La medicina de familia necesita un reconstituyente
La población suiza envejece y debe tener garantizado el acceso a una atención primaria de alta calidad, en la que los médicos de cabecera desempeñan un papel fundamental. Es lo que estipula el nuevo artículo constitucional que los suizos votan en mayo.
Los médicos de cabecera han luchado para que el Gobierno y el Parlamento federales elaboraran este artículo constitucional y una serie de medidas destinadas a valorizar la medicina de familia como piedra angular de la atención primaria.
Desde 2006 han solicitado acciones para mejorar las condiciones del ejercicio de la medicina de familia, una profesión que ha perdido atractivo. Debido al envejecimiento de la población y el consiguiente aumento de las enfermedades crónicas y múltiples se requerirían más médicos de cabecera, sin embargo, su número disminuye. No hay relevo generacional. Solamente el 10% de los estudiantes de Medicina elige esta rama. Una situación que los médicos de familia atribuyen a una política que desvaloriza su trabajo, en particular con un sistema remunerativo que les penaliza respecto a otras especialidades.
Art. 117a (nuevo) Atención primaria
1. En el marco de sus competencias, la Confederación y los cantones aseguran que todos tengan acceso a una atención primaria apta y de calidad. Ambos reconocen la medicina de familia como componente fundamental de los cuidados médicos y la promueven como tal.
2. La Confederación reglamenta:
a. la formación y especialización en el ámbito de las profesiones de atención primaria, así como las condiciones para el ejercicio de las mismas;
b. la remuneración adecuada de las prestaciones de la medicina de familia.
Manifestaciones
Las batas blancas salieron a la calle, algo inédito en Suiza. Pero como los políticos hicieron oídos sordos a sus reivindicaciones, en 2009 lanzaron la iniciativa popular Sí a la medicina de familia. Según el texto, el Estado y los cantones tenían la obligación de promover esta disciplina, garantizar el acceso de toda la población a la atención primaria en todo el país, asegurar la formación universitaria y la especialización, así como facilitar el ejercicio de la medicina de familia. La iniciativa batió todos los récords: En menos de seis meses se lograron recolectar más de 200.000 firmas válidas, el doble de las necesarias.
El Gobierno y el Parlamento reconocieron que las preocupaciones eran legítimas, pero consideraron problemático promulgar una disposición para una única profesión, la del médico de cabecera. Por ello decidieron elaborar un contraproyecto directo, el decreto federal que se somete al veredicto de las urnas el 18 de mayo y sobre el que casi todos los partidos han llegado a un acuerdo.
Todas las profesiones de la atención primaria
“Este artículo constitucional es mejor que lo que proponía la iniciativa porque prevé reforzar la atención primaria para afrontar mejor los problemas sanitarios y mejorar el acceso de la población a los tratamientos médicos. El texto subraya la importancia de la medicina de familia, pero engloba todas las profesiones de la rama sanitaria. Así, se da prioridad a un concepto de atención primaria integral en el que, junto al médico de familia, figuran otros profesionales, como las enfermeras, los fisioterapeutas, ergoterapeutas, etc.”, explica la diputada socialista Marina Carobbio Guscetti.
La parlamentaria y médico de cabecera considera que en el futuro la atención primaria deberá fundarse en esta cooperación y complementariedad entre profesionales: “Para atender adecuadamente a los enfermos crónicos se necesita un enfoque global”. De aprobarse, este artículo constitucional “dará un impulso importante”.
Según las estadísticas de la Federación Suiza de Médicos (FMH), en 2012 ejercían 31.858 médicos, un 3,3% más respecto al año precedente. El 62,5% eran hombres y el 37,5% mujeres. El aumento del número de mujeres fue más pronunciado (+5,8%) que el de sus colegas masculinos (+1,8%).
El 53,1% de los médicos ejercía principalmente en el sector ambulatorio, el 45,2% en el hospitalario y el 1,7% en otros campos. Los profesionales de la medicina de atención primaria (incluidos los pediatras) representaban cerca del 45%. De ellos el 30% eran mujeres.
