«Buenaventura, Colombia: Realidades Brutales»
En un rincón de Colombia asolado por la violencia, un grupo de valientes mujeres ponen en riesgo sus vidas para ayudar a las víctimas del desplazamiento y los abusos sexuales. La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) reconoce su esfuerzo con la prestigiosa distinción Nansen.
Este viernes, ACNUR dio a conocer el laureado por la distinción NanseEnlace externon. Se trata de la red colombiana de defensa de los derechos de la mujer Red Mariposas de Alas Nuevas Construyendo Futuro.
En Buenaventura, en la costa pacífica colombiana, las activistas de la Red, todas voluntarias, han ayudado hasta la fecha a más de un millar de mujeres y sus familiares.
“Las Mariposas realizan un trabajo extraordinario en un contexto extremadamente difícil. Actúan cotidianamente para curar las heridas de las mujeres y los niños de Buenaventura y, para ello, ponen en peligro su propia vida. No hay palabras para definir su valentía», afirma el alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, António Guterres, sobre el trabajo de la Red.
Colombia, país de desplazados
Tras Siria -sumida en una cruenta guerra civil desde hace tres años-, Colombia es el segundo país del mundo con más desplazados internos: 5 millones.
En Buenaventura, las consecuencias de cinco décadas de conflicto armado han provocado que esta ciudad portuaria e industrial padezca una de las tasas de violencia y de desplazamientos más altas del país. Según el ACNUR, las mujeres son, con frecuencia, las principales víctimas de los grupos armados que, para demostrar su poder, las secuestran, violan, torturan y asesinan como un método de venganza.
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Torturas y asesinatos por venganza
«En su guerra de territorios, los grupos armados ilegales de Buenaventura pretenden destruir el tejido social de las comunidades. Violentan a las más vulnerables; las atacan sexualmente, las secuestran o las asesinan. Las Mariposas voluntarias ponen a las personas desplazadas y a las víctimas de abusos bajo sus alas y las ayudan a retomar sus vidas y a defender sus derechos», agrega Guterres, citado en el comunicado de prensa de ACNUR, con el que se da a conocer el nombre del grupo que el 29 de septiembre próximo recibirá el premio en Ginebra, Suiza.
«Estos grupos violan a mujeres y niños para demostrar su poder y fuerza. Las mujeres son torturadas, violadas o asesinadas como venganza frente grupos armados rivales», subraya ACNUR.
Principales países de acogida de refugiados colombianos en la región:
Ecuador 59.000
Costa Rica 6.962
Venezuela 4.259
Panamá 1.962
Este mismo viernes se publica el informe Buenaventura, Colombia: Realidades Brutales,Enlace externo del Consejo de Refugiados de Noruega, país, que junto a Suiza, otorga a los ganadores del premio Nansen una recompensa de 100.000 dólares.
La tarea en medio de la brutalidad
Mariposas ofrece apoyo personalizado a las víctimas de abusos y llega a las comunidades para educar a las mujeres y presionar a las autoridades para que defiendan los derechos de las mujeres.
Muchas miembros de Mariposas han sido desplazadas por la fuerza debido al conflicto armado en Colombia o cuentan con familiares asesinados o desaparecidos a causa del mismo. Muchas también han sido víctimas de la violencia doméstica y sexual. Es esta experiencia lo que las empuja a proseguir con su labor a pesar de los riesgos.
‘¡No más abusos contra las mujeres!’
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A pie o en autobús, Gloria Amparello, Maritza Yaneth y Mery Medina, tres de las coordinadoras de Mariposas, se mueven con cautela por los barrios más peligrosos para ayudar a las mujeres a acceder a atención médica y psicológica, así como las acompañan a denunciar los delitos.
Mediante talleres periódicos, también les enseñan conocimientos prácticos que les permitan ganarse la vida y conocer sus derechos. Hasta ahora, las voluntarias de Mariposas han cambiado las vidas de más de 1.000mujeres y las de sus familias. Mariposas se ha convertido en fuerza motriz de la sensibilización sobre los altos niveles de violencia contra las mujeres. Pese a atraer la atención de los grupos armados, organizan protestas, y marchan por las calles de Buenaventura reclamando a gritos ‘¡No más abusos contra las mujeres!’, decididas a derribar el muro del miedo y el silencio.
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