Cascais en espera del veredicto del Alinghi
Último ganador de la Copa América de regata, la embarcación suiza -al mando de Ernesto Bertarelli-, debe elegir la ciudad organizadora de la edición 2007.
A días del 26 de noviembre, Nápoles, Valencia, Marsella y Lisboa mantienen las esperanzas. Retrato de la ciudad focense.
La empresa encargada de escoger la ciudad organizadora de la Copa América 2007 sigue examinando las cuatro candidaturas (Lisboa-Cascais, Valencia, Marsella y Nápoles) y negociando con sus representantes y asegura que la elección aún no ha sido hecha.
Cinco creiterios de selección
Cuando llegue el momento comunicaremos la decisión a quienes nos han confiado el mandato», afirma Michel Bonnefous, presidente de la firma America’s Cup Management, delegada para estudiar las candidaturas.
El mandato le fue atribuido por la «tripulación del Alinghi» y la decisión será anunciada el 26 de noviembre en Ginebra.
Los suizos tienen el derecho de designar el lugar donde deba desarrollarse la 32a edición de la Copa América, la más tradicional y la más importante de las competencias de vela del mundo. Ellos son quienes han vencido enla pasada edición celebrada en Nueva Zelanda (2003).
La selección de la ciudad se basa en cinco criterios: vientos, cualidades deportivas, infraestructura, interés turístico, apoyo político y seguridad.
Según las apreciaciones de la prensa suiza, cuyos reporteros han visitado las cuatro ciudades postulantes, Lisboa-Cascais parece perfilarse como favorita. La valoración más positiva fue publicada por el diario ginebrino Tribune de Genève, destacando que Lisboa-Cascais es el sitio preferido en los círculos de la vela.
Lisboa es Cascais
Los puntos más positivos del lugar son la previsión y la regularidad de los vientos, la facilidad de acceso a Lisboa y el hecho de que la capital portuguesa es una de las ciudades más seguras y menos caras de Europa. El carácter turístico de Lisboa y de la costa de Estoril ha sido también tomado en consideración.
El proyecto de candidatura de Lisboa-Cascais preve la construcción de bases para los 17 equipos participantes en la Copa América 2007. Esas bases serían construidas entre Pedrouços y Algés, en las márgenes del río Tajo.
las regatas serían realizadas en Cascais. La distancia entre esas bases sería equivalente a la que media entre el sitio de la pasada Copa América y Auckland, Nueva Zelanda.
Impacto económico
No es casual la lucha tenaz entre las cuatro ciudades deseosas de acoger la competencia. Las repercusiones son ciertamente enormes.
Muchos intereses están en juego: las inversiones en infraestructuras que permitan la modernización de grandes espacios, la difusión de imágenes de la ciudad durante el desarrollo de la competencia y los efectos en los sectores turísticos a mediano y largo plazo.
Unos 200 millones de euros han sido inicialmente previstos por la candidatura Lisboa-Cascais para la infraestructura. Es muy poco si consideramos que el evento produciría entre 1.200 y 1.500 millones de euros.
A título de comparación, los beneficios financieros resultantes del torneo de fútbol Euro 2004, a desarrolarse en Portugal, suman unos 850 millones de euros.
El cálculo de ganancias financieras de la Copa América toman en cuenta los tres años precedentes a la competición en sí. Durante este periodo, los diferentes equipos ya estarán en el lugar para encarar los preparativos y sus entrenamientos.
Se estima que durante esos tres años, el acontecimiento atraerá a entre 600.000 y 700.000 turistas a Portugal.
swissinfo, Claudinê Gonçalves
(traducción: Juan Espinoza)
– La tripulación suiza del Alinghi ganó la Copa América de este año y eso le da derecho a organizar la 32a edición.
– La Copa América es la más prestigiosa de las regatas marítimas, pero no puede realizarse en Suiza.
– La elección de la ciudad sede será hecha por AC Management, empresa suiza delegada para organizar el evento.
– Entre las ventajas de Lisboa-Casicais figuran los vientos regulares, la capacidad turística de la región y la tradición marítima de Portugal.
– Lisboa-Cascais invertirá unos 200 millones de euros en infraestructura.
– Las repercusiones financieras estarían entre los 1.200 y 1.500 millones de euros.
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