«Ayudamos también por interés propio»
En apoyo a los países más pobres del planeta, Suiza destina miles de millones de francos y participa en el esfuerzo multilateral por alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de la ONU. Martin Dahinden, director de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), estima que se han hecho muchos avances pero que hay aún muchos desafíos.
Es difícil imaginar que esta habitación pequeña y austera del primer piso del edificio de COSUDE, en el barrio bernés de Ausserholligen, sea el despacho de un funcionario público encargado de un presupuesto multimillonario: cerca de dos mil millones de francos, solamente en el 2013.
El diplomático Martin Dahinden encabeza COSUDE desde 2008 y ha dirigido las diferentes modificaciones que desde entonces ha tenido el organismo responsable de la cooperación suiza. Pero el próximo verano dejará de ocuparse de los problemas mundiales para dedicarse a las relaciones de Suiza con Estados Unidos, al asumir el cargo de embajador en Washington, DC.
swissinfo.ch: ¿Por qué Suiza ayuda a otros países?
Martin Dahinden: Por dos razones. En primer lugar, la solidaridad con los países o pueblos que se encuentran en condiciones difíciles de vida. En segundo, por interés propio: queremos que otros países se desarrollen desde el punto de vista social y económico por el hecho de que serán nuestros socios económicos o son países de los que procede la inmigración ilegal.
El Embajador Martín Dahinden asumió el cargo de Director de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación en 2008.
Nacido en 1955, ocupaba desde 2004 el puesto de Director de Recursos y Red Exterior del DFAE, tras haber dirigido el Centro Internacional de Desminado Humanitario en Ginebra (2000 -2004).
Tras su entrada en el Servicio diplomático (1987), estuvo destinado en Ginebra (Delegación Suiza ante el GATT), París (Embajada de Suiza), Nigeria (suplente del Embajador de Suiza) y luego Nueva York (a título temporal, ante la Misión Permanente de Observación de Suiza ante las Naciones Unidas).
En la Central, trabajó para el Servicio de Política de Desarme y Cuestiones Nucleares, fue Jefe de la División OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa) y Jefe adjunto del Estado mayor de coordinación de la OSCE durante la presidencia suiza (1996) y luego fue nombrado Jefe adjunto de la Misión Suiza ante la OTAN en Bruselas.
Antes de ingresar en el Servicio diplomático, obtuvo el doctorado en Ciencias Económicas (Economía de empresa) en la Universidad de Zúrich, donde luego ocupó un puesto de profesor asistente. Asimismo, trabajó en una entidad bancaria y en una casa editorial.
swissinfo.ch: Muchos contribuyentes suizos se preguntan, después de tantas décadas de ayuda y tanto dinero destinado, en qué medida se han resuelto los problemas…
M.D.: En muchos programas se han construido estructuras que desde hace años no existen. Hace mucho tiempo ayudamos a construir en la India una industria de procesamiento de leche y los conocimientos se ampliaron. Y eso puede ocurrir en otras áreas: tal vez ya no encuentre una estación de tren construida hace treinta años, pero su operación habrá activado procesos que siguen vigentes. Cuando construimos una escuela, nuestro objetivo no es que necesariamente esté en pie por décadas enteras, sino que las personas aprendan y puedan aplicar los conocimientos adquiridos para mejorar su vida.
swissinfo.ch: Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) serán aumentados con metas de desarrollo sostenible más amplias a partir de 2015. ¿Qué ha sido alcanzado hasta ahora?
M. D.: Podemos decir que fue un gran éxito. Estos objetivos se focalizaron en los programas de lucha contra la pobreza en los países en desarrollo, las estrategias de las organizaciones internacionales y también en las actividades de los países donantes como Suiza y en las actividades de las ONG. El número de personas que viven en la pobreza absoluta, un importante objetivo, se redujo a la mitad, y eso fue antes de 2015. Pero ahora llegamos a un punto en el que debemos reflexionar sobre cómo vamos a continuar en el futuro.
swissinfo.ch: ¿Por qué la reorientación?
M.D.: Esta reorientación obedece al hecho de que advertimos que los ODM son muy limitados en relación con las necesidades del futuro. En primer lugar, porque se centran exclusivamente en la reducción de la pobreza, descartando factores económicos y ecológicos que son la base de la sostenibilidad. La segunda limitación es que están muy centrados en una perspectiva Norte-Sur, que requiere pocos cambios en la actitud de los países ricos.
