Intelectuales suizos acusan a Israel
Los profesionales suizos del cine en el Festival de Locarno exigen la suspensión de las hostilidades en Oriente Medio y acusan a Israel de actuar "como un Estado criminal".
El presidente del CICR, Jakob Kellenberger, está desde el lunes en Beirut para evaluar la asistencia humanitaria, mientras Suiza continúa con su ayuda.
Desde hace algunos días circula un llamado al margen del Festival Internacional de Cine de Locarno. Ha sido redactado por un centenar de personalidades suizas del filme, entre ellas Alain Tanner, Fredi M. Murer y Samir.
«A pesar de todos los acuerdos internacionales», el pueblo libanés «está secuestrado en su propio territorio», indica esencialmente el texto que recuerda que ese conflicto ha causado ya «1.000 muertes».
Además, la nota reprocha a Israel de «a sabiendas, dejar morir de hambre a los habitantes de la Franja de Gaza, después de haber destruido las infraestructuras».
«Nosotros, los profesionales suizos del cine, artistas, intelectuales y ciudadanos, nos negamos a ser testigos mudos de esa estrategia de destrucción». Los firmantes se declaran «solidarios» con sus colegas palestinos y libaneses.
El presidente del CICR en Líbano
En el terreno de la guerra, el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) Jakob Kellenberger llegó el lunes a Beirut para entrevistarse con el presidente libanés Emile Lahoud, el primer ministro Fouad Siniora y el presidente del Parlamento Nabih Berri.
En su encuentro con el jefe del CICR, el presidente Emile Lahoud expresó su deseo de que el CICR «actúe para asegurar la liberación de los libaneses detenidos en Israel» en el marco de un intercambio de prisioneros.
Lahoud puso énfasis en que «el Líbano es favorable a cualquier medida que realice un intercambio en coordinación con las partes concernidas, tal como se hizo en el pasado», dice el comunicado de la presidencia.
Kellenberger se reunirá también con el presidente de la Cruz Roja libanesa, jeque Samy Dahdah. La operación en Líbano es ahora la segunda más importante de la organización humanitaria después de la de Sudán. Para ese cometido ha enviado a más de 60 delegados.
El sur inaccesible
Dada la intensificación de los combates, el CICR juzgaba este lunes (07.08) que la situación es demasiado peligrosa para encaminar la ayuda a los poblados en el sur de Líbano, aisladas del país desde hace tres días.
Annick Bouvier, del CICR, precisó: «Estamos muy preocupados porque la población civil en los pueblos aislados necesitan ayuda». A juicio de la portavoz, los habitantes de las localidades rurales del sur del Líbano no están en condiciones de dejar sus casas para buscar frutas y legumbres en las tierras de cultivo cercanas.
La ayuda suiza prosigue
Los convoyes de ayuda humanitaria suiza han abastecido este fin de semana a 400 familias necesitadas en las montañas de Chouf, al sureste de Beirut. Los transportes de la cooperación helvética en la región se ven, sin embargo, perjudicadas por la falta de gasolina.
«A pesar de todo intentaremos llevar dos veces por día los elementos de asistencia a Chouf», indicó el lunes Daniel Beyeler, jefe del equipo del Cuerpo Suizo de Ayuda Humanitaria (CSA) en Beirut.
El trayecto a Chouf dura normalmente 20 minutos, pero a los convoyes les lleva dos horas porque se ven obligados a tomar atajos más seguros. Además, el material debe ser tansportado en vehículos pequeños; es decir, de 8 a 12 camionetas por convoy. Los camiones son bombardeados.
Los cuatro primeros convoyes se llevaron a cabo el sábado y domingo.
Ampliación a la vista
Se ha previsto la extensión de la ayuda humanitaria a otras regiones, en colaboración con organizaciones locales. «Esperamos poder llevar material a los campos ya existentes en el sur, pero también en el norte del país», precisó Daniel Beyeler.
La ayuda suiza entregó al gobierno libanés, el viernes, un primer campo de tiendas situado en un estadio de Beirut para 360 desplazados. Cuatro o cinco sitios son examinados para la construcción de campamentos con tiendas en la región de la capital.
swissinfo y agencias
Desde el comienzo de la ofensiva israelí en el Líbano, el 12 de julio, más de 1.000 personas han perdido la vida, mayormente civiles.
De parte israelí, deploran más de 90 víctimas de los proyectiles del movimiento pro-iraní Hezbolá.
De momento no hay una solución a la vista.
En el plano diplomático, es probable que el Consejo de Seguridad de la ONU no pueda pronunciarse hasta el miércoles sobre una resolución para la crisis.
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