La fuerza serena de Gökhan Inler
Nació en el cantón de Solothurn y tiene raíces turcas. A sus 24 años, el titular de la selección helvética y centrocampista del Udinese está viviendo en Italia un momento mágico de su carrera.
En la entrevista concedida a swissinfo, el jugador cuenta sus sensaciones.
«Inler… Inler… tira Inler…y …¡¡¡gol!!!». Uno de los muchos aficionados, en su mayoría jubilados, que sigue con atención el entrenamiento vespertino del Udinese, se separa por un momento de la red metálica que cierra el campo e imita burlonamente a un periodista, haciendo reír a los amigos que le acompañan.
Sin embargo, el episodio al que se refiere es real y está todavía impreso en la retina de los ‘tifosi’ locales. Dos días antes, el jugador helvético de origen turco marcaba un espléndido gol con la zurda, adelantando a su equipo en un partido contra el Fiorentina que el Udinese ganó finalmente por 3-1.
«Hay que decir la verdad: hace años que en primera división no se veía una proeza similar», añade el aficionado, poniéndose serio de repente.
El excelente partido de Inler no pasó desapercibido. La ‘Gazzetta dello Sport –denominada también la ‘Biblia rosa’ – le ponía una nota de 7,5 y añadía el siguiente comentario: «El mejor sobre el campo es otra nueva invención del patrón Pozzo (el presidente del Udinese), un tal Gökhan Inler, comprado por una bagatela y valorado ahora en varios millones».
Según algunos diarios deportivos italianos, para arrebatar al Udinese al extraordinario jugador suizo –su contrato vence en 2012- sería necesario desembolsar entre 10 y 15 millones de francos.
Un reto permanente
La cuestión surge de manera espontánea: ¿Cómo mantener los pies en la tierra cuando se reciben elogios tan halagadores, cuando se suscita el interés de equipos tan importantes como la Juventus o el Barcelona y se viste la misma camiseta de Quagliarelia o Di Natale, jugadores de la selección italiana? Se lo hemos preguntado a Inler después de sentarnos en unas comodísimas butacas de la sede social del Udinese.
«Hay que darlo todo por el fútbol, concentrarse en el propio trabajo y no dormirse en los laureles. Cada día es un nuevo reto y hay que dar el todo por el todo», responde el jugador de la selección suiza, añadiendo: «Siempre me he comportado de esta manera, durante toda mi carrera profesional».
Aunque Inler ya jugó en Suiza a alto nivel reconoce, sin embargo, que en Italia la tarea es bastante más difícil: «Los medios de comunicación tienen mucha más presencia aquí y la presión es verdaderamente fuerte. Además, el fútbol italiano es tremendamente exigente, busca siempre la perfección».
Vida sana
En este contexto, explica Inler, es fundamental saber reservarse momentos de tranquilidad y defender tu vida privada. «Mi compañera y yo vivimos fuera de la ciudad, lo que nos permite estar más aislados y, por tanto, más tranquilos».
En cualquier caso, Gökhan, de religión musulmana, ha mantenido siempre un estilo de vida moderado: «No tengo costumbre de trasnochar e ir de fiesta, no bebo ni fumo. En mi tiempo libre prefiero quedarme en casa, jugar con mis dos perros y mantener contacto con mi familia y mis amigos de Suiza. Así puedo recargar las pilas y estar perfectamente lúcido».
Un comportamiento que Inler mantiene desde el inicio de su carrera: «Siempre me he concentrado en los objetivos, creando las condiciones ideales para poderlos realizar. Así ha sido en el pasado y así será en el futuro».
El talento no basta
«Tener aptitudes físicas es ciertamente importante, pero no lo es todo. En el fútbol las cosas pueden cambiar muy rápidamente. Por lo tanto, tienes que trabajar con seriedad y ser un ejemplo también fuera del campo», subraya.
