Necesarios más microcréditos
Generadoras de 2,5 millones de empleos, el 90% de las empresas helvéticas (270.000) dispone de menos de 10 trabajadores.
En 2005, Año Internacional del Microcrédito, Suiza multiplica el financiamiento para las PYME de países emergentes, pero enfrenta el reto de apoyar más a emprendedores nacionales.
El Informe sobre el Desarrollo elaborado por el Banco Mundial puso el dedo en la llaga en 2005: la mitad de la población del mundo vive con el equivalente a menos de 3 francos suizos al día. Y sólo hay dos caminos para paliar la pobreza: educación y empleo.
Y al interior de las economías emergentes, un crédito de entre 100 y 150 francos puede hacer una diferencia abismal para un emprendedor, ya que le permite sumarse a los 500 millones de microempresarios que existen en el planeta.
Este 2005, Año Internacional del Microcrédito, Suiza ha sido una de las naciones más comprometidas en el esfuerzo por multiplicar los apoyos destinados a financiar microproyectos en América Latina, Asia y África… pero también tiene trabajo pendiente en casa.
En un contexto de bajo crecimiento económico y escaso empleo, los suizos también exigen microcréditos para sus proyectos. Y aunque distinta a aquella «banca de los pobres» que nació en Bangladesh en 1983, la necesidad del microfinanciamiento se afincó en la Confederación Helvética desde 1999.
El poderío microempresarial
Las cifras hablan mejor que cualquier discurso.
En Suiza, 99% de las empresas nacionales son PYME, es decir, 300.000 empresas que laboran cotidianamente con menos de 250 empleados.
Más aún… 270.000 de estas compañías tienen menos de 10 empleados, pese a lo cual generan 2,5 millones de empleos fijos dentro del país, según consta en «Las PYME en Suiza y Europa en 2005», documento elaborado por la Secretaría de Estado de Economía (Seco).
Sobra decir que en Suiza y en el resto de Europa, absolutamente ningún negocio, por pequeño que sea, puede iniciarse con 150 francos.
Los microcréditos se ubican pues en un rango de 10.000 y 30.000 francos suizos. Y paradójicamente, aunque operan casi 400 bancos a nivel nacional, entre nacionales y extranjeros, sólo una decena tiene interés en financiar proyectos de menos de 50.000 francos.
La causa: les cuesta lo mismo procesar trámites, dar atención, administrar, generar papelería informativa, etcétera, para un cliente con un crédito millonario que de uno que solicita un préstamo menor.
Visionarios o ilusos
Prestar a partir de la confianza recíproca, el profesionalismo de los acreditados y la viabilidad del proyecto, en lugar de hacerlo sobre garantías materiales, suena arriesgado.
Sin embargo, instituciones como la Fundación ASECE, creada por el suizo Georges Aegle en 1999, han decidido arriesgarse a apoyar proyectos que la banca tradicional ignora.
Las normas que fijan: los créditos siempre serán inferiores a los 30.000 francos, deben liquidarse máximo en 5 años, y se pagan a una tasa de entre 3,5 y 4,5% anual.
En seis años de operaciones, ASECE ha evaluado 625 proyectos, otorgado 62 préstamos (por un total de 1.288 millones de francos suizos), y ha permitido generar 186 empleos. Un esfuerzo importante, pero aún insuficiente.
Existen también instituciones como Raiffeisen o la Cantonal de Friburgo que otorgan préstamos del orden de los 10.000 francos, pero a tasas mayores (entre 5,5 y 8,5% anual, reembolsables en máximo 7 años).
En los contados casos en los que un gigante del crédito como el Credit Suisse o el UBS presta un monto «mínimo» de 30.000 francos, siempre será a una tasa de interés de entre 9,9 y 12,5%.
Apoyar a los menos favorecidos
En regiones como América Latina, casi la mitad de la población (240 de 550 millones de habitantes) viven en pobreza, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Aquí, el significado de microcrédito es distinto que en Suiza.
Según cifras del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), América Latina ha recibido tres millones de préstamos a pequeña escala entre el año 2000 y el 2005, a través de instituciones públicas, privadas y ONGs.
Sin embargo, pese a los esfuerzos, los requerimientos de microcréditos a nivel mundial rebasan los 50.000 millones de francos suizos y la oferta actual no cubre ni el 20% de lo requerido.
En este contexto, el compromiso de Suiza se ha hecho patente a través de proyectos como Responsability AG, una firma consultora creada a partir del apoyo del Credit Suisse, el Alternative Bank Zurich, la Asociación de Bancos Raiffeisen, o Baumann & Co., que basada en Zurich, se especializa en evaluar proyectos de interés social en países en desarrollo.
Otra instancia, que opera desde 1998, es la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), encargada de promover el financiamiento para emprendedores ecuatorianos a través del proyecto «CREAR», instrumentado por la Fundación Suiza Swisscontact.
De 1999 a la fecha han otorgado asistencia técnica a más de 500.000 microempresarios.
Otra forma de microcrédito
A nivel de región latinoamericana, en naciones como México los préstamos pueden ser de incluso 50 o 100 francos, hasta alcanzar los 5.000; en Chile, Brasil, Venezuela y Colombia sucede lo mismo.
Pero el préstamo promedio es de 1.500 francos, que son pagados con tasas y plazos preferenciales.
Sin embargo, y paradójicamente, se trata de un nicho de crédito en el que la cartera vencida (el no pago) es muy baja.
Dicho en blanco y negro: por cada 10 francos suizos prestados, sólo se dejan de pagar 3, cuando en la banca comercial la referencia aumenta a 8, a pesar de tratarse de acreditados con aval.
Actualmente, Bolivia cuenta con el programa de microcrédito más importante de Latinoamérica a través de un esquema de «grupos solidarios» que han permitido financiar a más de 500.000 personas, con créditos promedio de 120 francos suizos.
Perú, por su parte, respaldado en Mibanco atiende a 3 millones de microempresarios que la banca comercial no apoya porque requieren préstamos de menos de 1.200 francos.
¿Qué tipo de negocio puede desarrollarse con un monto así?
La compra de algunas gallinas o puercos de engorda, o la adquisición de ingredientes para preparar galletas o empanadas caseras que pueden venderse y reportar recursos de inmediato. O comprar material para realizar artesanía.
Los recursos son finitos, la imaginación no.
swissinfo/Andrea Ornelas
·En Suiza hay 300.000 empresas PYME (menos de 250 empleados).
·270.000 de ellas tienen menos de 10 empleados.
·La Fundación ASECE ha evaluado 625 proyectos en 6 años de vida.
·Ha otorgado 62 préstamos (por un total de 1.288 millones de francos suizos).
·Los microcréditos otorgados en Suiza se otorgan por un monto máximo de 30.000 francos suizos, reembolsables en un periodo máximo de 5 años, a una tasa interés promedio de 4% anual.
·En la fundación de Georges Aegler también hay donantes privados. La ciudad de Lausana (250.000 francos) y la Fndación Sandoz (350.000 francos), por ejemplo.
·En América Latina un microcrédito puede ser de apenas 100 o 150 francos suizos, y el incumplimiento es mínimo.
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