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Vías para evadir la fiscalidad del ahorro

El banco Leu es una de las entidades que busca proteger a sus clientes europeos. Keystone Archive

Los bancos estudian nuevos productos financieros para que los clientes europeos puedan esquivar la retención en fuente a la que están sujetos sus capitales en Suiza.

El impuesto se deriva de los acuerdos bilaterales II que han sellado Suiza y la Unión Europea (UE).

“Hay muchas lagunas en las directivas europeas sobre la fiscalidad del ahorro en el acuerdo entre la Unión Europea y Suiza”, señala Thomas Jaussi, especialista fiscal de la sociedad fiduciaria KPMG de Basilea.

“Considero que quienes disponen de mucho dinero encontrarán la manera de esquivar este impuesto”, agrega.

El nuevo paquete de acuerdos bilaterales que Suiza ha aceptado, después de lograr preservar el secreto bancario, comprende una nueva retención en fuente, a la que están sometidos los intereses que generan los capitales depositados en Suiza y cuyos titulares son ciudadanos residentes en la Unión Europea (UE).

El impuesto representará entre el 15% y el 35% de las ganancias. Tres cuartas partes de esa suma serán restituidas a las autoridades fiscales de los países comunitarios. El resto se quedará en Suiza y servirá para cubrir gastos administrativos.

Los dividendos, los fondos de acciones, las pólizas de seguro, productos derivados y el oro, por el contrario, no estarán sujetos a este procedimiento de retención.

Negocio lucrativo

Los activos estatales emitidos antes de marzo del 2002 también podrán evadir al fisco, un nicho que ya está explotando algún que otro banco.

El mes pasado, el Banco Leu (banco privado) lanzó un nuevo fondo de inversión en activos de renta fija en la zona euro (Euro bonds). Un producto financiero que permite a los inversores esquivar el pago de impuestos.

Y también los especialistas de otros bancos, entre ellos el Credit Suisse Group y el UBS, están trabajando en la elaboración de “soluciones individuales” para sus respectivos clientes.

Esto no es casual, ya que las excepciones previstas en los acuerdos bilaterales II abren perspectivas de negocios interesantes para el segmento de la gestión de fortuna.

Si muchos de quienes poseen capitales importantes decidieran colorarlos en productos financieros especiales, los bancos podrían cobrar más comisiones.

Una estimación reciente indica que de esta forma se podrían mover cerca de 200.000 millones de francos que – con una comisión de solamente el 1% – generaría ganancias considerables a las entidades bancarias helvéticas.

Entidades ‘offshore’

Los expertos señalan otra laguna en las directivas de la UE relativas a la fiscalidad: en lugar de la retención en fuente, se puede recurrir a un intermediario para pagar el impuesto, intermediario que en la mayoría de los casos será un banco, precisa Thomas Jaussi.

Pero los titulares podrán beneficiarse también si esa entidad no tiene sede en Suiza o en la UE. Esto significa, por ejemplo, que un ciudadano europeo podrá confiar la gestión de su portafolio de acciones a una empresa ‘offshore’.

“En ese caso no estará sujeto al pago del impuesto, ya que no recibe los intereses de sus capitales directamente de su banco, sino indirectamente, a través del intermediario ‘offshore’”, explica Thomas Jaussi.

Un impuesto para los ‘tontos’

Esos intermediarios ganarán más atractivo en la medida en que las nuevas directivas europeas en materia de fiscalidad – un documento encaminado a crear un sistema de imposición paneuropeo – no contemplan legislación represiva alguna.

“Si usted dispone de suficiente dinero, merece la pena intentarlo: reestructurando sus capitales”, asegura Thomas Jaussi.

Por esta razón algunos prevén que la nueva imposición afectará solamente a los titulares de fortunas menores, aquellos que no disponen de medios para pagarse una asesoría apropiada.

Esta semana el diario ‘TagesAnzeiger’ de Zúrich calificó el nuevo sistema de “una retención para los tontos”.

swissinfo, Jacob Greber, Zúrich
(Traducción: Belén Couceiro)

La nueva directiva entrará en vigor el 1 de enero del 2005.

Los capitales en Suiza de los ciudadanos europeos estarán sujetos a una retención que oscila entre el 15% y el 30%.

Tres cuartas parte de esa suma serán restituidas a las autoridades fiscales comunitarias.

Los expertos señalan que el nuevo sistema tiene muchas lagunas que benefician a los europeos más acaudalados.

Los bancos podrían cobrar comisiones millonarias por los nuevos productos financieros que están estudiando para ofrecer a los clientes europeos.

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