«Suiza puede ayudar a reformar la ONU»
Opinan varios ministros y delegados hispanohablantes en la 59 Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Entrevistados por swissinfo, coinciden en la necesidad de rescatar la legalidad perdida con el conflicto en Irak.
Asimismo recalcan que siendo Suiza depositaria de los cuatro Convenios de Ginebra, podría asumir un papel valioso en la probable reforma del organismo mundial.
El amparo de Berna en su neutralidad despierta una actitud respetuosa entre los delegados asistentes a la 59 Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra.
José Ramos Horta, Premio Nóbel de la Paz 1996 y actual ministro de Exteriores de Timor Oriental, declaró a swissinfo que conductas como la adoptada por Suiza «demuestran que aún es posible seguir caminos de paz, muy diferentes de los conflictos bélicos».
Este militante de los derechos humanos aboga por la importancia capital que entraña el respeto del Derecho Internacional Humanitario en las hostilidades, y bloquear la violación, venga de donde venga.
«Sería ingenuo pensar que, en una guerra, sólo una de las partes viola estas disposiciones. Los Convenios de Ginebra son muy claros a este respecto. Todos los involucrados tienen que proteger a las poblaciones civiles (hombres no combatientes, mujeres, niños). No hay excusa para no cumplirlas», afirmó.
A juicio de José Ramos Horta, Suiza y los otros países pequeños que integran la ONU, deberán aliarse para propiciar una gran reforma del sistema multilateral cuando termine el conflicto bélico.
Retorno de EEUU a la ONU
«La ONU sobrevivió a otros retos en el pasado. Véase el caso de Kosovo, donde también hubo una intervención fuera de la ONU, y sobrevivió (el organismo mundial). Espero que Estados Unidos regrese a la ONU una vez terminada la guerra. Espero asimismo que Washington encuentre fórmulas para efectuar una gran reforma de Naciones Unidas (y aquí es donde yo veo el rol de Suiza y de otros Estados)».
«Personalmente, agregó Ramos Horta, no estoy de acuerdo en que se continúe con sólo los 5 países miembros permanentes del Consejo de Seguridad (EU, Inglaterra, Rusia, China, Francia)».
Refiriéndose a la ausencia de otros países en tan importante instancia de decisión recordó: «Allí no tenemos, por ejemplo, a Brasil o México como miembros permanentes de la región de América Latina.
No tenemos a India, Indonesia o Japón de la parte asiática. Tampoco tenemos a Egipto, Nigeria o Sudáfrica por parte de África… !Tiene que haber una reforma del Consejo de Seguridad!», sentencia el Premio Nóbel de la Paz de 1996.
Salvar a la ONU del colapso
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Felipe Pérez Roque, dijo a su vez que respeta la decisión de Berna de no intervenir en el conflicto, salvo para recordar a los beligerantes sus compromisos con el derecho internacional.
«Cuba siente un profundo respeto por la decisión suiza. Respetamos profundamente esta actitud y la valoramos positivamente», señaló.
Según el canciller cubano, el gran reto de la comunidad internacional (incluida Suiza), una vez que concluya el conflicto en el Próximo Oriente, es salvar del colapso al sistema de Naciones Unidas, porque la situación actual es desalentadora.
«Todo un planeta ha quedado convertido en rehén de las caprichosas decisiones de un poder ilimitado que desconoce cualquier compromiso internacional y decide sólo según sus propios intereses y su peculiar concepción de la seguridad nacional», anotó el jefe de la diplomacia cubana.
«Vamos hacia un Nuevo Orden Mundial en el que la concertación se sustituye por la amenaza, la persuasión por el miedo. Ese es nuestro dilema y nuestro reto: enfrentar unidos con la ONU, un peligro que nos amenaza a todos», exhortó Pérez Roque.
Suiza, una especie de conciencia
Más allá de las propuestas de los ministros de Relaciones Exteriores presentes en Ginebra, el rol de los juristas, los defensores y los militantes de los derechos humanos, hay quienes tienden a atribuir a Suiza el rol de conciencia de los beligerantes.
«Es decir que Suiza, como país pionero en materia de Derecho Internacional Humanitario, y como Estado depositario de los Convenios de Ginebra, tiene el mandato de la comunidad internacional de recordar a las dos partes enfrentadas que deben respetar a la persona humana por encima de todo», enfatizó Jean Michel Olivares, delegado de la Asociación de Cristianos por la Abolición de la Tortura.
» Y cuando digo persona humana hablo tanto de civiles como de militares. Los civiles tienen que ser descartados de las acciones bélicas, y los combatientes militares deben ser tratados con dignidad,» agregó.
Otros participantes consideran también que Suiza tiene un papel altamente simbólico en la denuncia de las violaciones a los derechos humanos, por su tradición humanitaria y por sus aportes al derecho internacional humanitario.
swissinfo, Luis Vázquez, Ginebra
Suiza es depositaria de los Convenios Internacionales.
Enfrentar unidos en la ONU el peligro de nuevas guerras.
La ONU debe rescatar la legalidad perdida con la guerra de Irak.
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