La cuota de mujeres era del 42,2% en el sector hospitalario, del 39,9% en el ambulatorio y del 26,8% en otros campos. En la franja de edad de 25 a 34 años, en cambio, las mujeres eran mayoría.
En los próximos años crecerá la proporción de mujeres, ya que su número ha aumentado entre los estudiantes de Medicina y los médicos menores de 40 años. Y además, porque muchos hombres se jubilarán.
La edad media de los médicos era de 48,8 años: 45 en el caso de las mujeres y 51 en el de los hombres.
La feminización de la profesión acentúa el problema del relevo generacional de los médicos de cabecera, porque muchas mujeres eligen una actividad a tiempo parcial para compaginar su trabajo con el cuidado de los hijos.
En 2012, trabajaban una media de 7,4 medias jornadas, frente a las 9,3 de los hombres. El 88% de los médicos generalistas (hombres y mujeres) declaraban trabajar en promedio más de 55 horas semanales.
Una garantía a un grupo profesional
“El contraproyecto es seguramente menos malo que la iniciativa. Pero constituye un gran problema, porque garantiza en la Constitución un salario a una categoría profesional. Algo jamás visto hasta ahora. ¿Y qué significa una adecuada remuneración de las prestaciones de la medicina de familia?, rebate Guy Parmelin, diputado de la Unión Democrática de Centro (derecha conservadora, UDC), que a diferencia de los demás partidos refutó el texto.
“Todos coincidimos en que la atención primaria debe ser accesible a toda la población y en todas las regiones, y que hay que apoyar la medicina de familia, pero no con este artículo constitucional”, agrega. En opinión de Parmelin, este texto conlleva el peligro de que las competencias se transfieran de los cantones a la Confederación. “Corresponde a los cantones y municipios ser más activos, porque son los que mejor conocen las necesidades. La eficacia está en la proximidad, no la centralización”.
El texto dice claramente que el Estado y los cantones actúan en el marco de sus propias competencias, replica Marina Carobbio Guscetti. Para la diputada socialista, este artículo “constituye, por un lado, una señal fuerte y, por otro, permite llevar a cabo proyectos concretos”.
Un paquete de medidas
Además del artículo, la Confederación, los cantones, las asociaciones de médicos y el comité promotor de la iniciativa han previsto otras medidas, en el marco de un plan director Medicina de familia y medicina de base. Un plan para el que el ministro de Sanidad, Alain Berset, quiso pactar lo más rápido posible soluciones viables a corto y medio plazo.
Actualmente hay varias reformas en curso para la formación y la investigación en medicina de base y medicina de familia, incluida una revisión de la ley federal sobre las profesiones médicas universitarias.
En cuanto a la remuneración, el Gobierno tiene la intención de autorizar una subida del precio de las analíticas que los médicos de cabecera efectúan en sus consultas y que debería aportarles unos ingresos adicionales por 35 millones de francos al año. También se prevé aumentar las tarifas de las prestaciones, por lo que los médicos ingresarán 200 millones más. Son sumas que se obtendrán mediante el recorte del precio de ciertas prestaciones técnicas de otros especialistas. Estos y los hospitales han protestado, pero no se oponen al artículo constitucional.
No habrá contracampaña
“Todas las reformas pueden aplicarse sin el artículo constitucional. Y los cantones tienen la posibilidad de ofrecer incentivos económicos a los médicos de cabecera que se establecen en zonas donde faltan o hay pocos”, insiste Guy Parmelin.
La UDC no ha emitido aún su recomendación de voto, pero es muy probable que el comité central se oponga, como lo hizo el grupo parlamentario, indica Parmelin. No obstante, el partido renuncia a una contracampaña. Sus prioridades para la cita del 18 de mayo son la adquisición de los cazas de combate Gripen y la iniciativa sobre un salario mínimo.
Traducción del italiano: Belén Couceiro
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