No más dinero público para Swiss
La compañía aérea helvética, surgida tras el fin de Swissair, no tendrá más apoyo económico del gobierno.
Una decisión de Berna anunciada a dos días de que Swiss presente un nuevo plan para su saneamiento.
Este miércoles(30.04) el Gobierno Federal aclaró, a través de su ministro de Transportes, Moritz Leuenberger, que «Swiss debe afirmarse con fuerzas propias».
«El Consejo Federal no se mete en la cabina de pilotaje», afirmó por su parte el ministro de Finanzas, Kaspar Villiger.
Con este mensaje inequívoco, el gobierno rechaza una nueva inyección financiera en la compañía nacional, de la que posee cerca del 20% del capital.
Con esta negativa las autoridades federales ponen fin a las esperanzas del ejecutivo de Swiss, André Dosé, quien, a través de la prensa, solicitó ayuda del mundo político y financiero.
Claro rechazo
Para Berna, la situación no es comparable a aquella que prevalecía cuando Swissair se fue a pique, en el año 2001.
«El deber del Estado es garantizar las condiciones necesarias para el desarrollo de la economía nacional», aclaró el ministro de Transportes, Moritz Leuenberger.
La Confederación reconoce las dificultades actuales del sector aéreo, pero no puede ofrecer a Swiss un trato que pueda crear un precedente.
Las autoridades suizas saben que todas las compañías aéreas están confrontadas con las mismas dificultades y tienen el derecho a un mismo trato.
Camino cerrado
Además, las reglas del juego son claras: Suiza ratificó los acuerdos bilaterales con la Unión Europea y debe atenerse al principio de ayudar una sola vez; y eso ya lo hizo cuando la debacle de Swissair.
Berna inyectó 600 millones de francos en el capital inicial de la nueva compañía aérea, y el camino a nuevo apoyo queda cerrado.
Los orígenes de las actuales dificultades de Swiss son múltiples: una estrategia probablemente demasiado ambiciosa, la crisis económica que afecta al sector aéreo, la guerra en Irak y, finalmente, la pulmonía atípica.
Swiss pierde cada día tres millones de francos, mientras las reservas acordadas por la Confederación y la economía privada se acaban.
Lo único claro ahora, tras el mensaje de las autoridades federales suizas, es que Swiss deberá contar sólo con sus propias fuerzas para sobrevivir. El viernes 2 de mayo se espera que la línea presente su plan de saneamiento.
swissinfo, Daniel Papacella
(Traducción: Patricia Islas)
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