Suiza defiende su agricultura en la OMC
Para el negociador suizo Luzius Wasescha, eliminar los apoyos a los campesinos equivale a desmantelar la agricultura helvética.
Suiza defenderá su postura en la próxima cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC), de Cancún.
Suiza y los otros 145 Estados miembros están afinando los últimos detalles, en Ginebra, con la finalidad de que el importante cónclave de ministros de comercio, a realizarse del 10 al 14 de septiembre próximo en la ciudad balneario mexicana de Cancún, tenga éxito.
Pero las negociaciones preliminares no parecen dar los resultados esperados y según el negociador helvético, el embajador Luzius Wasescha, «hay que ver las cosas con lucidez antes de hacer previsiones desproporcionadas.»
«Los miembros de la OMC plantaron un arbol frutal en Doha. En Cancún, van a ver cómo se comporta. Pero cada cual sabe que si se cosecha un fruto demasiado pronto, no dará jugo».
Prudencia y reserva
Con esta imagen, el delegado del Consejo Federal en estas deliberaciones explica el estado de ánimo de los países miembros de la OMC. Prudencia y reserva.
En entrevista exclusiva con swissinfo, Luzius Wasescha señala cuál es la principal divergencia en estos momentos en la OMC y reivindica el derecho de Suiza de defender su agricultura, a pesar de que el encarecimiento de los precios ligados a los productos que se derivan de ella es una desventaja para este país.
¿Cuál es el punto más dificil de las negociaciones de la OMC en este momento?
Luzius Wasescha: La agricultura.
swissinfo: ¿Cuál es la posición de Suiza al respecto?
L.W.: Como usted sabe, tenemos una agricultura que no es competitiva. Está protegida en las fronteras por derechos de aduana elevados como resultado de la última negociación (la Ronda Uruguay), en la que se suprimieron las otras medidas proteccionistas (a excepción de estos derechos de aduana).
La protección se transformó en derechos de aduana, cuya ventaja es una gran transparencia. El problema está en que son muy altos.
Los suizos estamos frente a las posiciones de los sectores agro exportadores, especialmente los de América Latina, quienes nos piden un desmantelamiento rápido de los derechos de aduana y, además, la armonización con miras a una tasa muy baja.
Los derechos de aduana llegan, en su más alto cálculo, a un 25%. Mientras que algunas posiciones sitúan esas cifras entre 500 y 600%.
swissinfo: ¿Y esta demanda de los agroexportadores latinoamericanos no es aceptada por Suiza?
L.V: Esa demanda no la podemos aceptar. Porque eso sería la muerte de nuestra agricultura.
swissinfo: ¿Cuál es otro de los temas dificiles en estas negociaciones?
L.W: El segundo es la sostenibilidad a largo plazo. Y allí, con su sabiduría, los padres fundadores de la OMC pusieron en los textos la posibilidad de tener una «caja verde» en cada país, cuyo fin es poder dar subvenciones que tengan un efecto mínimo sobre el comercio. Estas subvenciones no deben ser reducidas.
En Suiza tenemos el siguiente problema: es el estado de las finanzas federales el que recorta estas subvenciones, porque ya no tenemos dinero para pagar cuanto quisiéramos. Y algunos exportadores agrícolas en la negociación de la OMC quieren limitar la extensión de esta «caja verde» y, así, añadir dificultad a los criterios, lo que es igualmente inaceptable para nosotros.
Se habla también de una reducción de la denominada «caja naranja», es decir, las subvenciones que perturban a los mercados. En este tema, Suiza ha propuesto una reducción del 30%, pero la Unión Europea pide que sea 60%. Eso es extremadamente difícil para nosotros, porque implicaría que nuestro Parlamento deba decidir poner ese dinero a disposición de la «caja verde», si no tiene un efecto directo en las explotaciones agricolas.
Y luego tenemos las subvenciones a la exportación. Aquí tenemos cierta flexibilidad, pero pedimos instrumentos que permitan a nuestra política agrícola satisfacer las consideraciones no económicas de los productos (como las dimensiones ecológicas, las cuestiones relacionadas con los animales, las indicaciones geográficas, y la información al consumidor). Mientras no tengamos esos elementos dependemos de una «caja verde» y de derechos de aduana que seguiran siendo muy importantes.
swissinfo: ¿Qué posibilidad existe de encontrar un desbloqueo a estas negociaciones antes de la reunión de Cancún?
L.W: Si los norteamericanos y la UE logran entenderse sería una señal fuerte, de la que Suiza tomaría nota en Cancún. Y con ella los demás Estados miembros. Pero la construcción de un consenso alrededor de esos temas nos llevará mucho más tiempo del que tenemos hasta la reunión de Cancún.
