Los ARS, nuevo escollo para UBS y Credit Suisse
A un año de la crisis de los 'subprime', los bancos suizos están en la mira de los tribunales de Nueva York y Massachussets por fraude masivo a sus clientes vía los llamados 'auction-rate securities', títulos fijados a través de subasta.
Las fiscalías afirman que hicieron creer a los inversionistas que los ARS eran bonos seguros y de largo plazo, cuando no era así.
Agosto no es un buen mes para la banca internacional. La crisis de los créditos hipotecarios de alto riesgo (subprime) cumplió su primer aniversario hace unos días y la ‘celebración’ trajo consigo un nuevo golpe para el sistema financiero mundial.
Esta vez se trata de los títulos fijados vía subasta o ‘auction-rate securities’ (ARS), una figura financiera hasta hoy poco conocida pero que dará mucho de que hablar en el futuro cercano.
Y para mala fortuna de la banca helvética, nuevamente el UBS y el Credit Suisse forman parte de los protagonistas más afectados por la existencia de estructuras financieras cuya sofisticación es proporcional a su fragilidad.
El precio a pagar también será memorable en esta ocasión.
El principio del fin
Aunque las primeras señales de crisis en el caso de los ‘subprime’ comenzaron a leerse entre líneas desde febrero de 2007, lo cierto es que no fue hasta la primera semana de agosto cuando quedó claro que los créditos hipotecarios de mala calidad se volverían leyenda para el sistema financiero mundial.
Una multitud de deudores estadounidenses era absolutamente incapaz de pagar las hipotecas que habían contratado en los cuatro años previos, porque las tasas de interés que tenían frente a sí eran mucho más altas que aquellas a las que pactaron sus créditos.
Y tras el impago vienen las pérdidas, una máxima que no falla jamás en los bancos.
El primero en caer en Estados Unidos fue Bear Stearns seguido por las quiebras de Blackstone y American Home Mortage. En El Viejo Continente, los primeros caídos fueron los fondos hipotecarios de BNP Paribas y Deutsche Bank. UBS y Credit Suisse, por su parte, aceptaron que los ‘subprime’ les provocarían un agujero histórico.
‘Limpiar’ sus balances financieros, les costó conjuntamente más de 20.000 millones de francos suizos a los dos principales bancos helvéticos.
Un año después, cuando el bache quedó atrás, enfrentan junto a grandes como Citigroup o Merril Lynch, la acusación de las fiscalías generales de los estados de Nueva York y Massachusetts de fraude a sus clientes.
Un expediente que les costará mucho dinero pero que, además, pone nuevamente en entredicho su reputación.
¿Qué son los ARS?
Los títulos fijados vía subasta o ARS fueron creados hace dos décadas como mecanismo para allegar recursos frescos a la población y a las instituciones estadounidenses.
Financian lo mismo a estudiantes universitarios que requieren dinero para continuar sus estudios, que a hospitales o gobiernos municipales.
El esquema parece casi mágico: los deudores disfrutan de créditos de largo plazo a cambio del pago de tasas de interés de corto plazo (en consecuencia, bajas y atractivas).
¿Cómo es posible lo anterior? Porque el banco prestamista no conserva los créditos originales. Cada semana (catorcena o mes, según el contrato) los subasta como bonos adquiribles por nuevos inversores que pueden conservarlos una, dos, cuatro o más semanas, a cambio de un premio financiero, antes de volver a venderlos al banco original.
El banco, a su vez, los recoloca con algún otro inversionista y siempre había compradores para dichos títulos hasta que el descalabro de los denominados créditos basura ‘secó’ al mercado.
Hoy, nadie querría comprar, nadie querría vender. No hay dinero para ello.
Así, ante la falta de un ‘mercado secundario’, los deudores originales se enfrentan de buenas a primeras a créditos que en lugar de cobrarles una tasa anual de 4 o 5%, exigen una de 20% o más. Y los inversores con ARS ya no pueden venderlos en ningún sitio.
El país de las demandas
El pasado 25 de julio, el procurador general del Estado de Nueva York, Andrew Cuomo, confirmó que había interpuesto un recurso ante la Suprema Corte de su propio estado contra el UBS en materia de ARS.
El UBS no era el único banco en problemas, Citigroup y Merril Lynch se hallaban en el mismo caso.
Los acusó de vender con dolo y engaño a sus clientes productos financieros de ‘largo plazo’ cuando no lo eran en realidad, ya que la tasa de interés se ajustaba semanalmente en las subastas.
En Massachussets, el fiscal William Gavin se sumó a Cuomo, y ambas autoridades atacaron a fondo: exigieron el reembolso a los clientes con ARS en sus portafolios.
Para dimensionar el problema cabe decir que el mercado de los ARS actualmente involucra a más de 50.000 clientes con problemas y moviliza más de 350.000 millones de francos.
El UBS respondió en menos de dos semanas. El pasado viernes (08.08) aceptó readquirir bonos ARS por 19.400 millones de francos suizos y honrar la multa por 155 millones de francos que le impuso la autoridad estadounidense.
Consultado al respecto, Brian McNiff, portavoz del estado de Massachussets, confirmó la información y detalló que en principio todo cliente del UBS con ARS por menos de un millón de francos suizos será reembolsado antes del 31 de octubre, y los clientes que tengan ARS por más dinero serán compensados antes del 31 de diciembre.
Credit Suisse no se ha pronunciado, pero actualmente enfrenta una demanda en Nueva York por parte de STMicroelectronics, empresa que le acusa de haber invertido 480 millones de francos suizos en ARS sin su autorización. Y el banco número dos de Suiza, tendrá que responder.
swissinfo, Andrea Ornelas
UBS fue fundado en 1998 tras la fusión de dos instituciones con larga tradición en Suiza: la Unión de Bancos Suizos y la Asociación Suiza de Bancos.
De ahí que conserve doble sede en Basilea y Zúrich, y se haya convertido desde entonces en el número uno del mercado bancario suizo.
Credit Suisse fue fundado por Alfred Escher en 1856, es el banco número dos de Suiza y está basado en Zúrich.
Este martes, UBS presentó a los mercados el balance de sus finanzas en el segundo trimestres de 2008.
Entre abril y junio registró pérdidas del orden de los 358 millones de francos, muy lejanas a la ganancia de 5.550 millones de francos que anunció durante el segundo trimestre del 2007.
«Es el reflejo del impacto de nuevas depreciaciones de activos por 5.200 millones de francos suizos relacionaos con las hipotecas residenciales en EEUU (subprime) y otros instrumentos financieros ligados a ellas», explicó UBS por escrito.
Adicionalmente, detalló, el segundo trimestre de 2008 se enfrentó a un mercado de capitales menos propicio y a una clientela menos activa en sus operaciones.
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