¿Soldados suizos contra los piratas?
El Gobierno de Berna podría anunciar esta semana si los soldados participarán en la protección naval contra los piratas del Mar Rojo. Los armadores suizos proyectan hacer el rodeo por Sudáfrica, señala su presidente, Eric André.
Pascal Couchepin, presidente de la Confederación en 2008, lo había revelado en una entrevista publicada a finales de diciembre: el Consejo Federal (Gobierno) estudia la protección de navíos suizos contra los piratas del Golfo de Adén con el envío de soldados armados.
Una primicia en la historia militar y de la marina mercante suiza, que navega desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial. El pabellón marítimo suizo se creó en 1940 para garantizar el suministro del país en caso de conflicto.
La titular del Ministerio de Exteriores, Micheline Calmy-Rey, precisó al dominical ‘NZZ am Sonntag’ que «entre diez y veinte profesionales podrían ser estacionados en Yibuti y trasladados por equipos de cinco a siete en navíos suizos y de la ONU que cruzan la zona sensible».
Una carta del presidente de los armadores suizos, el dueño de Suisse-Atlantique, Eric André, a la ministra de Exteriores, promovió la maniobra. En diciembre, la tripulación de un barco de la compañía Enzian, el ‘Sabina’, vio a los piratas de cerca cuando perseguían un buque de carga que navegaba delante de ellos.
El buque suizo lanzó un llamado de ayuda, pero nadie acudió.
«Un barco de Suisse-Atlantique acababa de pasar por ahí pero sin problemas», señala Eric André, el presidente de los armadores suizos. Éstos últimos son seis y entre todos poseen 35 buques teóricamente anclados en Basilea, donde se encuentra la Oficina suiza de Navegación Marítima. Pero sobra decir que ninguno de esos buques de altamar lanzará el ancla en el puerto renano…
¿Por el Cabo de Buena-Esperanza?
En el Golfo de Adén, los piratas son los que mandan. Acaban de liberar al ‘Sirius STAR’, un superpetrolero de 350.000 toneladas con 25 hombres de tripulación retenidos desde noviembre.
La solución más sabia podría ser evitar esas aguas infestadas y navegar por las más seguras – pero no más tranquilas – del Cabo de Buena Esperanza. Armadores y fletadores decidieron evitar el Canal de Suez. Cargill, la gran sociedad de negocios estadounidense con representación en Ginebra, decidió rodear por África. Uno de sus barcos fue tomado por los piratas y bloqueado seis semanas.
«Suisse Atlantique también escogió la alternativa de dar la vuelta por el sur del continente africano», subraya Eric André. «Si nuestros transportistas deciden pasar a pesar de todo por el Golfo de Adén, examinaremos la situación con ellos, pero no podemos forzarlos. No es una zona de guerra, no son terroristas, son piratas que hacen negocios. Eso parece una toma de rehenes que no está cubierta por los seguros».
Un acuerdo con la UE
«La demanda de los armadores suizos se refería a la integración de sus barcos en los convoyes protegidos por el Eunavfor. Nunca había sido cuestión de acoger a soldados suizos a bordo», confiesa el presidente de los armadores suizos. Actualmente, existen armados privados (holandeses, en particular,) que embarcan a la salida del Canal de Suez. Pero la solución tiene sus reveses.
Misma opción para el armador ABC Marítimo, en Nyon, que comanda una flota de cuarenta navíos, tres de los cuales con pabellón suizo, y también de Malta, Belice, San Vincente y Panamá (un petrolero de 250.000 toneladas):
«Por el momento, nuestros barcos se encuentran en el Atlántico y en África Occidental. Pero reflexionamos sobre el paso por el Cabo, confirma el director Peter Zürcher. Eso nos llevará diez días de más.» ¿La hipótesis de los soldados suizos para garantizar la protección? «Solamente en el marco de un acuerdo con la Unión Europea».
La marina francesa
En el marco de Eunavfor, basada en la isla de Wight, una conferencia de coordinación se celebró en su cuartel general, el 16 de diciembre. Como Suiza, nueve países terceros fueron solicitados, entre ellos Noruega, Canadá, Emiratos Árabes Unidos, Turquía, Ucrania.
Según el semanario ‘L’Hebdo’, las Fuerzas especiales suizas que podrían participar en ‘la misión Atalanta’ podrían integrarse a la marina francesa. Están en curso negociaciones, pero la misión no debe establecerse hasta en mayo.
La decisión de enviar tropas suizas al Golfo de Adén concierne a tres ministerios diferentes, Asuntos Exteriores, Defensa y Justicia, precisa el portavoz de Micheline Calmy-Rey, Jean-Philippe Jutzi. El Gobierno debe ponerse de acuerdo antes de anunciar una decisión.
El nuevo ministro de Defensa, Ueli Maurer, es miembro de la UDC (derecha nacionalista), un partido que no oculta su hostilidad al envío de tropas al extranjero…
swissinfo, Olivier Grivat,
(Traducción: Marcela Águila Rubín)
La marina de Suiza, uno de los pocos países que no tiene acceso directo al mar, es una realidad desde la Segunda Guerra Mundial.
35 buques de carga. Sus seis armadores administran 35 buques de carga de altamar, de 4.000 a 73.000 toneladas. Son graneleros que transportan trigo, carbón o metales ferrosos, porta-contenedores, buques químicos e incluso algunos petroleros.
Swissness. Llevan nombres bien suizos: Matterhorn, Lugano, Martigny, Lausana, Nyon o General Guisan.
Solos 6 marineros. Hace unos 20 años, la mitad de sus tripulaciones se componía de marineros y funcionarios suizos. Pero se fundieron con el tiempo: «Ya no son más que seis suizos de 600 marineros, entre los cuales un único capitán, José Schaeffli, un suizo de Argentina», contabiliza al armador Eric André.
Doce. El dueño de Suisse-Atlantique dirigen una flota de doce buques de pabellón suizo, sin contar con tres barcos en construcción en Extremo Oriente.
Crisis. Surcan todos los mares del globo, excepto uno que se encuentra amarrado en China para un mes por sus fletadores chinos. La crisis mundial pasó por ahí. Desde los Juegos Olímpicos de Pekín, el mercado chino está en punto muerto. Representa un 40% del transporte marítimo: «Se puede calificar la situación actual de caótica», certifica Eric André.
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