Cada país tiene problemas con su agricultura. Y si cada país quiere conservarla es necesario que contribuya, a su manera, a un resultado multilateral. Eso varía, prácticamente, de un país a otro.
swissinfo: ¿Entonces, las posibilidades de tener un éxito en Cancún son débiles?
L.W.: Sí. Pero sus alcances van más allá de un solo acontecimiento como Cancún, van a través de varias etapas.
swissinfo: La reforma de la ‘Política Agrícola Común’ de la UE, aprobada por Bruselas recientemente, es un elemento positivo para las negociaciones de la OMC?
L.W.: Es un elemento muy importante. Como no negociaremos, estamos confrontados a peticiones que se pueden comparar con demandas de sindicalistas, porque todo lo que hacemos, todo lo que hace la UE, todo lo que hace Japón, es decir, reformas del sistema agrícola, es considerado como si no valiera nada y de inmediato nos presentan otras reivindicaciones.
Al comienzo de la fase preparatoria de Doha, los agroexportadores pusieron el acento en las subvenciones a la exportación. Cuando comprendieron que ese punto comenzó a moverse cambiaron y pusieron el acento en la sostenibilidad interna. Cuando vieron que también allí nos movíamos, volvieron a cambiar y se concentraron en el «acceso a los mercados», que es un tema muy dificil. Así no se puede negociar seriamente.
swissinfo: ¿Usted piensa que, psicológicamente, el fin de la guerra en Irak es un golpe positivo que puede reactivar las negociaciones en la OMC?
L.W.: Es un golpe positivo en el plan psicológico y político. Pero hay que matizar en eso de que la guerra ha terminado, porque no ha terminado. Oficialmente sí, pero hay acciones de guerrilla cada vez más preocupantes.
En segundo término, tenemos la impresión de que en la política comercial de Estados Unidos, hay una presión adicional para tener alejadas, sea del mercado irakí o sea del mercado estadounidense, a un cierto número de empresas que están activas en países que no estuvieron en la misma línea de Washington. Eso también es preocupante.
swissinfo: Usted es el jefe de la delegación suiza. ¿Cuáles son sus objetivos en estas negociaciones ginebrinas, previas a Cancún?
L.W.: Nuestros objetivos siempre son los mismos: estamos en favor de un refuerzo de las reglas multilaterales, porque, en realidad, la OMC debería retener a los fuertes y sostener a los débiles. Esta semana, por ejemplo, Antigua solicitó un panel de arbitraje contra Estados Unidos en un tema de comercio electrónico. Eso muestra que el débil tiene los medios para defenderse, si tiene la voluntad de defenderse.
Existen, por supuesto, miembros de la OMC importantes por la dimensión de sus mercados. Estados Unidos constituye, en materia farmacéutica, 50% del mercado mundial. Entonces es evidente que todas las empresas farmacéuticas del mundo se focalicen sobre el mercado norteamericano. La Unión Europea y Suiza, juntas, representan el 20% de ese mercado mundial, Japón otro 20% y el resto del mundo el 10% que queda. Creo que para cada producto hay que tener estas dimensiones en la mente.
En lo que a Suiza respecta, hay que decir que casi no exportamos nada en agricultura. Con 7 millones de habitantes somos el 11° importador de productos agrícolas. Por tanto, el reproche que nos hacen de que somos ultra proteccionistas es falso. Por ejemplo, con la carne de res tenemos un contingente. A partir del momento en que las importaciones de res sobrepasan ese contingente, los derechos de aduana suben hasta un 400%. Pero hay comercio a pesar de eso.
Hay importaciones a esas tasas elevadísimas, porque la demanda interior es fuerte. En la tienda encuentro filetes de Brasil y de Argentina que son excelentes. A precios exhorbitantes en comparación con los del mercado mundial, sí. En general tenemos en este país un problema con respecto a los precios elevados, y ese asunto se refleja también en la agricultura. Los agricultores suizos tienen un interés particular en que los precios bajen, pero nunca los vi muy activos en operaciones políticas que buscaran una baja de esos precios.
swissinfo: ¿Usted es pesimista, realista u optimista sobre el éxito o el fracaso de Cancún?
L.W: Yo creo que en Cancún, o encontramos una solución, arreglamos cierto número de problemas, o es el bloqueo, pero en este caso habrá una crisis. Pero una crisis es para mí como una ducha. Al cabo de un momento hace mucho bien.
swissinfo, Luis Vázquez, Ginebra
En la próxima cumbre de Cancún suiza sostendrá a sus agricultores.
Delegación helvética favorable a las subvenciones.
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