Bancos suizos respaldan a Obama y McCain
UBS y Credit Suisse están entre los veinte donantes más importantes de los dos principales candidatos a la Casa Blanca. Junto con otros institutos, financian también los congresos de los partidos y ciertos candidatos para los comicios legislativos que se celebrarán el mismo día que los presidenciales.
Ahora que Barack Obama y John McCain se preparan para ser entronizados por sus respectivos partidos en los conventos —los congresos que deciden formalmente sobre los candidatos a la elección presidencial—, se baten todos los récords en la financiación de las campañas electorales.
Sólo en el mes de junio, John McCain ha reunido 27 millones de dólares; lo cual supone un récord para el candidato del partido republicano de George Bush. Pero es un récord que se vio eclipsado por el de Barack Obama. El demócrata ha reunido 52 millones de dólares en el mismo mes. Esto es de lo jamás visto en la historia de Estados Unidos, un país donde política y dinero son inseparables desde hace mucho tiempo.
Pesos pesados del financiamiento
Si gran parte de esos fondos provienen de individuos, el dinero también es desembolsado por grupos de presión: sindicatos, grandes universidades, asociaciones profesionales o sectoriales y empresas.
La abrumadora mayoría de las empresas que participan así en el proceso electoral son estadounidenses. UBS y Credit Suisse son las únicas empresas de procedencia extranjera que figuran entre los veinte principales donantes de los dos primeros candidatos a la presidencia de Estados Unidos.
Según el Center for Responsive Politics, una organización no gubernamental que examina las relaciones financieras de los candidatos a la Comisión Electoral Federal, UBS es el quinto de los veinte principales donantes de Barack Obama. Credit Suisse y UBS ocupan la novena y décima plaza en la clasificación de las veinte empresas que más generosas se muestran para con John McCain.
«Credit Suisse es incluso considerado por nuestra organización como un ‘duro bateador’, un peso pesado de la financiación de las campañas, y por tanto una de las entidades más influyentes de la política estadounidense en el ámbito federal», declara a swissinfo Sheila Krumholz, la directora del Centro.
En el próximo futuro, también diputados de congreso
Credit Suisse y UBS no sólo sufragan las candidaturas a la presidencia, también riegan con dinero a numerosos candidatos a los comicios legislativos.
Credit Suisse es la única compañía extranjera que figura entre las veinte donantes más importantes de Hillary Clinton, la senadora del Estado de Nueva York que aspira a un tercer mandato después de haber quedado eliminada en la campaña presidencial de los demócratas.
Por su parte, UBS es una de las donantes más grandes del otro senador neoyorquino de los demócratas, Charles Schumer, y del jefe de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell.
Otras empresas suizas también desempeñan un papel en los próximos comicios políticos en Estados Unidos. Roche ya ha donado 240.000 dólares a candidatos a las legislativas y presidenciales. Novartis, por su parte, apadrina los dos conventos y ha desembolsado más de 220.000 dólares a los candidatos.
Gran discreción
Pero UBS y Credit Suisse se distinguen por las sumas invertidas en las campañas electorales. UBS ha donado 587.000 dólares en lo que va de año, mientras que Credit Suisse ya ha invertido casi dos millones de dólares.
«Para las compañías se trata de tener acceso a esos individuos una vez que hayan sido elegidos, lo cual les permite desarrollar una relación y expresar sus puntos de vista», explica la directora del Center for Responsive Politics.
swissinfo ha contactado las oficinas de UBS, Credit Suisse y otras empresas de origen helvético que hacen lobbying en Washington, es decir, que representan los intereses de esas compañías frente a la Casa Blanca y el Congreso. Pero ninguna de ellas quiso responder a nuestras preguntas.
Novartis ha reaccionado a nuestro requerimiento, pero ateniéndose a un comunicado preexistente que afirma que su participación a los conventos «manifiesta su empeño para con las ciudades organizadoras» y su «apoyo al proceso democrático en Estados Unidos».
Se desconoce la suma exacta que Novartis ha donado a los conventos, pero las razones que empujan a una compañía a financiar un congreso de un partido son las mismas que para las donaciones a los candidatos.
«Las empresas quieren tener influencia política y evitar que los políticos perjudiquen sus intereses», subraya Steve Weissman, del Campaign Finance Institute, un centro de investigación afiliado a la Universidad George Washington.
En general, las empresas arguyen que no donan dinero directamente a los candidatos, sino que lo ingresan en las cuentas de sus «comités de acción política», es decir, grupos cuyos fondos provienen de algunos de sus empleados.
El dinero corrompe la democracia
Pero Sheila Krumholz asevera que «los empleados que pagan fondos a los candidatos no son empleados medianos; se trata de la élite de la empresa, de altos cargos, incluido el presidente del consejo de administración que puede donar como persona privada y como miembro del comité de acción política».
En la opinión de la directora del Center for Responsive Politics, este dinero corrompe la democracia norteamericana.
«Conseguir información sobre este o aquel problema de los grupos de presión supone una ventaja para un político elegido porque las empresas conocen bien los dossieres y tienen sus propuestas, pero el peligro para la democracia está en que los políticos no consiguen o no buscan el punto de vista oponente antes de definir su enfoque o de emprender medidas», concluye Sheila Krumholz.
swissinfo, Marie-Christine Bonzom, Washington
(Traducción del francés: Antonio Suárez Varela)
El Convento del Partido Demócrata tiene lugar en Denver, estado de Colorado, del 25 al 28 de agosto.
El Convento del Partido Republicano tendrá lugar del 1 al 4 de septiembre en la aglomeración de Minneapolis-Saint Paul, en el estado de Minnesota.
UBS y Novartis son las dos únicas empresas extranjeras que participan en la financiación de los dos congresos, junto con otras 47 empresas estadounidenses.
Barack Obama: UBS ha donado 378.400 dólares, una contribución que hace del grupo bancario suizo uno de los veinte benefactores más generosos del candidato demócrata a la Casa Blanca. UBS es la única empresa extranjera que apoya a Barack Obama, junto con algunos de sus competidores estadounidenses: Goldman Sachs, JP Morgan Chase y Citigroup.
John McCain: UBS y Credit Suisse figuran entre los veinte donantes más grandes del candidato republicano, con 127.315 y 133.125 dólares respectivamente. Son las únicas empresas extranjeras que forman parte de este club y son precedidas por Merrill Lynch y Morgan Stanley, sus competidores nacionales.
Según la ley estadounidense, una empresa sólo puede participar en el financiamiento de un candidato a través de un ‘comité de acción política’, mediante el cual pide a sus empleados que hagan donaciones. Una donación no puede superar los 2.300 dólares por persona para una elección y un candidato.
Para poder participar en el financiamiento de un candidato o de un partido estadounidense, las compañías extranjeras sólo pueden transferir dinero a través de sus filiales en EE UU.
Por otro lado, las empresas extranjeras están autorizadas a participar en el financiamiento de los conventos nacionales de los partidos. El monto de sus donaciones es ilimitado.
El monto final de las donaciones hechas por las empresas al convento se publica 60 días después del congreso. Según el Campaign Finance Institute, cada convento espera poder reunir este año una suma de 60 millones de dólares.
(Fuente: Campaign Finance Institute y Center for Responsive Politics)
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