Una sesión bajo el signo de la crisis
Reunido desde este lunes en su sesión de invierno, el Parlamento suizo deberá elegir a un nuevo miembro del Gobierno y analizar el salvamento del UBS y el presupuesto 2009 de la Confederación.
La elección del sucesor del ministro de Defensa, Samuel Schmid, está prevista para el 10 de diciembre. Se trata, sin duda, del mayor acontecimiento de la sesión, que inicia en un Palacio Federal totalmente renovado.
La semana pasada, el grupo parlamentario de la UDC (Unión Democrática del Centro, derecha nacionalista) presentó a Christoph Blocher y a Ueli Maurer como candidatos a la sucesión de Samuel Schmid.
La UDC se apresta a abandonar la vía de la oposición, una vía decidida en respuesta a la no-reelección del ministro de Justicia, Christoph Blocher, hace doce meses. El partido de la derecha nacionalista podrá recuperar así una de sus dos carteras gubernamentales de las que se privó tras la evicción de su líder histórico.
Los bancos en el centro de los debates
Los bancos se ocuparán también de medidas decididas por el gobierno para hacer frente a las consecuencias de la crisis financiera. En el marco de una sesión «extraordinaria» que se efectuará el 8 de diciembre, la Cámara Baja discutirá primero sobre el plan de salvamento del UBS. Ese paquete de 68 mil millones de francos promete debates agitados.
La izquierda expresó sus reservas sobre la manera en que fue concebida la operación, patrocinada por el Banco Nacional Suizo y pide condiciones más restrictivas para el UBS. Sin embargo, es improbable que la oposición de la izquierda vaya más lejos de una simple señal de protesta.
La única parte del paquete sobre la cual el Parlamento debe pronunciarse – un préstamo al UBS de un importe de 6 mil millones de francos convertibles a acciones – debería ser aprobada sin problema. En las comisiones de Finanzas de ambas cámaras, las propuestas de la izquierda han sido sistemáticamente rechazadas por una fuerte mayoría.
El debate sobre la modificación de la Ley sobre los Bancos, que busca mejorar la protección de los pequeños ahorradores, tampoco promete sorpresas. A la espera de una reforma más ambiciosa, la propuesta del Gobierno de hacer pasar el límite de garantía del ahorro de 30.000 a 100.000 francos debería lograr fácilmente una mayoría.
Presupuesto y coyuntura
La crisis financiera y los temores de recesión económica también serán objeto de debates en el marco del presupuesto 2009 de la Confederación. Para estimular las inversiones y garantizar los puestos de trabajo, el Gobierno decidió desbloquear una suma suplementaria de 341 millones de francos destinada a estrategias inmediatas.
Entre tales medidas está la prevención contra inundaciones y peligros naturales (66 millones) y 20 millones para las construcciones civiles de la Confederación. También está prevista una ayuda para la economía de energía de los edificios de utilidad pública.
Las comisiones de Finanzas dieron su aval a todas estas medidas, a pesar de algunos correctivos. Pero dado que las cuentas de la Confederación deberían dar un saldo positivo de cerca de mil millones de francos, la izquierda pide una intervención más contundente del Estado para yugular la crisis. La UDC, en cambio, invita a rechazar el presupuesto y a reducir el aumento de los gastos de la Confederación del 3 al 2%.
Programa de Armamento
Esta sesión de invierno debería dar una última satisfacción a Samuel Schmid. En septiembre, el ministro de Defensa recibió la negativa de la cámara baja (Consejo Nacional) al Programa de Armamento 2008, una negativa hecha posible merced a una insólita alianza entre una izquierda siempre muy crítica en materia de gastos militares y una UDC decidida a hacer sufrir una afrenta a Samuel Schmid, su antiguo compañero y entonces miembro del nuevo Partido Burgués Popular.
Esta decisión de la cámara baja condujo ciertamente a Samuel Schmid a dimitir. Ahora que la UDC volvió a su política tradicional de apoyo al ejército y que la cámara alta aprobó el Programa de Armamento, este último debería ser aceptado también, con una confortable mayoría, por la cámara baja.
swissinfo, Andrea Tognina
(Traducción, Marcela Águila Rubín)
Con base en el sistema de rotación que regula el acceso a los más altos cargos del Estado, la Presidencia de la Confederación será asumida en 2009 por el ministro de las Finanzas, Hans-Rudolf Merz, que acaba de recuperarse de una operación del corazón.
Debido a la dimisión de Samuel Schmid, el cargo de vicepresidente de la Confederación (y presidente para 2010) corresponde a la ministra de Economía, Doris Leuthard.
El primer día de la sesión, las cámaras federales eligen, por otro lado, a su presidente. En el Consejo Nacional (Cámara Baja) el cargo será ocupado por la diputada demócrata cristiana (PDC / centro derecho) del Tesino, Chiara Simoneschi-Cortesi.
La presidencia del Consejo de los Estados (Cámara Alta), estará en manos del socialista friburgés Alain Berset.
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