Con respecto a la financiación, los ODM fueron ejecutados con la ayuda gubernamental. La nueva agenda tendrá una base más amplia. No se trata de reducir la ayuda al desarrollo, sino más bien de descubrir otras fuentes de financiación, como el sector privado o la movilización de recursos en los propios países afectados por esos problemas.
swissinfo.ch: Los países donantes han aumentado la ayuda exterior. En 2012, Suiza destinó 2 mil 7 millones de francos, un 0,45 % del PIB, en ayuda al desarrollo. Para el año 2015 esa ayuda debe alcanzar el 0,5% del PIB. ¿Eso es suficiente?
M.D.: La ONU determinó en 1970 que los países ricos deberían aportar el 0,7% de su PIB al desarrollo. Este objetivo sigue siendo válido, y algunos países lo han logrado, especialmente los escandinavos. Suiza decidió aumentar su ayuda exterior a un 0,5% en 2015, lo que nos permite ejecutar programas en algunos sectores específicos. Sin embargo, esto es solo una pequeña parte de lo que realmente es relevante. Las remesas, es decir, las transferencias de dinero realizadas por los trabajadores migrantes, corresponden a un número tal vez tres o cuatro veces mayor que el gasto en cooperación al desarrollo. También las inversiones del sector privado son mucho mayores. La ayuda al desarrollo se orienta a áreas críticas. Es probable que en el futuro estará más concentrada en países en conflicto o en situaciones de fragilidad que en países pobres, pero políticamente estables. No se puede lograr el desarrollo de los países simplemente con la ayuda en el ramo.
swissinfo.ch: 2014 es el Año Internacional de la Agricultura Familiar. ¿Cuál será el papel de la sostenibilidad en los próximos ODM? ¿Qué hará COSUDE para apoyar a los pequeños agricultores de los países pobres?
M.D.: Estoy convencido de que las pequeñas empresas agrícolas familiares fueron descuidadas en las últimas décadas a pesar de su gran importancia. Apenas el 10% de su producción es exportada en esos países. Obviamente, también hay grandes productores. Por eso es fundamental fortalecer la agricultura familiar, proporcionando acceso al crédito y a las semillas. Junto con las principales empresas del sector de los seguros estamos desarrollando modelos para proteger los cultivos. A menudo los pequeños productores no invierten en ellos y los fenómenos naturales conducen a la pérdida completa de las cosechas. Yo estoy muy feliz de que la ONU haya declarado 2014 el Año Internacional de la Agricultura Familiar. Muchos millones de personas laboran en el sector, teniendo en cuenta también todo lo que hay alrededor y no solamente la producción en sí: el procesamiento de alimentos, el almacenamiento y todas las actividades relacionadas con la agricultura.
swissinfo.ch: ¿Cómo colabora Suiza para lograr algunos de los ODM como la disminución de la mortalidad infantil, la lucha contra las enfermedades y la mejora de la salud materna?
M.D.: La salud es la condición más importante para muchas otras cosas. Depende en gran medida de la situación económica de un país: los enfermos no pueden trabajar y los niños enfermos no pueden absorber lo que aprenden en la escuela. Nos enfocamos claramente en tres sectores: enfermedades transmisibles, como la malaria, la tuberculosis y el SIDA; la salud materna, y en tercer lugar, el fortalecimiento de los sistemas locales de salud. Por el hecho de que Suiza es muy fuerte en esa área, ya sea en la producción de medicinas o la investigación farmacéutica.
swissinfo.ch: La propagación del VIH en África podría ser un ejemplo?
M.D.: De hecho, hubo una gran reducción de nuevos contagios. Muchas personas están infectadas, pero viven más tiempo que en el pasado. Los programas de concientización jugaron un papel importante en este desarrollo.
swissinfo.ch: El acceso al agua potable o al saneamiento básico, cuya falta acentúa los problemas de salud, requiere de grandes inversiones. ¿Cómo actúa COSUDE al respecto?
M.D.: Durante mucho tiempo no se consideró el tema del agua como un problema, pero luego hubo un cambio de enfoque de la política. Suiza, con otros países, consiguió incluirlo en la agenda, en el marco de la ONU. También hablamos ampliamente sobre el tema en los últimos años en el Foro Económico Mundial (Davos, Suiza). Somos de la opinión de que el problema del agua debe tener un lugar más importante en la futura agenda del desarrollo, es decir, lo que tendremos después de los Objetivos del Milenio.
Una de nuestras preocupaciones es exactamente el saneamiento básico, que implica obviamente la ecología. Es necesario hacer un gran esfuerzo, ya que si el acceso al agua potable mejora, el tratamiento de aguas residuales sigue siendo insatisfactorio. Y otro problema es que el 80% del agua que se utiliza en la agricultura de manera no muy responsable. Se desperdicia mucha agua. Y, por último, el agua también es objeto de muchos conflictos. Así que tenemos que abordar la cuestión, incluso en el futuro.
Traducción del portugués, Marcela Águila Rubín
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