘Societé de l’Ecole Suisse de Barcelone’ plantó hace 88 años el cimiento de la Escuela Suiza de Barcelona no sólo sigue intacto, sino que se fortalece con cada página de su historia.
El método de la educadora y humanista italiana María Montessori: ‘fomentar el desarrollo espontáneo de las facultades del niño’ guiaría sus primeros pasos pedagógicos hasta forjar la importancia de la experimentación directa de las cosas como base de la enseñanza individual.
«‘Herr Müller’ madrugaba con los alumnos para ir al Tibidabo a ver la salida del sol o los llevaba a la Iglesia de San Pere para mostrarles el arte románico». Estas referencias de las muchas del pasado son obligaciones del presente en la enseñanza-aprendizaje.
Libertad y tolerancia, dos valores irrenunciables
La guerra civil española de 1936 y sus consecuencias pusieron a prueba su integridad e incluso llegó a ser clausurada entre 1936 y 1939. La llegada al poder de los fascistas en Italia y los nazis en Alemania no le impidió recibir en sus aulas a 17 alumnos judíos.
La posguerra española y las penurias de la Segunda Guerra Mundial dejaron huellas sin mermar su espacio de optimismo. Quienes vivieron esa época evocan los comienzos de clases entonando la Marsellesa y siguiendo la recuperación del mundo.
El transcurso del tiempo puso las cosas en su sitio y la Escuela Suiza de Barcelona fue afirmándose cada vez más.
Un paso más
Bajo este lema ha sido inaugurado poco antes de la vacación estival, a mediados de junio, el nuevo edificio de la institución. Se trata de una moderna construcción que comulga con el inmueble ‘antiguo’ e incorpora el local del Club Suizo de Barcelona.
Son siete plantas en una superficie de 3.000 metros cuadrados cuya distribución facilita el acceso y la movilidad a sus dependencias, sobre todo de los pequeños, e incluye una biblioteca actualizada y salas con equipamiento informático de punta. Su costo: 5,5 millones de euros.
«Los alumnos adquieren aquí un bagaje cultural, lingüístico y humano, pero además una cultura de la tolerancia que se vive aquí», destacó el consejero federal (ministro) suizo del Interior Pascal Couchepin en la entrega del nuevo edificio. Agradeció entonces la confianza de los padres de familia en el sistema de formación suizo.
«Creo que Suiza puede sentirse orgullosa de tener en Barcelona una escuela como esta. Es una más de las maravillas de Suiza», declaró por su parte a swissinfo el Consejero de Cultura de Cataluña Ernest Maragall.
«Vengo a visitar una de mis escuelas» dijo en su momento el director cantonal de Berna, Bernhard Pulver para recalcar que Berna es el cantón patrocinador y, por ende, supervisa y patrocina los planes de estudio de la ESB.
Ya instalados en dependencias más modernas, «estamos poniendo en marcha el proyecto Campus Virtual para involucrar las tecnologías nuevas en la enseñaza. Además queremos mejorar los programas de la matura, porque con la homologación ya no serán necesarios dos programas: el de la Selectividad y la Matura, sino uno solo más estricto y simplificado», adelanta el director Toni Wunderlin.
En fin, esta frase del ministro Couchepin sintetiza la importancia del establecimiento educativo: «Para nosotros España y Cataluña son socios nuestros desde hace mucho tiempo a nivel económico y cultural y esta escuela y su dinamismo han contribuido al crecimiento del respeto mutuo y de la amistad».
swissinfo, Juan Espinoza
La Escuela Suiza de Barcelona y el Colegio Suizo de Madrid son dos de las seis escuelas suizas que funcionan en Europa.
Las otras 10 están en: una en África, dos en Asia, y siete en América Latina.
Según la ley, las escuelas pequeñas deben tener un 30% de alumnos de nacionalidad suiza y las grandes un 25%.
El Gobierno de Suiza otorga 17 millones de francos anuales para cubrir casi una tercer parte de esos establecimientos transmisores de la cultura y la pedagogía suizas.
Cada uno de los colegios suizos en el extranjero está patrocinado por un cantón de la Confederación Helvética.
La Escuela Suiza de Barcelona fue fundada en 1919 y comenzó a funcionar en 1920 con 13 alumnos.
Las lenguas principales de enseñanza son el alemán, español.
La Escuela Suiza de Barcelona es propiedad de la Fundación Escuela Suiza, una organización sin ánimo de lucro.
La Generalitat de Cataluña inspecciona su labor y el cantón de Berna supervisa y patrocina el desarrollo de los planes de estudio.
La enseñanza de cinco idiomas (alemán, español, catalán, francés e inglés) es el pilar de su oferta pedagógica.
Es una de las más requeridas en el sector educativo de Barcelona. Se la considera familiar porque a sus aulas llegan los hijos y los nietos de ex alumnos.
Se considera una escuela de barrio con repercusión en la metrópoli catalana.
España reconoce la ‘Matura’, el Bachillerato que otorga, y eso facilita el acceso de sus estudiantes a las universidades.
Hace poco ha estrenado un nuevo edificio de siete plantas sobre 3.000 metros cuadrados.
El costo de la obra es de 5,5 millones de euros, monto financiado sustancialmente por los padres de familia, la Fundación, patrocinadores y donantes.
La enseñanza en la Escuela Suiza de Barcelona no es precisamente módica. La matrícula anual por alumno oscila, según el nivel (parvulario, parimaria, secundaria y Gynasium), entre 4.000 y 7.000 euros.
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.