«Siempre he intentado comportarme de manera correcta y mostrarme accesible a periodistas y aficionados, incluso cuando el equipo pierde o mi prestación no ha sido buena», añade el centrocampista.
«El mismo discurso vale para lo que se refiere a los rumores de mercado; los jugadores deben dar el máximo de sí mismos por el equipo, trabajando día tras día. Del resto se ocupan los agentes y representantes. No debemos distraernos con esas cuestiones».
Italia, examen permanente
¿Cúales son los aspectos en que se nota más diferencia entre el campeonato suizo y el italiano? «Para jugar en Italia es necesario estar preparado tanto en el plano táctico como físico. Aquí, el mínimo error se castiga inmediatamente con un gol de los rivales…».
Por otra parte, Inler señala que «ese nivel de exigencia tan elevado permite aprender muchísimo y beneficiarse de la experiencia de los compañeros de equipo. Y eso es justo lo que ocurre aquí en Udine. Somos un equipo joven, nos ayudamos unos a otros y estamos creciendo juntos».
Tal vez por eso la ciudad vive ahora una gran euforia; todo el mundo piensa ya en la ‘Champions League’. «No debemos despistarnos con goles como ése, sino simplemente concentrarnos en el próximo partido», afirma.
Poco después, una persona se detiene para felicitarle y le pregunta qué hará después de la entrevista. «Me vuelvo tranquilamente a casa», responde Inler, que se apaña ya bastante bien con el italiano.
«Pero, ¿cómo? ¿Después de un golazo como ése te vas a casa?», le dice ingenuamente el interlocutor. «En serio, me voy a jugar con mis perros…», le contesta Inler con una sonrisa.
swissinfo, Andrea Clementi, Udine
(Traducido del italiano por José M. Wolff)
Gökhan Inler nació el 27 de junio de 1984 en Olten, cantón de Solothurn, donde vivió con sus padres y su hermano Volkan. A la edad de seis años comienza a jugar en la sección infantil del equipo local, pasando después al Solothurn FC, donde apenas con 16 años debuta con el primer equipo.
El jovencísimo centrocampista despierta rápidamente el interés del Basilea. Durante la temporada 2004-2005 viste la camiseta del equipo renano (equipo sub-21). Al año siguiente, disputa su primera temporada en primera división con el Aarau FC, al tiempo que entra a formar parte de la selección nacional sub-21.
Inler firma después un contrato con el FC Zurich, equipo con el que disputa el campeonato 2005-2006 y se convierte en campeón de la Liga suiza a la edad de 22 años. Al año siguiente repite título con el mismo equipo. Es entonces cuando el joven talento decide intentar la aventura extranjera con el Udinese.
Debuta en la Liga italiana el 27 de agosto de 2007 en el estadio de San Siro de Milán. Dos meses más tarde, Inler consigue su primer gol en el partido entre el Udinese y el Torino, con victoria local por 2-1.
El Udinese Calcio es una de las corporaciones más antiguas de Italia y el equipo de la ciudad y la región de Friuli-Venezia Giulia (nordeste de Italia).
Sus mejores resultados en la historia del fútbol italiano son un segundo puesto en la Liga de 1954/1955 y el tercero en 1997/1998. Tiene numerosas participaciones en la Copa de la UEFA, una participación en la ‘Champions League’ en 2005/2006 y un título de la Copa Intertoto.
La entidad apuesta significativamente por los jóvenes talentos, que después vende a equipos más poderosos económicamente. Durante los últimos años, numerosos jugadores procedentes del Udinese han sido llamados por sus respectivos seleccionadores nacionales.
Entre ellos, Vincenzo Iaquinta (ahora en la Juventus), el campeón de Europa Oliver Bierhoff (después campeón también de Italia con el Milán) y el brasileño Marcio Amoroso. Entre 1983 y 1985 jugó con la camiseta blanquinegra del Udinese el extraordinario centrocampista brasileño Zico.
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