«Efecto tango» en Uruguay
Uruguay, en el pasado considerada como la Suiza de América Latina, espera soluciones rápidas a la crisis financiera que enfrenta.
Uruguay debió decretar su primer feriado bancario en décadas (que continuará hasta el lunes), acorralado por una fuga de depósitos que amenaza con exterminar su otrora confiable sistema financiero, el mismo que por su seriedad llevó a denominar al país oriental como «la Suiza latinoamericana».
La medida, decretada el martes, sorprendió al mercado cambiario y el peso cayó en las casas de cambio un 14,28%, al tiempo que en las calles cientos de uruguayos se agolparon frente a los cajeros automáticos para intentar reunirse con sus fondos, pero luego fueron desistiendo al tiempo que se bloqueaban las extracciones electrónicas.
Basados en los hechos recientes de la Argentina, los ciudadanos están aterrorizados de que se repita en su país la experiencia del país vecino, que ha llegado a permanecer varios días consecutivos sin bancos y sin circulante.
Oficialmente, el gobierno de Jorge Batlle dijo en un decreto presidencial que el feriado (entonces de 24 horas) se debía a que decidió suspender al Banco Montevideo-Caja Obrera -la tercera entidad privada del país- que fue intervenido desde junio por falta de liquidez y por supuesto desvío de fondos.
Sin embargo, varios analistas locales consideraron que la medida se debió al fuerte desplome monetario con una caída de reservas de casi el 80% en lo que va del año, y debía frenarse la salida de capitales.
«Claramente el gobierno, con el ritmo de pérdida de reservas, no tenía demasiadas opciones», declaró Lacey Gallagher, director de economía latinoamericana en el Credit Suisse First Boston.
La confianza se agota
El politólogo y economista especializado en América Latina, Julio Burdman, manifestó a swissinfo que «pese a la gravedad de la situación, y basados en que Uruguay ha exhibido siempre una tradición de marcada seriedad en lo concerniente a la actividad bancaria, muchos uruguayos pensaron que lograrían sobreponerse a la marea».
Entre los bancos extranjeros que se encuentran más afectados, están el Banco Comercial, que tiene entre sus accionistas al Credit Suisse First Boston, y entre cuyos directivos se encuentran los hermanos Rohm, varias veces cuestionados por sus relaciones con el ex presidente argentino Carlos Menem; y el Banco de Galicia, que ya ha sufrido un retiro de más de 500 millones de dólares en dos meses.
Que estos bancos entren en insolvencia, no sólo pone en riesgo a Uruguay sino que también podría acelerar el derrumbe bancario de Argentina, porque ambos operan en Buenos Aires y porque los depositantes son principalmente argentinos, ya que dadas sus características, el mercado financiero uruguayo opera fundamentalmente como un refugio de capitales de otros países.
Hasta ahora, el vicepresidente de Uruguay, Luis Hierro López, descartó una «pesificación» de los depósitos en dólares -como sucedió en la Argentina luego de la debacle de diciembre- y confirmó que el gobierno se dispone a reprogramar los vencimientos de las cuentas a plazo fijo en la banca pública, los que serán devueltos a los ahorristas en plazos de hasta tres años.
A la espera del rescate financiero
El contagio del colapso argentino a los países vecinos era previsible, y el «efecto tango» sacudió fuertemente a las economías de los integrantes del Mercado Común del Sur (Mercosur), desatando una crisis financiera que hoy hace peligrar la permanencia de bancos nacionales y extranjeros en la región.
Mientras los gobiernos esperan en medio de estallidos sociales la llegada de reservas del Fondo Monetario Internacional (FMI) para resistir el embate, la Unión Europea (UE) anunció que entregará ayuda financiera al Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) como señal de confianza y compromiso con la región.
Sin datos negativos por parte del inversionista suizo
Christian Scherer, responsable de la sección económica de la Embajada de Suiza en Montevideo, cuestionado sobre el panorama actual en Uruguay indicó que «la situación es particularmente sensible».
El representante diplomático advirtió «es aún muy temprano para un pronunciamiento sobre lo que ocurrirá la próxima semana por lo que hay que permanecer prudente».
Sobre el sector empresarial helvético instalado en Uruguay, Scherer apunto que por el momento no hay datos negativos: «He tenido esta mañana ciertos contactos con banqueros suizos que ven la situación de forma seria, pero no desesperada. Debo subrayar que el gobierno tiene el control de la situación.»
François-Xavier Perroud, de Nesté en Uruguay, indicó a la redacción germanófona de swissinfo que las recientes informaciones no amedrentan a la multinacional. «Jamas nos hemos retirado de un país latinoamericano, una política que en términos generales ha valido la pena».
El Uruguay es, luego de Brasil, México, Argentina, el Caribe, Panamá, Colombia, Chile y Venezuela, el noveno en la lista de socios comerciales latinoamericanos de la Confederación.
La colonia suiza en Uruguay, registrada por la representación diplomática helvética, es de 900 personas, mayoritariamente ciudadanos de edad avanzada que, sobre todo, muestran preocupación por recibir el cheque del retiro mensual, ya que los bancos por el momento permanecen cerrados.
Norma Domínguez y Patricia Islas
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