Homenaje a un monumento moral
La prensa suiza rinde homenaje a Juan Pablo II: una personalidad que ha caraterizado el siglo y deja un vacío en la Iglesia católica.
Los comentarios elogian el empeño del Papa por los derechos humanos, pero critican su actitud conservadora en las cuestiones teológicas.
Varias imágenes del Papa fallecido ilustran las páginas de los cotidianos helvéticos. Desde las que lo muestran cumpliendo su misión a pesar de su querantada salud hasta la de sus restos mortales.
El deceso de Juan Pablo II, en la noche del sábado último, ya ocupó la edición dominical de los diarios suizos, y este lunes reiteran su homenaje a «Karol el Grande» (Tages anzeiger, de Zúrich).
El mundo de luto
El rotativo de la Suiza alemana subraya la figura universal del Papa polaco. «Luto» y «Mundo» son los términos que aparecen en la mayor parte de los titulares. Tal es el caso en el diario bernés Der Bund: «Luto mundial por el Papa».
Innumerables artículos repasan la historia del «Papa venido del frío» (Neue Zürcher Zeitung, NZZ). Con la muerte de Juan Pablo II, escribe el Tages Anzeiger, «termina una era». «El primer papa polaco», prosigue el diario zuriqués: «ha ocupado la escena mundial y ha contribuido al derribamiento del muro entre el Este y el Oeste».
La caída del comunismo, los viajes, un pontificado de casi 27 años, la relación con la juventud y con los medios de comunicación de un papa conservador en materia de los aspectos morales; en fin, todos los aspectos de la vida de Juan Pablo II son reflejados en los comentarios de este lunes.
«Ídolo en un mundo secularizado»
Los rotativos helvéticos no se limitan al discurso panegírico. «No siempre fue infalible» titula por ejemplo el Mitteland Zeitung para señalar que Juan Pablo II fue una figura polarizadora, capaz de «movilizar a las personas, no sólo a los católicos» en vida, agonizante, y muerto.
Juan Pablo II deja a su sucesor una herencia difícil. «¿Cuál eclesiástico podrá seguir el paso del atleta polaco de Díos en materia de viajes, audiencias, escritos y beatificaiones?» pregunta el Tages Anzeiger.
La respuesta parece generalizada: ninguno. El rotativo zuriquésn NZZ hace notar que «todo el mundo ponderará al nuevo Papa basándose en su predecesor. Pero el carisma de este últmo (Juan Pablo II) está fuera de toda comparación».
El Papa polaco ha sido «un imán para el público, capaz de movilizar a centenares de miles de personas en sus misas al aire libre» (NZZ). Lo hizo también en su última visita pastoral a Suiza, el año pasado. Juan Pablo II ofrecía «un punto de referencia firme» (Der Bund).
«La admiración», prosigue el diario bernés, «no suscitaba unanimidad si se trataba de su opinión sobre la sexualidad o el papel de la mujer en la Iglesia». El entusiasmo era manifiesto por el hombre impertérrito que con pasión creía en la posibilidad de dar sentido a la vida y obtener la paz, la libertad y la justicia. Un hombre que creía que la violencia, la pobreza y la opresión no deben tener la última palabra.
Una gran fuerza moral
«Comunión planetaria», titula el cotidiano Le Temps, de la Suiza francófona, para subrayar que Juan Pablo II nunca cesó de exigir la libertad del hombre y la dignidad y como parte irrenunciable de su integridad».
La Tribune de Geneve, también de Ginebra, se sorprende de que incluso quienes no compartían sus opiniones «manifiesten su simpatía», entre ellos quienes diferían de él en asuntos como el aborto y el uso del preservativo.
El cotidiano explica que «incluso nuestras sociedades laicas, racionales, individualistas, necesitan una voz que recuerde la sencilla verdad de que el hombre no es una mercadería».
Personalidad carismática
El diario tesinés La Regione resume los hechos de los últimos días titulando: «El último saludo». Una entrevista al teólogo Giannino Piana sirve de comentario.
«El elogio, casi el culto que domina estos días dejará el paso a un pensamiento más elaborado», señala el teólogo al recalcar que el magisterio y el pensamiento ético de Juan Pablo II han dejado huella en la Iglesia católica, pero que no serán un impedimento para seguir evolucionando.
«Su figura carismática ha calado profundamente en la opinión pública. Él ha hecho buen uso de los medios de comunicación para dar relevancia a la Iglesia católica en el mundo».
La fuerte personalidad de Karol Wojtyla es destacada también por El corriere del Ticino. «El mundo ora y no está solo» esccribe el cotidiano y precisa «creyentes o no, hemos perdido un icono de nuestro tiempo».
La prensa suiza coincide, en general, en la dimensión mundial del desaparecido Juan Pablo II.
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